El ex juez Baltasar Garzón llegó a Mendoza para recibir la distinción honoris causa, reconocimiento que le fue concedido por la Universidad Nacional de Cuyo. Además, brindó una conferencia de prensa donde se refirió a varios temas, entre los cuales se destacó el apoyo hacia el sistema de reelección en los poderes ejecutivos (tal como pretende Francisco Pérez en Mendoza y sectores del kirchnerismo nacional para Cristina). Asimismo, el ex magistrado visitó a Paco en la Casa de Gobierno.

En medio del debate sobre el proyecto oficialista que busca impulsar la modificación de la Carta Magna local, el arribo del español a la provincia fue una bocanada de aire fresco para la tropa de Pérez. Es que el propio ex magistrado ibérico se encargó de dejar bien en claro su posición respecto de uno de los temas más candentes del momento. "Vengo de un país donde esos problemas no existen", afirmó Garzón tras ser consultado sobre la posibilidad de habilitar un sistema de reelección para las cabezas de los ejecutivos. Incluso, el español utilizó el mecanismo electoral de su país para avalar su postura al expresar: "El presidente se puede reelegir indefinidamente hasta que los ciudadanos lo decidan en las urnas".

Y agregó: "Cuando la defensa de la democracia está asegurada, o en todo caso existen los mecanismos para protegerla, no es determinante que un presidente se presente una, dos o tres veces". Por otra parte, durante el diálogo que mantuvo con la prensa local, el ex magistrado habló sobre la Ley de Medios; los crímenes cometidos por el franquismo en España; la lucha por los derechos humanos en el mundo y la desaparición de Jorge Julio López, entre otros temas. En este sentido, el ibérico se mostró cercano a las políticas ejercidas por el Gobierno nacional con relación a los DDHH y criticó la situación de crisis que se está viviendo en España.

Consultado sobre la aplicación de la Ley de Medios en Argentina, el hombre, que fue reconocido con el título honoris causa opinó: "Creo que debe haber una regulación de los medios, de la participación de esas corporaciones y en el control de los mismos". Además, indicó que la letra nacional "no afecta ni al derecho a la información ni al de la libertad de expresión". Por otra parte, el ex juez español destacó el trabajo realizado por nuestro país en materia de derechos humanos al sostener que "las Naciones Unidas han puesto a Argentina como un modelo a seguir en esa defensa proactiva e impulsadora de los derechos humanos", aunque expresó que el trabajo que se puede realizar en esta materia "nunca es suficiente ni bastante".

La desaparición de Jorge Julio López fue otro de los temas sobre los cuales opinó Garzón, quien afirmó: "La desaparición de una sola persona en democracia es grave", pero dejó entrever su confianza con respecto al accionar de la Justicia argentina. "Deberíamos confiar en esta Corte Suprema, que ha dado un ejemplo de independencia en los últimos diez años", dijo el ex magistrado. Y agregó: "En México, en democracia tenemos más de 30 mil desaparecidos en un período de 6 años".

EL PRESENTE ESPAÑOL Y LOS CRÍMENES DEL FRANQUISMO. El ex juez también fue indagado sobre la posibilidad de continuar investigando los crímenes desarrollados por el franquismo durante la Guerra Civil española y aprovechó la situación para opinar sobre la crisis económica que atraviesa su país. "En España, la respuesta es no, porque el Tribunal Supremo (la Corte) en un acto posterior a la propia sentencia en la que se me absolvió por la investigación de esos crímenes, establece que la justicia no es una opción posible", afirmó el ex magistrado cuando se le preguntó sobre la posibilidad de avanzar jurídicamente sobre los delitos ocurridos durante la dictadura de Francisco Franco.

Los altos niveles de desocupación y marginalidad que atraviesa Europa, y particularmente España, fueron calificados por Garzón como "gravísimos". En este sentido, opinó que el Gobierno de su país "vive de espaldas a los ciudadanos" y se lamentó por la "falta de liderazgo político". "En España, de la juventud, entre los 18 y 35 años, 46 por ciento no ha tenido acceso al primer empleo, es una generación perdida", afirmó, luego de admitir que la realidad que se está viviendo en el Viejo Continente es totalmente contraria a la está atravesando América latina. Incluso, destacó la posición que actualmente tiene Argentina a nivel internacional, a pesar de "fondos reptiles que andan por ahí embargando fragatas"

Apoyo a Lavado

En el discurso que pronunció anoche Baltasar Garzón en la Universidad Nacional de Cuyo, realizó un especial repudio a los escraches sufridos por el abogado mendocino Diego Lavado. El tramo correspondió con el homenaje que efectuó el magistrado –así se sigue considerando él– a los defensores de Derechos Humanos, y Baltasar Garzón exigió protección para Lavado, al igual que para todos los luchadores contra los delitos de lesa humanidad. La corrupción, el Estado de derecho, el terrorismo, y el crimen organizado, fueron algunos de los conceptos que desarrolló.

Su trabajo

El ex juez español Baltasar Garzón es reconocido internacionalmente por su trabajo en defensa de los derechos humanos. Fue Garzón el encargado de ordenar la detención de Augusto Pinochet en 1998, en Londres, año en que se aprobó en Roma el estatuto de la Corte Penal Internacional. Además, a principios de setiembre del 2000 acusó al ex militar argentino Ricardo Miguel Cavallo, detenido en México, de los delitos de terrorismo, genocidio y torturas, presuntamente cometidos cuando integraba la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura militar argentina (1976-1983).

Además, procesó a noventa y ocho militares argentinos acusados de cometer crímenes de lesa humanidad durante el gobierno de facto. Su trabajo le valió el reconocimiento internacional, por el que recibió múltiples distinciones. En febrero del 2010 comenzó un proceso en el Tribunal Supremo español para destituirlo. Fue por ordenar escuchas supuestamente ilegales en un caso que investigaba. La sospecha fue que la verdadera razón tuvo que ver con su intención de investigar los crímenes del franquismo, cuando una ley de amnistía lo prohíbe.