Obtener por primera vez la licencia de conducir podría ser mucho más difícil si los planes de la Dirección de Seguridad Vial se concretan. Es que en este ámbito están pensando seriamente en profundizar las exigencias para la evaluación previa a la entrega de este permiso, sobre todo en la parte teórica.

Hasta octubre de este año fueron otorgadas 110.000 licencias de conducir, de las cuales 37.500 corresponden a licencias primarias, es decir, solicitadas por primera vez. Esto significa que el 34% de esos permisos para andar en rutas y caminos locales pertenecen a jóvenes que suelen ser los protagonistas del grueso de los accidentes graves.

Sólo para tener una referencia, el año pasado murieron 354 personas (en hospitales y en el lugar de los hechos), de las cuales 94 tenían entre 15 y 24 años. Además, por año los choques dejan 400 discapacitados cuya edad promedio es de 23 años, según registros de la Comisión de Estudio y Evaluación de Estadísticas de Accidentes de Tránsito (CEAT).

Por esto, la intención es exigirles más a los chicos que manejan un auto.

“Si bien no todos los que la piden por primera vez son mayores de 18 años o muy jóvenes, el grueso sí corresponde a esta franja de edades, y ellos son los que lamentablemente protagonizan la mayoría de los accidentes graves. De nada sirve que sepan la parte práctica si no tienen el concepto del respeto a las normas de tránsito”, dice Edwin Cersósimo, director de Seguridad Vial.

De todos modos, el funcionario admitió que muchas veces los chicos obtienen la licencia con buenos puntajes, responden todo correctamente y hacen la práctica bien, “pero luego, un poco de alcohol y un poco de diversión cambian todo. No todo pasa por el examen, sino por el manejo frente al volante”, agregó.

Más formación

El Gobierno ha profundizado el trabajo con la Dirección General de Escuelas para que el año entrante, los profesores de gimnasia capacitados para esta tarea, sean quienes enseñen las normas en la primaria. Y en la secundaria contarán con la colaboración de la Asociación Argentina de Volantes para que apoye con charlas de automovilistas conocidos la tarea de docentes que trabajarán material didáctico sobre el manejo responsable, leyes y señales de tránsito ya preparado.

La intención es avanzar en la formación de los futuros conductores, no sólo en cuanto al conocimiento, sino también sobre las pautas culturales, para que paulatinamente el cumplimiento de las leyes sea una realidad cotidiana.

El Segundo Relevamiento Observacional de Argentina sobre Hábitos y Cultura Vial –realizado por el Ministerio del Interior en junio pasado en 143 localidades, entre ellas la ciudad de Mendoza– mostró las enormes diferencias entre lo que declaran los peatones y automovilistas respecto de las normas, y lo que hacen en terreno. Por ejemplo, sobre el cinturón de seguridad, el 15, 2% admitió no usarlo, pero en la realidad no lo usa el 62,2%, o todos declaran cuidar a los chicos con medidas de seguridad como sillita y cinturón, pero sólo el 29% de la población registrada en el trabajo de campo tiene esta conducta.

Convertir en materia obligatoria la educación vial es un proyecto de largo plazo. Mientras, las tareas preventivas están centradas en campañas de concientización y mayores controles viales.

Menos muertes

De hecho, para Cersósimo, la prevención y el control han contribuido a crear una tendencia a la baja en la cantidad de muertos en el lugar de los hechos si se compara el año pasado con el 2012.

Desde enero hasta octubre, fallecieron en el lugar 136 personas, mientras durante el mismo período del 2011 las victimas sumaron 185 personas.

“Aunque aún no cerramos el año, y en un solo día un accidente grande puede hacer variar las cifras, creemos que las campañas han ayudado a concientizar mejor a las personas, porque han sido campañas con mensajes contundentes. Eso y la presencia policial en la calle ayudan. Pero antes de Navidad, seguramente haremos un balance del año y pediremos una vez más que la gente sea prudente”, cerró Cersósimo.