El crecimiento de las actividades de montaña como deporte de riesgo y en comunión con la naturaleza, el auge del turismo extranjero y todo lo que significa el cerro Aconcagua en nuestra provincia hablan por sí mismo de una práctica que atrae centenares de ojos en el ámbito local nacional e internacional. Sin embargo, no se ha establecido ningún tipo de legislación que estimule, impulse y regule uno de los eslabones más importantes de esta actividad como es el de los guías de montaña.

Lo cierto es que el martes, en la comisión de turismo de la Cámara de Diputados de Mendoza se presentó el proyecto de ley sobre guías de montaña elaborado por el diputado Daniel Dimartino y las organizaciones que nuclean a quienes trabajan en el sector: la Asociación Argentina de Guías de Montaña y la Asociación Argentina de Guías Profesionales de Montaña. La propuesta propone un marco legal que regule esta profesión en la provincia y evitar así negligencias de personas que no están capacitadas para la exigente tarea.

Además, los principales motivos que generaron la elaboración de esta norma tienen como base minimizar el riesgo de vida, tanto para los profesionales que se desempeñan en ambientes inhóspitos y riesgosos, como para quienes practican la actividad.

Mientras tanto, otro de los temas que plantea la propuesta es definir al guía de montaña, crear un Registro Provincial de Guías de Montaña, describir los requisitos esenciales para inscribirse,  definir las incumbencias y categorización de los guías, precisar la autoridad de aplicación de la ley, crear una comisión de estudio con el fin de evaluar y aceptar a futuras instituciones formadoras, crear un Registro de Guías de Montaña Extranjeros y delimitar los derechos y obligaciones de los guías de montaña.

“Sabemos que el Gobierno y los legisladores están interesados en que el proyecto prospere. Desde 2010 venimos logrando un consenso entre las asociaciones de guías para diagramar un proyecto que involucre a todos y fortalezca la futura ley. Lo que pasa es que mucha gente que no está capacitada está llevando gente a la montaña, aparecen operadores de turismo, profesores de educación física y baqueanos desarrollando la actividad y usurpando un título público. Entonces, después tenemos negligencia e impericia que se traducen en muertes evitables”, aseguró Marcelo Acosta, de la Escuela Provincial de Guías de Montaña y Trekking.

El título que cita Acosta es el de guía de montaña y alta montaña y tiene grado de tecnicatura superior de nivel terciario. Para obtenerlo hay que cursar una carrera de tres años, mientras que para ser guía de trekking el cursado es de dos años y medio. En Argentina hay 400 guías recibidos y además de la institución mendocina, otras dos en Buenos Aires y Córdoba tienen la aprobación del Ministerio de Educación de la Nación.

Horacio Cunietti, de la Asociación Argentina de Guías Profesionales de Montaña, es uno de los tres mendocinos que más ascensos tiene en el Aconcagua, con 57. Como especialista, hizo hincapié en la importancia de una norma que en el resto de los países del mundo rige hace muchos años.

“El Aconcagua es un imán turístico enorme y ya es hora de que la actividad esté regulada. Aparentemente tiene el visto bueno de los legisladores y la intención del Gobierno provincial es que la norma comience a aplicarse antes de diciembre, cuando comienza la temporada del cerro Aconcagua. En Mendoza contamos con guías reconocidos en las montañas más importantes del mundo y de hecho muchos trabajan en países donde este tipo de normas rigen desde hace más de 100 años”, reconoció Cunietti.

 Por su parte, el diputado Dimartino agregó que la particularidad que presenta el proyecto, además de cumplir un vacío legal, es “priorizar y optimizar la calidad de los destinos y de los profesionales en todas sus áreas, a fin de satisfacer la demanda nacional e internacional”. Y agregó que “se pone en valor el crecimiento significativo de la actividad de turismo en la montaña y la mayor propensión para realizar deportes en contacto con la naturaleza.