"No somos cartoneros. Ellos, con mucha dignidad, lo hacen para sobrevivir. Nosotros lo hacemos porque no queremos una Mendoza sucia y contaminada, por eso, nos arremangamos, para dar el ejemplo con trabajo y concientizar", explica Leonardo Alvial, el impulsor de un nuevo grupo de voluntarios, cuyo fin es recolectar los residuos plásticos que andan desparramados por el Gran Mendoza.

Este grupo de voluntarios se llama Ciudadanos Antiplástico Mendoza. Surgió primero una convocatoria por las redes sociales pero se hizo carne ayer en la zona del Challao, donde una veintena de vecinos se sumó con guantes, barbijos, zapatos cómodos, bolsas de consorcio y pinches para realizar la campaña solidaria de limpieza. Sobre todo, y como aclaran los ideólogos, se trata de un trabajo "de concientización".

La jornada de limpieza, prácticamente, es simbólica, más allá de que, concretamente, quedó la zona despejada de basura. Es que, según explican sus organizadores, Alvial y María Eugenia Sicilia, se trata de juntarse sólo dos horas de un domingo al mes. "La idea es que los municipios nos vean y recuerden que también ellos deben limpiar. Lo mismo es para la gente que tira las botellas plásticas. Queremos que también se dé cuenta de que no está cuidando el medio ambiente", plantea Alvial.

El proyecto de Ciudadanos Antiplástico Mendoza no tiene fines de lucro. "La única intención es hacer de la conciencia ambiental un modo de vida", asegura Sicilia. Y la campaña de concientización no se agotará en una sola jornada. Las juntadas continuarán el mes próximo y continuará "haya 50 personas o 5", aseguran los organizadores.

Leo Alvial es licenciado en Marketing y asegura que su profesión le generó un dilema ético, porque apunta al consumo indiscriminado. Cuando encontró el concepto de Responsabilidad Social Empresaria, se dio cuenta de que se podía trabajar en problemas ambientales desde cualquier lugar.

"Hoy apuesto al consumo consciente, generando menos residuo que no sea biodegradable. Creo que cualquier empresa puede involucrarse con estas acciones", señaló el motor del proyecto en Capital.

"Estamos al límite. No podemos seguir consumiendo deliberadamente. El consumo excesivo hace gastar demasiada energía", agregó Sicilia, quien ya está elaborando un proyecto para realizar charlas gratuitas en las escuelas e incentivar a los alumnos a que también limpien su escuela, su cuadra, su barrio.

Los voluntarios aseguran que, una vez recolectados los plásticos, existe la posibilidad de venderlos a empresas. La idea es que ese material se recicle y que no termine flotando en canales de riego o acequias.

El pionero de San Martín

El grupo de voluntarios en Mendoza se inspiró en el grupo de Ciudadanos Antiplástico de San Martín, liderado por el abogado Oscar Sívori, quien empezó hace tres años y medio en el departamento donde él reside y desde entonces no paró. "La primera que se prendió conmigo fue mi esposa, María Laura. El primer lugar donde fuimos a limpiar fue Canota, Las Heras, donde había una cantidad infernal de bolsas y botellas. Siempre tuvimos la idea de juntar todo.

Limpiábamos, ahora sólo juntamos botellas porque, más que un acto de limpieza es un acto de protesta contra los que no cuidan. Yo no me considero ecologista. Ellos son teóricos y dicen que pueden cambiar el mundo y creo que al mundo lo podemos cambiar en la medida en que cambiemos nuestros actos cotidianos".

Sívori asegura: "Todos somos el Estado. Si el Estado no lo hace, nosotros lo vamos a hacer, porque nosotros somos parte".

El grupo de Antiplástico de San Martín realiza dos salidas de "protesta" al mes. Allí se encuentran los sábados. El evento que más gente convocó fue en días previos a una Navidad, cuando entre 50 personas armaron un pino de 18 metros conformado por botellas que sacaron de los canales y acequias.

El grupo acopia las botellas para vendérselas a empresas que luego las reciclan.

Para el experimentado Sívori, los cambios, después de salir a la calle y arremangarse con guantes y barbijos, "han sido importantes".

"Hemos notado que en aquellos lugares donde nosotros salimos a limpiar –habitualmente donde más se ve, porque tiene que generar un impacto–, la gente cuida más en esas zonas y la Municipalidad también. En realidad, la Comuna comienza a limpiar en otros lugares más ensuciados", agrega el pionero antiplástico, que tampoco faltó a la cita de ayer para apoyar al nuevo grupo y concientizar a los citadinos.

Para contactarse con el grupo, se puede ingresar en www.facebook.com/ciudadanosantiplastico.mendoza.