Por Sebastián Premici

El Gobierno lanzará esta semana la segunda etapa del programa Precios Cuidados con una oferta más amplia de productos. El proceso de negociación con los supermercados y proveedores tuvo por objetivo incrementar las alternativas de consumo frente al crecimiento de la demanda en productos como la yerba, lácteos, aceites, pastas, entre otros. En muchos casos, las empresas proveedoras no pudieron satisfacer en tiempo y forma las necesidades de los consumidores, por lo que se produjeron algunos faltantes, que ahora intentarán corregirse. Por su parte, los empresarios reclamaron una suba de precios en función del esquema de monitoreo trimestral planteado por el Ejecutivo. En este sentido, algunos productos tendrán subas, aunque desde la Secretaría de Comercio, a cargo de Augusto Costa, aclararon que de ninguna manera esos incrementos deberán reflejar los acuerdos paritarios que se están firmando por estos días. El impacto de las paritarias en la estructura de costos de los supermercados y proveedores debería analizarse recién en julio.

El anuncio será realizado por el ministro de Economía, Axel Kicillof, y por Costa, luego de cumplirse la primera revisión trimestral de precios y productos del programa, que comenzó a funcionar durante los primeros días de enero de este año. Como novedad, las pequeñas y medianas empresas mejorarán su participación en el acuerdo. Los supermercados de la región metropolitana, nucleados en ASU, como los regionales, representados por CAS y FASA, tendrán cada uno su propia lista de productores a Precios Cuidados. En los próximos días también quedarían incluidos los mayoristas.

“Si bien las canastas de Precios Cuidados, ya sea de consumo masivo, construcción o útiles escolares, muestran caídas de precios en promedio, su gran objetivo no es bajar precios sino dar valores de referencia. Porque, constituidas esas referencias, tanto el consumidor como el Estado tienen nuevas herramientas. Las empresas no pueden poner precios disparatados fuera del acuerdo”, había explicado Costa durante febrero.

La llamada “referencialidad” funciona como una instancia de regulación más, pero con un componente innovador: interpela a los consumidores a conocer los precios con mayor detalle. Una de las diferencias entre Precios Cuidados y otros acuerdos de precios impulsados desde el Ejecutivo radica en el mayor involucramiento de la ciudadanía, como consecuencia de una difusión más extendida y clara del programa.

“El consumo de los productos de Precios Cuidados aumentó un 1000 por ciento. De esta manera queda en evidencia que si hubo un incremento en la demanda es porque la política llevada adelante tuvo éxito. Es decir, cuando los consumidores ven que hubo aumentos injustificados, se vuelcan a Precios Cuidados”, sostuvo Santiago Fraschina durante una entrevista en América 24, el viernes pasado. El economista del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (Geenap) agregó: “Con este instrumento, los precios bajaron un 7 por ciento”.

Durante el proceso de negociación de marzo, los supermercados endurecieron su posición frente al Gobierno. La presión de estas empresas apuntó a lograr un aumento de los productos incluidos en Precios Cuidados, no como respuesta a la suba de los costos sino para lograr una merma en los volúmenes vendidos. Su razonamiento era el siguiente: si los precios del acuerdo suben, el consumidor no se verá tan urgido por adquirirlos y la presión sobre la oferta podría aplacarse. Con esta explicación, las empresas se estaban quejando de las multas impuestas por el Gobierno, ante los faltantes de stock.

La Secretaría de Comercio multó a seis cadenas de supermercados por más de 3,4 millones de pesos. La sanción individual más elevada fue para la empresa Carrefour, con 1,3 millón de pesos. En segundo lugar quedó el supermercado Dia%, con una multa de 606 mil pesos. Con su argumento, los supermercados responsabilizaron por los faltantes de algunos productos a los proveedores, pero implícitamente reconocieron cierto éxito en el programa. Para continuar en esta senda, el Gobierno incluirá en la segunda etapa más variedad de productos, y de esta manera les quitará argumentos a los supermercados.

Como reconocimiento implícito a la mayor demanda de los productos de Precios Cuidados, los supermercados incrementaron en las últimas semanas sus ofertas (“lleve dos pague uno” o una baja de precios directa) sobre aquellos alimentos que compiten con los incluidos en Precios Cuidados. De esta manera intentaron quitar presión sobre los stocks de los productos del programa. Uno de los resultados fue que también hubo algunas bajas de precio en productos por fuera del acuerdo.

“En la reunión del viernes pasado, Costa desestimó que haya un congelamiento, por lo cual algunos precios se van a revisar. Uno tiene la imagen clara de que van a tratar de dar la menor cantidad de aumentos posibles. En algunos casos va a haber aumentos; la yerba parece ser un caso, pero en muchos otros no”, indicó el vocero de la Cámara Argentina de Supermercados, Fernando Aguirre.

El presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), Pablo Villano, afirmó que “unas ocho empresas solicitaron su incorporación al programa”, y que agregarán a la actual lista “una mayor oferta de quesos y yogures”. “Hasta el momento no escuché críticas al plan de parte de ningún productor o comercializador. Hasta ahora se había convocado a empresas grandes, pero las pymes también queremos estar”, sostuvo Villano.

Otra innovación podrían ser los productos para celíacos. La vicepresidenta de la Asociación Celíaca Argentina, Gladys Altamirano, confirmó que mantuvo comunicaciones con los funcionarios de Comercio para incluir productos sin gluten dentro de Precios Cuidados. “Nosotros podemos ingresar al plan, pero no nos podemos comprometer a que los supermercados lo vayan a hacer. Ya le enviamos una lista de 10 productos. Ellos se van a contactar con los productores y van a generar reuniones para llegar al acuerdo de precios”, sostuvo Altamirano.

Otro de los fenómenos que empiezan a visualizarse a partir del mayor involucramiento de los ciudadanos en el cuidado de los precios es la creciente demanda por la descentralización de los mercados concentradores.

“Estamos trabajando con el jefe de Gabinete (Jorge Capitanich) en todo lo que tiene que ver con formatos de comercialización que acerquen a los productores y a los consumidores, y que den un precio de referencia. Y que permitan además, a través de la reducción de intermediarios, generar condiciones para que la apropiación del excedente de la cadena favorezca a los pequeños productores y a consumidores en general”, sostuvo Costa.

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