Definitivamente, ayer fue un buen día para Francisco Pérez en la Legislatura. Con tantos “no” a la reforma de la Constitución por parte de la oposición, el oficialismo no hizo más que festejar después de que la Cámara de Diputados destrabara dos leyes que se encontraban estancadas: el estatuto de la Empresa Provincial de Energía y la Agencia Tributaria Mendoza (ATM), o agencia de recaudación.

Con la abstención de cinco legisladores del PD y la ausencia de varios radicales, la Cámara Baja convirtió en ley el estatuto para que la Empresa de Energía comience a funcionar, mientras que la ATM fue votada por unanimidad, tiene media sanción y ya puede pasar al Senado. Fue un guiño por parte del arco opositor al oficialismo, cuando el clima político no es el mejor. Es que tanto el PD como la UCR aportaron lo suyo para sacar adelante los proyectos. Así lo reconoció el jefe de la Cámara Baja, Jorge Tanús: “Esto ha sido un gran gesto, viene a dar un poco de aire fresco institucional a tanto clima de mal humor que veníamos teniendo”. Y agregó que la muestra de conciliación de la oposición “mejora el tratamiento del presupuesto provincial”. Ahora, sólo faltan tres metas para terminar el año legislativo: sacar a flote las leyes de Avalúo, Impositiva y la pauta provincial. Y los planetas se están alineando a favor de Paco en la Casa de las Leyes.

Emesa, una herramienta

Después de tres meses de ser aprobado en el Senado, el estatuto de la Empresa Mendocina de Energía SA (Emesa) estaba frenado en la Cámara Baja. Al mencionar los proyectos del Ejecutivo que Francisco Pérez le había pedido sacar antes de fin de año, Tanús se refería a Emesa con pocas esperanzas: no contaba con la adhesión de los radicales y menos de los demócratas, que habían rechazado de plano su creación.

Pero ayer, por esas jugadas legislativas inesperadas, Tanús consiguió que el bloque radical no estuviera completo –mientras los integrantes del PJ estaban todos en sus bancas– sumó el apoyo de cuatro diputados del Eje Peronista y tres de bloques unipersonales. Pero el golpe de gracia lo dio la abstención de los legisladores demócratas.

El argumento del PD para abstenerse fue que ellos nunca estuvieron de acuerdo con la creación de Emesa, por lo tanto no votarían por su estatuto.

Con esto, al PJ le sobraron los votos para anotar un tanto a favor del gobierno de Pérez.

Al respecto de la empresa, el diputado Carlos Bianchinelli (PJ) aseveró: “Hay que dar los temas por finalizados. Esta tiene que ser una herramienta para el gobierno para que se consigan inversiones, sobre todo en cuanto a energías alternativas. Emesa funcionará con un presupuesto bajo, por lo tanto con su creación no ponemos en peligro las finanzas de la provincia”.

En cuanto a los radicales, el argumento que precisaron para no apoyar el proyecto fue similar al que utilizaron en el Senado. Esta vez quien habló fue el diputado Alejandro Limas: “No vamos a acompañar la aprobación del estatuto, aunque se nos tache de incoherentes, por haber apoyado en su momento la creación de la empresa. Esto es porque el contexto a nivel nacional era otro”. Limas se refería a la estatización de YPF y la consiguiente pérdida de derechos provinciales sobre sus propios recursos. Esto provocado por la sanción del decreto 1277/12 del Gobierno nacional, que se emitió a fines de julio.

Según el radicalismo, Emesa será “un elefante blanco” o, dicho en otras palabras, un conjunto vacío. Sin embargo, a la hora de votar fueron mucho más blandos que en otras oportunidades. En primer lugar, le dieron los dos tercios al oficialismo necesarios para que el proyecto pudiera tratarse sobre tablas. “No queremos obstaculizar las leyes”, argumentó Limas. Luego, cuando hubo que levantar la mano, no estaban todos en sus bancas. El número de ausentes no se precisó porque la votación no fue nominal y, en ese caso, no se cuenta voto por voto. Lo que sí se supo es que varios radicales “tuvieron que salir” del recinto.