Luego de 15 años de abandono se puso en marcha nuevamente la conservera de Real del Padre.

La cooperativa elaboró más de 100 mil latas de durazno que pronto saldrán al mercado con marca propia. La conservera no sólo emplea a los productores asociados, es una oportunidad laboral para hombres y mujeres de la zona.

El la recuperación del establecimiento productivo trabajó el gobierno provincial, el municipio de San Rafael y la cooperativa Fruderpa, que está compuesta por pequeños productores Real del Padre.

La recuperación de la fábrica fue una buena noticia también para la comunidad educativa del sur provincial, alumnos de escuelas técnicas podrán realizar prácticas productivas en el establecimiento. La habilitación como espacio de formación es uno de los puntos principales del convenio establecido entre DGE y Fruderpa.

En la actual temporada frutícola estudiantes de la agrotécnica ZeizoHoshi, de quinto y sexto año de la modalidad “Industria Frutihortícola”, elaboraron 1300 latas de durazno en mitades. La producción y el dinero que se obtenga de ella quedarán en manos de los alumnos. La materia prima para la elaboración fue aportada por Fruderpa.