El desastre climático de La Plata que arrasó con casas, muebles electrodomésticos y también se llevó vidas humanas, cubrió con un manto de desolación a miles de vecinos que ahora encaran la tarea de recomponerse emocionalmente para recuperar la vida que llevaban antes de la inundación. En ese proceso de desandar el miedo y la angustia que dejó la tragedia, más de 150 psicólogos de la capital bonaerense continuaban ayer con tareas de contención y orientación en las zonas más críticas de la ciudad.

Una de las redes de ayuda fue organizada en conjunto por el Colegio platense de Psicólogos y la Facultad de Psicología de la UNLP y se estableció un sistema de asistencia directa en los barrios más castigados con evaluaciones puntuales (trabajo de campo) y atención directa en los casos que requieran tratamiento terapéutico prolongado de manera gratuita.

Es que desde distintas organizaciones especializadas en emergencias y catástrofes, admiten que la tarea de recuperación integral de las familias devastadas por el temporal, demandará no menos de tres meses.

Los psicólogos platenses, organizados en más de 40 grupos, tuvieron presencia en las primeras horas en los centros de evacuados y durante toda esta semana continuarán en el acompañamiento de las familias durante la vuelta al hogar. También se encargarán del seguimiento de los chicos en el regreso a la escuela.

La contención psicológica también está presente en los diferentes equipos de salud de la Provincia y la Nación, que atienden en los hospitales móviles, carpas sanitarias y otros centros de atención ubicados en los barrios más castigados por el temporal.

Ayer, la Provincia difundió junto a la UNICEF de Argentina recomendaciones para acompañar a los más chicos en esta etapa. Muchos niños tuvieron que salir abruptamente de sus casas, de noche y empujados por el agua que les llevó todas sus cosas, inclusive en algunos casos a sus seres queridos.

“Pensamos en la etapa posterior a la inundación, porque muchos chicos están sufriendo este evento de manera traumática. Con prevención podemos evitar que aparezca un problema de salud”, dijeron en la Secretaría de Niñez y Adolescencia provincial.

Los especialistas aseguran que durante un tiempo es previsible que los niños afectados manifiesten diversos síntomas como pesadillas, irritabilidad, alteraciones en la concentración o enojo, entre otros. La consulta profesional no debe estar ausente si esas manifestaciones se prolongan por un plazo de más de un mes.

Los especialistas recomiendan que los más chicos retomen su rutina lo más rápido posible, escucharlos con paciencia y no presionarlos cuando no quieran hablar. También, brindarles espacios de juego, para dibujar, pintar, hacer actividad física o ir a la plaza. Además aconsejan hablarles con claridad y de manera sencilla sobre lo sucedido y fundamentalmente transmitirles tranquilidad. Y motivarlos en la ayuda solidaria para que comprendan que otras personas sufrieron consecuencias similares.