La UNCuyo lanzó la sexta edición de un programa de financiamiento para actividades que vinculan a la universidad con la sociedad. Los Proyectos de Extensión Universitaria Mauricio López tienen la finalidad de involucrar las realidades sociales con el ámbito pedagógico.

Desde 2008 se han subsidiado 158 proyectos en los que han participado más de 1.900 “extensionistas” (docentes, estudiantes, egresados, personal de apoyo) y más de 250 organizaciones sociales e instituciones públicas.

Los proyectos han apuntado a la promoción de derechos, educación, nutrición, vivienda, servicios sociales básicos, economía social, prevención y atención de la salud, entre otros temas.

Exitosos cinco años

Más de 26.000 personas de distintas comunidades de la provincia fueron destinatarias de estos programas en los últimos cinco años.

Estas experiencias fueron compartidas este año y, por primera vez, con estudiantes extranjeros. Se trató de alumnos de Antropología de la Universidad Alberto Hurtado, de Chile.

El secretario de Extensión Universitaria de la UNCuyo, Fabio Erreguerena, remarcó que la importancia de estos proyectos sociales se fundamenta en que “la universidad está obligada a democratizar y socializar el conocimiento que ella produce, porque es la sociedad la que la financia. A través de las actividades de extensión es donde esto se materializa. El objetivo es trabajar en conjunto con la comunidad y ser parte de sus problemas. La universidad no crecerá si la comunidad no se desarrolla. No hay calidad educativa sin compromiso social”.

Uno de los proyectos financiados por este programa fue el de experiencias comunitarias de prácticas filosóficas.

Su coordinadora, Cristina Roccheti, profesora y doctora en Filosofía, dijo a Diario UNO que “la filosofía es una experiencia de pensar con otro. Nos juntamos a pensar y, ¿sobre qué?, sobre lo que necesitemos pensar. El tópico que convoca surge del encuentro comunitario y de las necesidades que detectamos. Por ejemplo, con las mujeres en El Borbollón surgió el tema de la violencia de género, el trabajo y la mujer, la belleza como modelo”.

$20 mil por proyecto

Estudiantes, docentes, graduados, personal de apoyo académico y organizaciones sociales pueden presentar sus propuestas hasta el 11 de noviembre. En el equipo que la presente debe haber algún miembro de la UNCuyo.

Luego, un jurado compuesto por evaluadores de universidades nacionales e integrantes de la Red de Extensión Universitaria (Rexuni), reconocidos por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), elegirá alrededor de 40 proyectos para financiarlos. El subsidio es de hasta $20.000 para cada iniciativa. El año pasado era de hasta $15.000.

La UNCuyo invertirá $800.000 en esta convocatoria para financiar los proyectos seleccionados.

Cada proyecto deberá ser ejecutado entre el 15 de febrero y el 15 de noviembre de 2014, y deberá tener 6 meses mínimos de duración.

Experiencias en la comunidad

Estos dos proyectos fueron financiados en ediciones anteriores de los Mauricio López y podrían presentarse nuevamente este año para conseguir más subsidios.

1-Trabajo en bibliotecas

-Proyecto: Experiencias comunitarias de prácticas filosóficas.
-Duración: Es el tercer año que se realiza. En noviembre se termina, pero podría presentarse nuevamente este año para conseguir el subsidio y extender la experiencia.
-Origen: Surgió en la cátedra de Didáctica Filosófica, para un proyecto de investigación. “Se nos ocurrió que también la filosofía podía estar afuera de los espacios formales y buscamos espacios comunitarios que nos permitieran hacer experiencias de prácticas filosóficas”.
-Experiencia: Un grupo de estudiantes y profesores recién recibidos de filosofía han trabajado en tres espacios culturales comunitarios: la Biblioteca popular de Mirta Vivante (Las Heras), la Biblioteca popular de Vista Flores (Tunuyán) y la Fundación Vínculos estratégicos, en El Borbollón, Las Heras. En el caso de la biblioteca Vivante, se trabaja con niños. “De allí sacamos herramientas metodológicas. Con los niños surgieron temas como los deseos, la amistad; en la biblioteca de Vista Flores se trabajó con las narraciones porque nos contactamos con un grupo que está haciendo poesía y arte entonces hubo un cruce entre filosofía y arte. En El Borbollón se trabajó con mujeres, que fue una experiencia fabulosa en la que se tocaron temas como la mujer y el trabajo, la violencia intrafamiliar. Las bibliotecas son espacios culturales que la misma gente genera no sólo para buscar libros sino para encontrarse. En Vista Flores por ejemplo incentivamos que las madres lleven a sus chicos a leer allí, a escribir poesía”, contó Roccheti.
-¿Qué aportes considera que el programa dejó a la comunidad?
-Tomo la extensión universitaria como un intercambio. No creo que la universidad sea solamente la que tiene algo para dar, la comunidad también tiene muchos saberes. A veces es más lo que recibimos nosotros que lo que damos.
-Subsidio: $14.000 “El dinero se utilizó para traslados, muchas veces los estudiantes y profesores recién recibidos no cuentan con este recurso. También se usa para el material que trabajamos, compramos por ejemplo una netbook, un proyector, equipamiento mínimo. Sin el apoyo de la universidad sería un poco difícil y dependería estrictamente de la buena voluntad de la gente”.

2-En la comunidad de la Villa de Cacheuta

-Proyecto: Jugar es jugarse
-Duración: Fue seleccionado en la convocatoria 2012 y en la 2013. Piensan presentarse nuevamente para el 2014.
-Origen: “La idea surgió de un grupo de chicos y chicas que se encontraba finalizando el secundario hace 8 años. Comenzaron a realizar trabajo sociocomunitario en el marco de la educación popular enclave latinoamericana. Constituyeron una agrupación llamada “La Cara Sur” y realizaron múltiples experiencias en Lavalle y Luján. Yo participo del proyecto desde hace dos años”, explicó su coordinador, el profesor de Sociología Patrick Boulet.
Experiencia: “El paradigma central es el juego. Se trabaja en propuestas colectivas con niñas, niños y adolescentes desde los 6 hasta 13 años en la Villa de Cacheuta. La idea es fomentar actividades -no competitivas-, de recreación y aprendizaje de colaboración, crítica a los roles clásicos de género y construcción de nuevos conocimientos en la participación. Además se está trabajando con un grupo de mujeres de la villa, desde la perspectiva de género en conjunto con la ONG “Mujeres Cotidianas”. El fin es fortalecer la identidad comunitaria porque es un aspecto central a la hora de construir el presente y futuro. Comprender quienes somos para organizarnos y crecer comunitariamente. Identidad en el sentido de por qué estamos aquí, de dónde venimos y quiénes somos en relación a los demás (ciudad, municipio, gobierno)”.
-Alguna anécdota que recuerde sobre esta experiencia.
-Podrían haber muchas. Recuerdo a un hombre de la comunidad que en un asado cerrando el trabajo del año anterior, un hombre grande se acercó y repetía “esto es muy bueno, esto que hacen ustedes es muy bueno”. La solidaridad de la gente, llegando a trabajar un día que había un cumple e invitando a todos a quedarse. Las nenas jugando al fútbol igual que los chicos, con extensionistas re prendidas también. Las caras de sorpresa y alegría de los pibes cuando llevamos un obra de teatro
-Subsidio: $15.000