La canasta básica total (CBT) superó en abril la barrera de los $5.500, según calculó la consultora Evaluecon. El informe indica que el 60% del gasto se destinó al rubro de alimentos y bebidas. Los aumentos en los productos de primera necesidad que más cuesta conseguir en los supermercados fueron los que más se hicieron sentir en los bolsillos mendocinos.

Yerba, leche, fiambres, panificados (pan y tortitas), pescado, café, aceites, sal, avena, cacao y azúcar se encuentran entre los alimentos considerados por la consultora como responsables de hacer trepar la CBT de los $5.419 que midió en marzo a los $5.529 que arrojó abril. A ellos se suman las subas en los cigarrillos, los artículos de limpieza y de higiene personal (en especial la lavandina y el algodón), los pañales y de los productos típicos de las Pascuas, como los huevos y el chocolate.

Esta suma incluye los consumos básicos de una familia tipo, conformada por la pareja y dos hijos en edad escolar, para que “no se sienta pobre o no perciba que está en niveles de pobreza”, tal es el lema de las mediciones de Evaluecon.

De esta manera, la CBT reúne los gastos de alquiler, impuestos y servicios, alimentos y bebidas (incluidos los elementos de limpieza y perfumería), indumentaria, atención médica y gastos para la salud (sin incluir los tratamientos permanentes), transporte (sólo gastos en colectivos), educación (sin incluir cuotas de colegios privados ni transporte escolar) y otros gastos.

Al observar la ponderación, es decir, desde el peso específico que tiene cada rubro en la CBT, el de alimentos y bebidas –se asimila perfectamente con la compra del supermercado– se lleva el 37%, el transporte el 25%, y la vivienda y los servicios básicos el 12%. Le siguen la atención médica con el 10%, la indumentaria con el 8%, otros bienes y servicios con el 5% y cierra la educación con el 3%.

José Vargas, titular de la consultora, advirtió de que los incrementos se vieron “en especial en las segundas marcas, ya que no cuentan con el control de la Secretaría de Comercio Interior. Por eso subieron más que las primeras que sí están sometidas a un proceso de autorización”.

El economista estimó que de aquí en más, ese organismo nacional dará el visto bueno para nuevos aumentos “con cuenta gotas” para evitar que se dispare la inflación.

“En los últimos meses se autorizaron subas de entre el 2,5% y el 9% en masivos, selectivos y premium. Se otorgaron 60 permisos en marzo y en abril se retrotrajo a 21 porque el IPC creció más de la cuenta. Entonces lo que se espera es que no se autoricen más incrementos”, señaló y agregó: “Cada vez que una industria o un sector pide un retoque debe ofrecer documentación con su estructura de costos para demostrar que es necesario el aumento. También influyen las negociaciones paritarias, como fue el caso de la medicina prepaga, que venía presionando desde febrero y se autorizó a partir del 1 de mayo porque los trabajadores del sector cerraron un aumento del 33%”.

Preocupación por ganancias

José Vargas, titular de Evaluecon advirtió de que los $5.529 de la CBT se acercan cada vez más al límite del Impuesto a las Ganancias. “Hoy un empleado soltero que gane $5.782 o uno casado que gane $7.998 deben pagar el Impuesto. Por eso desde la CGT, con Hugo Moyano a la cabeza, reclaman que se modifique el mínimo no imponible, en especial porque la mayoría de los camioneros superan los $10.000. Como los precios son cada vez más altos y los sueldos medianamente van acompañando pero la base es la misma que la del año pasado, algunos prefieren que no les aumenten el sueldo”, aseguró.

¿Cómo? ¿Hay gente que no quiere que le suban el salario? “Sí”, respondió Vargas. “El que gana $5.700, si le suben $200, le quedan en mano $5.600 o menos por el impuesto”, explicó-