La conciencia y la costumbre del reciclado es fundamental en cualquier aspecto cotidiano, del día a día. Desde hace años ya distintas instituciones han intentado inculcarla y fomentarla en la sociedad, al igual que organismos y dependencias del Gobierno.

En esta sintonía, desde el 11 de setiembre en los barrios lasherinos Ujemvi (I y II), Cirsub, 1 de mayo y Cosico, la comuna está trabajando con los vecinos para que saquen los residuos de forma diferenciada, con bolsitas diferentes para que no se mezclen los húmedos con los secos (envases pet, papel y vidrio).

La recolección también se hace de manera diferenciada, en distintos horarios y llevando incluso los residuos secos (reciclables) a una planta especial. "En la primera semana se recolectaron 40 kilos de residuos secos. En la segunda se triplicó llegando a 120 y la última estuvo cerca de los 130 kilos", indicó la directora de Ambiente de la Municipalidad de Las Heras, Gabriela Vicencio. Señaló que la idea es extender esta iniciativa a gran parte del departamento.

Los vecinos del Ujemvi celebran la experiencia piloto que los tiene como protagonistas, aunque reconocen que hace falta más difusión e información, así como también un gran compromiso social.

Dos bolsas

El criterio de diferenciación de residuos con el que se trabaja distingue dos tipos. Por un lado están los húmedos, entre los que se contemplan las cáscaras, las sobras, los restos de comida, y por el otro los secos. En el segundo grupo entra el material reutilizable, donde se destacan los papeles (secos), vidrio y el pet.

"Hemos distribuido entre los vecinos bolsas de colores verdes, amarillas y azules para que dejen los desechos secos allí. Y que se diferencien de las bolsas de súper o las negras, por ejemplo, que es donde se saca la basura tradicional", indicó Vicencio.

Según el proyecto, a los vecinos se les entregarán dos bolsas semanales hasta diciembre y en caso de que nadie haya pasado por su casa a dejarlas, deben ir a solicitarlas a la dependencia municipal o a la unión vecinal correspondiente.

"Se ha trabajado con charlas y capacitaciones en las uniones vecinales y en las escuelas. Incluso, en algunos colegios se han dejado bolsas también porque muchos chicos pidieron llevar la basura reciclable ya que viven en otros barrios y ahí no se hace la diferenciación", continuó.

En lo que tiene que ver exclusivamente con la forma en que se recolecta, las bolsas de colores con desperdicios secos se retira los miércoles y los viernes entre las 6 y las 9. En tanto, la recolección tradicional se mantiene de lunes a sábado después de las 22.

"Por la mañana no se levanta la basura común. De hecho, si se encuentra que un vecino ha dejado una bolsa que no es de desechos secos, lo que se hace es ponerle un sticker que aclara que no es reciclable y se deja en el lugar hasta que pase la recolección tradicional. Por eso es fundamental que no se mezcle y se cumplan los horarios", agregó por su parte el secretario de Obras y Servicios públicos municipal, Hugo López.

La experiencia de los vecinos

Juan Carlos Benavídez es secretario de la Unión Vecinal del barrio Ujemvi y celebró la iniciativa, aunque destacó que hay que cambiar también la mentalidad de muchos vecinos.
 
"Empezó y va muy bien todo, pero se puede mejorar mucho. Muchas veces la gente ha sacado los residuos como se debe, respetando horarios y color de bolsa, pero el recolector se lo ha llevado todo junto. Y también sucede que, en muchos casos, la gente no se levanta temprano los miércoles o viernes entonces saca todo junto a la noche y se mezcla. Faltaría arreglar esos detalles, pero va bien encaminado", indicó Benavídez, quien, sobre la concientización de los vecinos, agregó: "Hay que seguir trabajando. Hemos visto muchas de esas bolsas tiradas en las acequias".

"Se está informando a la gente y van pasando casa por casa con panfletos y dejando bolsas. Me parece excelente que se tomen estas medidas y que se separe la basura. Lo bueno es que la gente se va sumando de a poquito y, aunque no estamos muy acostumbrados, es cuestión de tiempo y querer hacerlo. Porque cuando uno vea que el otro lo hace, se va a contagiar", contó por su parte Matías Navarría, vecino del barrio.

Enzo consideró que "es una buena idea y todo lo que sea para ayudar, sirve". No obstante, resaltó que hay algunos vecinos que, por distintos motivos, no están demasiado enterados de la campaña. Es el caso de Carlos Varela, quien vive en calle Los Jazmines. "No he visto a mucha gente haciéndolo. A lo mejor le falta información. Yo saco las bolsas y trato de no mezclar".

"No me explico por qué nunca se hizo la separación de basura. El reciclado debería ser algo normal, como ocurre en otros lados. Lo importante es que nunca es tarde, por lo que lo veo excelente. Igual debería reverse lo de las bolsas, porque eso también es basura. Por ahí contenedores específicos que se vacíen a diario podría ser otra alternativa. Y ni hablar del hecho de que la gente se acostumbre, no hay que olvidarse que el ser humano es un animal de costumbres. Y hasta que las cambie, puede pasar mucho", opinaron por su parte Claudia y Ester.