La ministra María Inés Abrile de Vollmer se mostró reacia a opinar ayer sobre el masivo paro docente en la provincia, al igual que el resto de los funcionarios de la Dirección General de Escuelas (DGE), y menos aún, a hablar con los trabajadores de la educación para solucionar el conflicto o ver de qué forma se podrán recuperar las cuatro jornadas perdidas por la huelga a lo largo de este año. "No hay diálogo, nadie habla", se quejaban ayer los delegados del SUTE, en su primer día de 48 horas que fue previsto en el último plenario, antes del receso invernal.

Sin embargo, puertas adentro de la DGE, las máximas autoridades se encuentran evaluando de qué forma podrán reponer el aprendizaje perdido en el ciclo lectivo. Según informaron a este diario altas fuentes de la DGE, el Gobierno se encuentra por estos días "evaluando qué hacer con la pérdida de cuatro jornadas de paro". Es decir que la provincia ya tiene un déficit concreto de dos días, porque para este año se previeron 182 días de clase y se estableció que el calendario escolar 2012 debía garantizar un mínimo de 180 días de clase.

Debido a que no queda mucho margen para extender los días en el aula, las autoridades se debaten entre la posibilidad de recuperar horas a las jornadas o quitar contenido considerado "secundario" en el proceso de aprendizaje, aunque no por eso menos importante. "Porque si sumamos días, deberíamos terminar para Navidad", especulaban ayer desde el entorno de Abrile de Vollmer. De hecho, el viernes, en pleno receso invernal, la titular de la DGE se reunió con el gobernador Francisco Pérez y parte del Gabinete para ver de qué forma se encaraba el conflicto con el gremio docente. Ayer, la respuesta fue rotunda: "No hay plata ni nada nuevo para decir", planteaban desde la DGE.

El único que habló ayer respecto del paro por 48 horas fue el gobernador y sus palabras fueron desalentadoras para los maestros. Pérez habló de un rojo financiero de 200 millones de pesos sólo en este mes. Además, planteó como "imposible" la opción de reabrir las paritarias este año.

ACATAMIENTO EN NÚMEROS. Los docentes mendocinos de escuelas públicas y privadas iniciaron ayer un paro de 48 horas. A través de un comunicado, el SUTE indicó que "en la provincia hay 92% de acatamiento al paro", aunque este número hace referencia al nivel primario solamente. En el caso del nivel medio, el sindicato estableció un acatamiento de 70%, por lo tanto, la adhesión esta vez promedia 80% entre ambos niveles. Es decir, menos que el 2 de julio, cuando el paro fue de 92% en total.

En cambio, para el Gobierno el acatamiento, en promedio, fue de 73% en todos los niveles. El relevamiento realizado por la Dirección General de Escuelas (DGE) ayer en la mañana arrojó que en la primaria (78% de adhesión) la medida de fuerza se sintió más que en la secundaria (75%). Mientras que en los colegios privados la DGE señaló que fue sensiblemente menor, con 51% de docentes adheridos.

Las cifras, por segunda vez consecutiva, no coinciden con las del Sadop, que ayer percibió poco más de 60% de adhesión. "La DGE sólo mide los colegios que están cerrados, pero nosotros tomamos el acatamiento cuando no hay clase, aunque asistan profesores o algún alumno", aclaró la titular de ese gremio, Elina Escot.

Según los datos oficiales, los celadores no se plegaron en gran número al paro y sólo adhirió 33% de los trabajadores en toda la provincia. "Porque tienen miedo que otro descuento en su bono impacte fuertemente en el salario, que es menor que el del docente", justificaron desde el SUTE. En una recorrida que realizó El Sol por las escuelas, hubo casos en donde los maestros o docentes de nivel medio acudieron a su escuela para que no les descuenten el sueldo otra vez, como ocurrió el 2 de julio.

Desde la DGE recordaron que también descontarán las jornadas no trabajadas de ayer y hoy. Además de paro, habrá una movilización de maestros convocada por el SUTE, que comenzará hoy a las 11 en Godoy Cruz y Patricias Mendocinas, Capital, y culminará en la Casa de Gobierno. ATE Educación también llenó de afiches los colegios y convocó al paro a sus afiliados, aunque no se sumará a la marcha (ver aparte). Los docentes del sector privado, en cambio, sí confirmaron su asistencia.