Ellas no sabían lo que era una flauta traversa, pero apenas escucharon las melodías que hilaba su intérprete, la eligieron "para expresar sus emociones".

Ayer, cuando enfrentaron al público que colmaba el teatro Independencia, cayeron en la cuenta del importante camino que han recorrido. Con sus impecables chalecos rosados y sin poder ocultar los nervios, Milagros Lara (15) y Johana Pardo (16) ocuparon su sitio en la orquesta y mostraron el arte que fueron tejiendo semana tras semana desde en una pequeña iglesia de Bowen, en General Alvear.

Son aproximadamente 1.100 los chicos mendocinos que se han arriesgado a esta maravillosa aventura de la música gracias a las orquestas infantiles y juveniles. Este programa provincial arrancó en abril de 2008 con cuatro bandas y este año se sumaron catorce más, logrando que cada departamento tenga la propia.

Con la exposición del repertorio interpretado por los noveles músicos, ayer la Secretaría de Cultura y la Dirección General de Escuelas lanzaron el plan "18 orquestas para Mendoza en el Bicentenario". Fue precisamente la acción articulada entre ambos ministerios lo que permitió que las orquestas llegaran a todos los departamentos.

El acto de ayer fue una excusa para disfrutar de los resultados de este proceso mágico. Subieron a escena: la Pitufónica de Las Heras, Cuerditas Felices de Guaymallén y Alas del Viento de General Alvear. También participaron la Orquesta por la Paz de la escuela artística Florentino Oliván, de Las Heras, y la Infanto Juvenil de Maipú. El cierre estuvo a cargo de la banda Salvador Terranova de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia.

Las catorce orquestas recientemente creadas no participaron de la exposición porque todavía transitan la etapa inicial. Se sumaron en setiembre y los profes están abocados a la tarea de alfabetizar a los chicos en el lenguaje musical. Recién a principios del año próximo, estos alumnos se encontrarán con el instrumento, que luego se llevarán a su casa para practicar.

"La mayoría elige violín", comenta el profe Iván Rivas, quien reconoció que la respuesta de la familia, de los chicos y de la comunidad superó sus expectativas. "Yo no tenía mucha experiencia como docente, pero compartir esta experiencia con los niños ha sido algo hermoso", manifestó. Él enseña en dos orquestas: la del barrio Belgrano de Guaymallén y la del 26 de enero de Las Heras.

"¡Está buenísimo! No faltamos ningún sábado", gritó María José (15), quien pertenece al grupo que se reúne en el CAE Huellitas de Amor (Guaymallén). Sus compañeros de andanzas musicales -Julisa, Luz, Enzo, Luna y Jaquelina- asintieron con entusiasmo.

Lejos de centrarse en un repertorio clásico, los pequeños que ayer se hicieron grandes en el Independencia sorprendieron con temas de diferentes estilos, desde un sentido Caminito hasta el mundialmente conocido ?All you need is love', de The Beatles.

"El objetivo del proyecto se está logrando ampliamente, porque las comunidades se lo han apropiado. La orquesta no sólo es una herramienta de acceso a la cultura y de inclusión social, sino que es un aporte de identidad positiva en comunidades con alta imagen negativa.También actúa como semillero de músicos, pero democratizador porque llega a zonas rurales o relegadas culturalmente", expuso Walter Pérez, coordinador del Programa.

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