Problemas de inseguridad, falta de limpieza y deterioros en servicios, son aspectos que aparecen con más frecuencia en encuestas barriales que está realizando el municipio de Maipú.

Éste es el primer análisis del programa de Auxiliares Vecinalistas, un equipo de 20 jóvenes que la Municipalidad sacó a la calle para establecer una comunicación directa con el contribuyente, puerta a puerta.

Los auxiliares pertenecen al programa "Jóvenes más y mejor trabajo" de la municipalidad, y realizan la tarea a cambio de una beca estímulo destinada a la finalización de sus estudios o la formación en oficios. La conducción municipal explicó que va a atender los reclamos que "sean procedentes" y que tratarán de mantener el programa de auxiliares vecinalistas. En las últimas horas, los encuestadores juveniles avanzaron sobre barrios ubicados al este de la ciudad de Maipú, como Coronel Barcala, Maitén y Las Torcacitas, en las inmediaciones del cementerio departamental, todos conglomerados humildes y de familias trabajadoras.

Quince minutos

En jornadas previas ya se había recorrido Villa Seca, Luzuriaga, el sur departamental (Russell) y San Roque, entre otros sitios.

Los chicos no sólo hacen las preguntas sino que, en ocasiones, entregan en los domicilios folletería sobre prestaciones municipales, como el programa PAR (Participación Activa Responsable), que algunos no conocían, y que permite que los pobladores reunidos en asambleas planteen las cosas que necesitan para su comunidad.

La consulta dura unos 15 minutos y arranca con una pregunta muy directa: ¿cuál es el principal problema a resolver por el municipio? A continuación se solicita información sobre el agua potable, recolección de residuos, mantenimiento de espacios públicos, atención al público en el edificio municipal, alumbrado público, higiene urbana y atención de los reclamos telefónicos. De acuerdo a la evaluación inicial de las supervisoras del grupo, Roxana Tennerello y María de los Ángeles Núñez, tres o cuatro aspectos estuvieron al tope de las respuestas: la inseguridad, la limpieza de calles y cunetas, cloacas que se tapan y deficiencias en la provisión del líquido de bebida.

Carmen Sottile, del barrio Las Torcacitas, contó: "Algunas preguntas no las entendí", pero añadió que el procedimiento le pareció "bien, y puede servir para que vean qué pensamos de la municipalidad". En la zona donde habita Carmen se repite el fenómeno de inconvenientes con el sistema cloacal. En el barrio Maitén, Luis Alberto (58) sabe que la inseguridad no es de incumbencia estricta del municipio pero pide que las autoridades que medien ante las instancias provinciales respectivas. Un trabajador próximo a jubilarse, Eduardo Tobares (64), del barrio Coronel Barcala, declaró estar conforme con los servicios municipales y así lo transmitió al joven que lo interrogó.

En cambio, el policía retirado Gerónimo Barrionuevo, de Las Torcacitas, reveló, en el rubro mantenimiento, que espera que el municipio arregle la rotura de cordones que hacen máquinas viales cuando levantan la basura.

Una chica del equipo, Gisella Mazzoca (22), confesó que le tocó "gente muy predispuesta", mientras que su colega, Victoria Guzmán (18) tuvo que lidiar con algunas vecinas que le reprocharon el accionar de la comuna. "Creían que yo era municipal y me trataron de mala manera, supuestamente descontentas con algún servicio de la repartición".

Los vecinos que están siendo encuestados recibieron la invitación para participar de la primera asamblea del programa Participación Activa Responsable (PAR). La cita es el martes 21, a las 20, en la escuela Justo José de Urquiza (Pescara y Perón).