La Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar la transexualidad como una enfermedad mental tras la actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), tal como se dio a conocer ayer. La decisión responde a un reclamo de larga data que vienen llevando adelante organizaciones LGTB a nivel mundial. Los colectivos mendocinos celebraron el cambio, a la vez que destacaron el avance en este sentido que logró el país tras la sanción de la ley de Identidad de Género en 2012.

“En Mendoza repercute de la mejor manera porque  viene a reafirmar los avances que se han ido viendo en este último tiempo en materia de diversidad sexual y de derechos”, manifestó  Fernanda “Teté” Urquiza, coordinadora de Diversidad Sexual de Mendoza. Para ella todo el avance en esta materia es bienvenido: “Consolida el derecho de que cada uno sea la persona que es y no por su orientación sexual tenga que hacer un trámite burocrático o administrativo”, añadió.

De todas formas remarcó que más allá de esta decisión de la ONU, desde hace años nuestro país tiene una ley (Identidad de Género) que despatologiza la transexualidad. “Además sociedad argentina poco a poco va asimilando a este nuevo paradigma no binario en el cual vivimos”, aseguró.

Por su parte,  Fernando Aguayo, activista en sexualidad y educador sexual en la Universidad Nacional de Cuyo, resaltó la repercusión internacional de la determinación de la OMS. “Las construcciones trans dejan de ser consideradas como una patología mental, lo cual nos remota a lo que sucedió con la homosexualidad”, recordó.

Con respecto a la situación de Mendoza, aclaró que se tratará de un “hito burocrático”. “No va a cambiar algo en la práctica, pero va a dar un argumento a favor para luchar por más derechos”, anticipó. En tanto subrayó que le quita “excusas” a algunos médicos, psicólogos y otros profesionales de distintos campos que se renegaban a hacer una buena aplicación de la ley de identidad de género. “Esto es un aporte a la causa, un poco atrasada, pero siempre suma”, expuso.

En tanto Mandy Gómez, de Mendoza LGTB, fue más moderada en sus percepciones. “Está bueno que lo saquen, pero no dejan de considerar la transexualidad como un desorden, es un paso más”, aclaró.

Según explicaron desde la OMS, la transexualidad seguirá siendo considerada un "desorden" del comportamiento sexual, lo que responde a una estrategia para que la personas transgénero puedan obtener ayuda médica cuando lo necesiten, situación que no se da en mucho países.

Nueva figura legal

Tanto Urquiza como Aguayo, remarcaron que a este hito de la OMS se le suma la primera condena judicial con la figura de travesticidio en el caso de la activista transexual Diana Sacayán.

“Esta condena que establece por primera vez la figura de travesticidio abre una puerta muy importante en la justicia”, manifestó Urquiza. Mientras que para Aguayo se trata de un precedente fundamental para que se comience a condenar a las personas por crímenes de "odio al género".