Uno - Jueves 4 de octubre de 2012
Son consecuencia de estar en la misma posición durante mucho tiempo. Y pueden desencadenar infecciones. Un programa médico funciona desde hace 3 años en la prevención, detección y curación.
El 95% de los pacientes que salen del servicio de Terapia Intensiva del Hospital Central padece escaras o úlceras por presión. Estas lesiones son un problema de salud muy frecuente en los servicios de salud, aumentan el riesgo de infecciones y afectan la calidad de vida del paciente.
Frente a esta problemática de salud es que hace tres años se creó un programa en este centro médico, que trabaja en la detección, prevención, curación, tratamiento y educación sobre las ulceraciones que afectan a más de 100 pacientes por año.
Estas heridas en la piel llamadas escaras se forman cuando el paciente pasa mucho tiempo en la misma posición debido a que está conectado a diversos aparatos en cuidados intensivos. Y recién cuando se encuentra estable y es trasladado a una sala común recibe la atención para el tratamiento de esta clase de lesiones cutáneas.
El principal objetivo del equipo, que funciona bajo la dirección de la infectóloga Liliana Soria y dos enfermeros, Víctor Terrero y Adriana Sánchez, junto con profesionales de distintas especialidades, es mejorar la calidad del paciente ulcerado. Y esta tarea arranca con el diagnóstico precoz y tratamiento, entre otras acciones, para disminuir el tiempo de estadía de internación de la persona afectada.
En cuanto a los beneficios de un adecuado tratamiento, son en forma directa para el paciente y, por otro lado, en forma indirecta para los familiares y el equipo de las instituciones de salud.
Este programa en particular funciona a partir de una interconsulta con profesionales médicos y la valoración del paciente para establecer los criterios para avanzar en el tratamiento a partir de la historia clínica de la persona, contó Terrero.
Y al mismo tiempo acotó que “el proceso de tratamiento es largo, costoso y la duración depende de la gravedad del caso particular de cada paciente”.
Por ejemplo, dos de los productos más usados para las curaciones son el alginato (en planchas o cuerdas), que tiene un valor de $40 y se usa para cubrir cada herida, y los parches de hidrocoloide, que cuestan $65 y tienen una duración sobre las lesiones de entre 3 a 7 días, dependiendo del grado de exudado de la escara.
Las úlceras por presión se localizan en cualquier parte del cuerpo, pero 75% de los casos son en la zona sacra y otras áreas vulnerables, como caderas y talones, y se producen cuando la persona está expuesta a una presión prolongada sobre un plano duro, independientemente de la posición.
Frente a esto y para manejar la presión sobre la piel hay que realizar cambios posturales, protección local y superficies especiales de apoyo, explicó uno de los encargados del programa.
Entre los factores de riesgo que mencionan los expertos del área de cuidados de úlceras por presión, indican la inmovilidad, obesidad, sedentarismo y prolongado tiempo de internación, entre otros.
Las escaras se presentan en distintos grados, primero se produce el enrojecimiento de la piel, luego aparece la ampolla, destrucción del tejido y, en algunos casos, hasta cavidades o huecos en la parte del cuerpo que sufre la úlcera, según el informe de este equipo del Central.
Uno de los métodos más efectivos para curar las ulceraciones es aplicar gasas húmedas con solución fisiológica, que favorece la cicatrización de las heridas. Y lo que no se recomienda en estos casos es el uso de antisépticos, como así tampoco el de remedios caseros como miel, azúcar o aloe vera, porque no está comprobada su eficacia.
“La mayoría de las lesiones se pueden evitar y en 80% de los casos los resultados son favorables para el paciente”, dijo Terrero.
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