El Departamento General de Irrigación (DGI) avanza en la realización del Balance Hídrico del territorio provincial a través de un estudio que determinará la disponibilidad hídrica por cuencas y sus correspondientes actos administrativos. El Balance es uno de los objetivos propuestos por el organismo en el marco del Plan Agua 2020.

"El Balance Hídrico será una herramienta imprescindible para la gestión del agua en Mendoza, será además continuo y periódico", destacó Mario Salomón, secretario de Gestión Hídrica de Irrigación.

Uno de los aspectos del trabajo es que, tal como lo establece la Constitución provincial, se determina que la entrega del agua debe hacerse según el tipo de cultivo y suelo, y por otro lado habla de una reasignación de derechos, de lo que son concesiones eventuales a definitivas, sobre la base de un previo aforo de los ríos.

Sin embargo, uno de los temas no incorporados constitucionalmente es el de la eficiencia y ahorro, por lo que será sumado a este Balance Hídrico involucrando a todos los aspectos vinculados al uso del agua.

En ese sentido, Irrigación a través de un convenio suscripto con la FAO, reunió distintas visiones internacionales sobre el tema en un seminario de intercambio científico, donde Luis Loyola, oficial de Apoyo en Inversiones para la FAO, afirmó que "el Balance Hídrico es un proyecto que apunta ser una planificación de los recursos hídricos a largo plazo, será un instrumento para la gestión del agua".