La Ley de Talles comenzará a reglamentarse con las prendas de niños y adolescentes de entre 10 y 18 años en marzo del año próximo, y las exigencias de las medidas se regirán por un estudio que realizó la Dirección General de Escuelas (DGE) sobre este segmento etario en escuelas públicas y privadas para que correspondan con las características físicas de la población de Mendoza.

Los comerciantes tendrán la responsabilidad de colocar la identificación de la prenda en cada etiqueta que coincida con la tabla de medidas de los chicos mendocinos.

“Un niño mendocino de 15 años no tiene las mismas medidas que un chico del Norte o del Sur de la Argentina. Por eso es que queremos que el sistema de talles numéricos se equipare con las medidas antropométricas de nuestra región”, comentó Lucas Pascual, titular de la Dirección de Industria y Comercio dependiente del Ministerio de Agroindustria y Tecnología, organismo del Poder Ejecutivo que estará a cargo de la reglamentación de la ley.

Como aún no existe un estudio general con datos de las medidas corporales de otros segmentos etarios de la población de nuestra provincia, la aplicación de la normativa será “gradual y escalonada”, aseguró Pascual.
Si bien a nivel nacional se está trabajando sobre las medidas corporales para la Ley de Talles, desde Industria y Comercio avanzaron con el estudio del Plan Provincial de Evaluación que realiza la DGE desde 2009 a la fecha.

Este es ejecutado por la Dirección de Educación Física y consiste en la evaluación de aspectos morfológicos, funcionales y condición física de niños y adolescentes escolares, de escuelas públicas y privadas, de enseñanza común y especial, de nivel Primario y Secundario de la provincia de Mendoza.

“Estos datos nos sirven para definir los talles según las normas IRAM, que tienen parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero considerando las características específicas de nuestra población”, explicó el funcionario.

“Es un aporte valioso este estudio para la Ley de Talles y de gran utilidad para la autoridad de aplicación, que entre sus funciones debe establecer un sistema de talles numéricos que se corresponda con las medidas antropométricas de la población escolar de 10 a 18 años”, opinó el titular del organismo.

Por último, indicó Pascual que “esta ley es imposible que se aplique de un día para otro. Por eso, tomamos a la población con más riesgos físicos y psicológicos que son los adolescentes”.

Inspectores a la calle

Otro de los avances relacionados a la normativa es que a mediados de noviembre saldrá a la calle un equipo de inspectores de la Dirección de Industria y Comercio (DIYC) a concientizar a los comerciantes del centro mendocino.

Por un lado, las tareas se concentrarán en un relevamiento en los negocios dedicados a ropa de indumentaria, a fin de determinar los talles o hasta qué número venden en cada comercio, ya que existe un acuerdo voluntario para que ofrezcan entre 3 o 4 talles más de los habituales.

Y por otro, el objetivo es comprometer a los comerciantes a vender más variedad de talles. Los controles se harán con la ropa de estación y en prendas comunes, como camisas, pantalones, sacos, remeras...

“La ley no tiene un plazo para entrar en vigencia. Podemos extendernos uno o dos años. Ahora avanzamos con la etapa de concientización y reuniones con los comercios y diferentes entidades involucradas en el tema”, acotó Lucas Pascual.