Ante la ausencia de sus progenitores, los herederos de Alfredo Luis Vila y Ramona Ruth Santander desistieron del juicio iniciado en 1986 contra la Universidad Nacional de Cuyo. Se trata de 33 hectáreas que se ubican en jurisdicción de la ciudad de Mendoza, al suroeste de la avenida Champagnat, y que son parte del antiguo polígono de tiro del Ejército, perteneciente a la cuenca del Papagayos.

Pese a contar con dos instancias judiciales favorables a Alfredo Luis Vila y desde hace un tiempo estar a la espera de un dictamen de la Corte Suprema de Justicia, se tomó la decisión de no proseguir con la acción judicial.

Inclusive, la ex rectora María Victoria Gómez de Erice mereció una sanción por agraviar a uno de los jueces que se expidieron contra las pretensiones de la casa de altos estudios.

El desistimiento es sin perjuicio de eventuales derechos de terceros y con reserva de los derechos por las mejoras y los gastos que se hubiesen realizado en el predio.

Tal como se acompaña en el expediente que debaten los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una tasación realizada por una empresa extranacional, para emprender algún desarrollo de tipo urbanístico en esos terrenos, debería realizarse una importante obra aluvional como lo ha hecho la empresa Dalvian en otros emprendimientosn. Esta obras sólo hubiesen podido realizarse sin que medie un conflicto como el que se viene atravesando desde hace más de un cuarto de siglo.

En la presentación judicial queda en claro el argumento de que tal decisión obedece al compromiso público que en su momento hicieran su rector, Arturo Somoza, y todos los miembros del Consejo Directivo de la UNCuyo de destinar estas hectáreas a una reserva natural o área protegida con un objeto científico y educativo, hecho que todos los herederos celebran como aporte para mejorar el ambiente y preservar las condiciones ecológicas que posee en la actualidad.