Ideadas y trazadas por los huarpes y perfeccionadas por los españoles durante la época de la Colonia, las acequias de Mendoza se han convertido en un icono de la ciudad. Una situación que surge esencialmente de la necesidad de enfrentar las condiciones de un clima desértico, que determina que los habitantes necesiten de los árboles para paliar las altas temperaturas de la época estival. En ese marco, las acequias se convierten en verdaderas arterias para transportar el agua en un aceitado sistema de irrigación.

Primero por necesidad y luego por una cultura que se fue transmitiendo de generación en generación, las acequias se convirtieron en la imagen de la ciudad, un hecho destacado por todos aquellos turistas que recorren la provincia.

Esos aspectos derivaron en la presentación de un proyecto, en la Legislatura provincial, a través del cual se intenta postular a las acequias mendocinas como patrimonio universal. En los hechos, se trata del inicio de un extenso camino hasta que llegue la decisión final de la Unesco.

Según se indicó, la situación primero debe ser reconocida por los cinco municipios del Gran Mendoza, por la Dirección de Patrimonio de la provincia y por el Comité de Patrimonio nacional.

Una vez superados esos pasos podrá conformarse un dossier para presentar en la Unesco, que deberá también contener la fundamentación sobre el motivo del pedido.  La propia titular de Patrimonio de la provincia coincide con la presentación, asegurando que las acequias constituyen un sello absoluto de la identidad de Mendoza, que hablan de su pasado y de su presente.

Es válida la iniciativa del legislador autor del proyecto y en caso de ser aceptada por la Unesco constituiría un valioso aporte para reforzar la ya importante afluencia turística hacia la provincia. Pero paralelamente habrá que trabajar también en recuperar la cultura del cuidado de las acequias por parte de los mendocinos.

Tiempo atrás, un informe de la Municipalidad de la Capital señaló que más de 120 mil kilos de basura y otros elementos se retiran por día de las acequias existentes sólo en esa comuna. Destacaba también que los problemas se producían no sólo porque las mismas colapsaban durante las tormentas, sino porque se estaba perdiendo una cultura arraigada en la población durante décadas, que resultaba “muy difícil de recuperar”.

Desde el mismo nivel oficial se indicó que una encuesta realizada en el Gran Mendoza determinó que el 75 por ciento de los habitantes tiene una percepción negativa sobre el cuidado de los espacios públicos y reconoce la necesidad del cuidado y limpieza de las acequias para el mantenimiento del arbolado público. También se señaló que, pese a esa percepción, en los hechos la gente actúa de manera muy diferente, un hecho que resulta llamativo en razón de que en el mundo se está instalando una cultura en favor de la ecología y la limpieza.

Las acequias y el arbolado público son el elemento distintivo y vital para la provincia. Un aspecto reconocido por mendocinos y turistas. De allí que resulte interesante la iniciativa del legislador de intentar la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Pero paralelamente debería iniciarse una campaña de re-concientización entre la población para recuperar aquella cultura de la limpieza que hemos perdido.

http://www.losandes.com.ar/notas/2011/3/23/acequias-cultura-olvidada-557844.asp