Este miércoles se convirtió en ley un proyecto por el cual se implementa un protocolo para el manejo de fenómenos meteorológicos extremos y para el cual se deberá crear el Centro Único de Información Meteorológica para Fenómenos Extremos (CUIM) de Mendoza.

El proyecto fue presentado por la ex senadora Alejandra Naman (Nuevo Encuentro) y establece una guía de actuación y de aviso a los distintos organismos provinciales en las situaciones que se prevea que pueda ocurrir algún fenómeno que implique riesgo para la población o la infraestructura de un determinado lugar de la provincia.

“El proyecto surgió para el viento Zonda a raíz de un trabajo del doctor en meteorología Federico Norte, quien asegura que fallece más gente por el Zonda que por los sismo. Pero, cuando comenzó a trabajarse en reuniones con diferentes organismos entendidos en el tema, se amplió a eventos como tormentas, granizo y nevadas”, comentó Naman, quien dijo que estuvieron un año y medio elaborando el trabajo antes de presentarlo en el Senado, donde fue aprobado en 2013 por unanimidad.

De esta manera, en el CUIM trabajarán conjuntamente meteorólogos de la Oficina de Vigilancia Meteorológica Mendoza del Servicio Meteorológico Nacional; del Programa Regional de Meteorología del IANIGLA – CCT – CONICET Mendoza y de la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas (DACC).

“La idea de este proyecto es utilizar las herramientas y tecnologías que poseemos, más el conocimiento de los científicos para mejorar el servicio a la población. La unificación de la información es algo que venimos haciendo, pero que necesitábamos que se le diera un marco legal”, explicó Marcelo Dapás de Defensa Civil.

El CUIM trabajará con códigos internacionales que se utilizan para avisar sobre la posibilidad de ocurrencia de fenómenos meteorológicos adversos y brindará información en tiempo real a Defensa Civil para que este organismo decida qué metodología de prevención se debe implementar ante tal caso ya sea suspender las clases por Zonda o evacuar un determinado lugar por lluvias torrenciales.

“Se va a trabajar con un protocolo de colores que es internacional y que lo emplea el Servicio Meteorológico Nacional. El boletín que ellos nos emitan será el punto de partida para la prevención y la toma de decisiones”, agregó Dapás.

Por su lado, Marcos Scipioni, director de Contingencias Climáticas, explicó que la idea es que el CUIM tenga oficinas propias en donde se pueda concentrar toda la información y tecnología para emitir los comunicados correspondientes dependiendo el evento y su magnitud.

“En un principio nuestro trabajo sería brindarle información a Defensa Civil y que desde esa área comuniquen a la sociedad las alertas que crean necesarias. A partir de la reglamentación de la ley deberemos analizar qué infraestructura vamos a necesitar para que el Centro Único de Información Meteorológica para Fenómenos Extremos funcione como corresponde, en qué lugar físico lo haremos, con qué y cuántos profesionales deberemos contar y determinar cuánto se necesita para financiarlo”, explicó Scipioni.

“En la ley no se fija qué repartición específica deba responder el CUIM, pero como el proyecto involucra a varios organismos que dependen de Agroindustria, creo que lo correcto sería que la oficina dependa de ese ministerio”, finalizó la ex funcionaria Naman.

El protocolo de alertas y sus colores

Azul: la presencia de la perturbación adversa no es tangible. Sólo la detectan en forma virtual los modelos matemáticos de predicción a mediano plazo.

Verde: El peligro es bajo. La presencia de una perturbación adversa se observa en un área de influencia considerada como piloto sin que se observe por el momento un desplazamiento hacia la zona de interés.

Amarilla: El peligro es moderado. La perturbación adversa se empieza a acercar a la zona de interés.

Naranja: El peligro es alto. Es una situación crítica determinada cuando la perturbación adversa está muy próxima a la zona de interés y se ha de producir.

Roja: Fenómeno confirmado. Situación de peligro inmediato. Cuando la perturbación adversa está a punto de impactar o ya está iniciando su presencia en la zona de interés