El Ministerio de Salud intenta solucionar la falta de médicos en algunas especialidades y la escasa capacidad de retener a los profesionales en puntos conflictivos del sistema, como las guardias hospitalarias y los centros de salud alejados de la ciudad.

Por eso, durante la semana entrante enviará a la Legislatura provincial las modificaciones a la Ley Nº7.857/08 de Residencias Médicas para introducir al menos cinco cambios sustanciales. Uno es establecer la obligación de cursar el último año –o año comunitario– donde más lo necesite el Ministerio de Salud, como en postas sanitarias o centros de salud de municipios alejados del Gran Mendoza.

Sin embargo, el residente que sea trasladado recibirá como incentivo un salario más alto, ya que su básico se duplicará.

En la misma norma serán declaradas críticas algunas especialidades para que, una vez terminado el año comunitario, el profesional continúe recibiendo ese 200% del básico y se quede al menos otros dos años más en el mismo efector público.

Esas especialidades críticas son diferentes según el nivel de atención. Para los centros de salud comprenden la gineco-obstetricia, la medicina de familia y la pediatría, mientras que para un hospital serán consideradas la anestesiología, la terapia neonatal, la terapia intensiva general, la pediatría y la oftalmología.

Esta selección de especialidades críticas se hizo de acuerdo con la falta de profesionales para esos servicios que sufre el sistema de atención pública en este momento.
El plan de reforma incluye lo siguiente:
- Adherir al examen único que toma la Nación para los aspirantes médicos de todo el país, en lugar de construir una evaluación local.
- Dejar sin efecto el derecho de apelación sobre los resultados de esa evaluación que tienen hasta ahora los estudiantes.
- Permitirles a éstos renunciar a la residencia si descubren que en realidad no les gusta, algo que significa, si no, perder para siempre la posibilidad de formarse en cualquier otra especialidad dentro de la provincia.

El proyecto tiene muchas chances de pasar bien por Diputados y, tal vez con mayor trabajo, obtener los votos necesarios del Senado, ya que la Comisión de Residencias de la Provincia –integrada por gremios, universidades y sociedades médicas– ha adherido sin fisuras a la idea elaborada por Salud.

Ricardo Flores, director de Recursos Humanos e Infraestructura de Salud, explicó uno a uno los cambios propuestos en la ley.

Sobre la prueba indicó que “la ventaja de adherir al examen único de la Nación es que el ministerio nacional tiene la posibilidad de tener una comisión de profesionales por cada especialidad, y ellos hacen las preguntas del examen. Incluso hay bancos de preguntas. Esto garantiza que las preguntas no den lugar a dudas y, además, que no trasciendan; por lo tanto, no hay forma de copiarlas de un año a otro. En la provincia, un grupo pequeño de especialistas ad honórem colaboraban con las preguntas, pero llegaba un punto en que no sabían qué preguntar. En cuanto a la apelación del examen, si las preguntas son mejores se garantiza que no haya necesidad de apelar el examen”.

Este año, Salud decidió no devolverles el examen corregido a los estudiantes. En su lugar, los aspirantes a las residencias conocían las respuestas correctas 48 horas después de ser evaluados. Con este simple cambio comprobaron que sólo en el 10% de los casos había razones objetivas para revisar las correcciones.

Cambiar de especialidad

En cuanto a la prohibición de abandonar el cursado de una residencia, Flores explicó que, “si un residente no quería continuar con la especialidad para la cual rendía, ese cargo lo perdíamos, pero también al profesional.

En cambio, de este modo, si el residente descubre que no le gusta la especialidad para la que rindió, puede rendir para otra al año siguiente y deja esa vacante para el mejor posicionado en la escala de puntaje lograda durante el examen. Es que, suponiendo que terminara la residencia, seguramente no la iba a ejercer, y tampoco nos sirve eso”.

Desde que empezó a regir la Ley de Residencias Médicas en la provincia, cada año se suman más vacantes para cubrir las distintas especialidades, pero siempre quedan profesionales fuera de esta formación.

Para dar un ejemplo, el año pasado había disponibles 295 cargos pero se inscribieron 430 estudiantes. Este año,Salud dispuso 360 cargos y rindieron el examen 584 alumnos, lo que muestra que faltan cargos en el sistema para cubrir la demanda. De todos modos, dentro de las ofrecidas hubo especialidades que quedaron desiertas.