Luego, la situación más recurrente apunta a la violencia por diversidad sexual, para luego seguirle, casi con el mismo nivel de preocupación, la vulneración de derechos de menores o la discriminación por religiones o nacionalidades.

Estos datos fueron aportados por Alicia Ramos, directora de Investigaciones y Producción de este observatorio, que está integrado por funcionarios de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), el Consejo Nacional de la Mujer y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi).

Ramos, con otras integrantes de este organismo, estuvieron en Mendoza para hacer una presentación en la Legislatura del trabajo que viene realizando este organismo creado en el 2006, es decir, con anterioridad a la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Otros datos que anticiparon las especialistas en medios de comunicación –quienes indicaron que el 29 del corriente harán la exposición de un documento específico sobre violencia de género– es sobre el seguimiento durante cuatro meses de programas informativos de difusión nacional: hubo 160 noticias vinculadas a casos donde las mujeres habían sido víctimas de agresiones físicas.

La responsable de comentar algunos aspectos de este documento fue Adriana Pedrolo, otra de las integrantes del observatorio.

Pedrolo comentó que entre enero y abril de este año, consecutivamente en la primera quincena de estos meses, fueron evaluadas 220 horas de informaciones emitidas por los noticieros de cinco canales de Buenos Aires, en el horario de mayor rating: el comprendido entre las 19 y las 21.

“Uno de los aspectos que contemplamos es cómo los medios ya están empezando a hablar de femicidios y son muy pocos los que se refieren, de manera horrenda, a situaciones por violencia pasional”, comentó Pedrolo.

Ramos, por su lado, indicó que el observatorio si bien puede actuar de oficio, por lo general aborda los casos luego de que se hace algún reclamo por vulneración de derechos, y aclaró que el organismo en el que se desempeña no aplica sanciones, ya que el espíritu que persiguen es persuadir a los formadores de contenidos o comunicadores, pero no tiene poder punitivo.

“Nosotros no nos metemos con la libertad de expresión pero, si hay malas prácticas, el observatorio acepta los casos y tomamos una posición al respecto”, expresó Ramos.

“Por lo general, las situaciones que se presentan tienen que ver más con el desconocimiento que con la mala intención”, agregó, sin dejar de mencionar algunos hechos puntuales en los que periodistas o comunicadores se expresan de forma en que violentan el derecho de género o de manera misógina.

Ramos comentó que, en una alta proporción, las intervenciones que hacen están más relacionadas con publicidades que con programas o noticieros.

“Lo que hacemos es enviarle una carta a la agencia de publicidad en la que le explicamos que hemos observado la vulneración de algún derecho y, en la mayoría de las situaciones, tenemos, luego, una reunión en la que intentamos que modifiquen el tipo de mensaje que han emitido”, comentó Ramos.

La especialista, a la vez, compartió otras experiencias en las cuales las agencias de publicidad dicen que se manejan por la lógica del mercado; y, por esta razón, en muchas ocasiones incurren en discriminaciones o estereotipos.

Por esto, en el último tiempo, desde el observatorio no sólo invitan a los programadores, a las agencias de publicidad o a los comunicadores. También se han dado cuenta de la efectividad que tiene hacerles llegar estos mensajes a los auspiciantes; en definitiva, a las empresas que invierten dinero en posicionamientos o campañas publicitarias.

Asimismo, tanto Ramos, Pedrolo como los demás asistentes a la presentación de ayer, coincidieron en que en los últimos años se ha avanzado en legislaciones que en muchos casos han llegado con más velocidad que las conductas colectivas o conceptos sociales.

El legado y la repetición de modelos basados en el patriarcado, las enseñanzas que esconden machismo, el racismo o todo tipo de discriminación, son a la vez situaciones que, según explicaron las especialistas, llevarán tiempo cambiar. Por eso, la educación es una herramienta esencial en pos de cimentar una conciencia comunitaria.

Un caso local, cómo reclamar y recomendaciones para contenidos

Si bien los casos en los que viene interviniendo el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, por lo general se circunscriben a emisiones hechas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o la provincia de Buenos Aires, en lo referente a Mendoza recordaron la situación que se planteó con la campaña publicitaria de una cerveza local.

Desde el organismo recordaron que la marca de cerveza más conocida y originaria de Mendoza decidió levantar una serie de spots en las que se comparaba a las mujeres con los efectos devastadores que producen los tornados.

Alicia Ramos, directora de Investigaciones y Producción de este observatorio, explicó que, en la mayor parte de los casos, a las empresas no les interesa perder cuotas de mercado al dar un mensaje que afecta a parte de su público consumidor.

Ramos indicó que ante situaciones en las que una persona o un grupo sientan vulnerados sus derechos por el mensaje que se difunde por televisión o radio, la recomendación es hacer un reclamo enviando un correo electrónico a: observatorio@afsca.gob.ar.

Por otro lado, desde el observatorio difundieron un material sobre las recomendaciones realizadas a radios y televisoras.
Algunas de estas sugerencias son las siguientes:

- Cuestionar el sentido común y los parámetros que fijan como lo “normal” al extendido falso universal que implica la idea del “hombre blanco, heterosexual, de clase medida.

- Reflexionar acerca de los estereotipos que el sentido común establece en relación con la desigualdad y las diferencias al hacer visibles, de modo predominante, imágenes binarias.

- Consultar con los movimientos antidiscriminatorios y antirrepresivos o con colectivos involucrados cuando se informa sobre historias, experiencias o situaciones relacionadas con personas pertenecientes a esos colectivos.