Lograr que más chicos asistan a la escuela, pero que el costo de retenerlos no sea el deterioro de su aprendizaje es lo que desvela a las autoridades de la Dirección General de Escuelas (DGE), que toman decisiones en sintonía con los lineamientos planteados desde la Nación, a partir de la nueva ley de educación.

Y pese a que desde el año pasado algunas políticas educativas –las de mayor peso por los cambios que producen–, han sido controvertidas, la actual gestión tiene una prioridad: que la secundaria se convierta en un nivel al que acceda toda la población en edad de hacerlo. “Es nuestra obsesión porque la primaria, al ser históricamente obligatoria, está más organizada”, confesó María Inés Abrile de Vollmer, la titular de la DGE.

Esta semana, después de que se publicara en el Boletín Oficial la polémica resolución que establece un nuevo régimen de disciplina (sin amonestaciones) y asistencia, Vollmer reunió a los periodistas para demostrar que, aún con las complicaciones que a la escuela y al Gobierno les significan, “las estrategias de calidad para contener la problemática de la masividad están dando resultados”.

No sólo hay más estudiantes, sino que les está yendo mejor, según concluyó la funcionaria.

La funcionaria apeló a la estadística y contó que en 2013 se inscribió en primer año del secundario el 20,63% más de chicos que en 2012 (de 18.250 se pasó a 22.020). Para contenerlos se crearon 16 escuelas y 9 aulas satélites el año pasado, a las que actualmente se suman cuatro nuevas instituciones.

Siguiendo con la intención de acallar las críticas, dijo: “No se trata sólo de normas de convivencia”, hablando luego del impacto que políticas como la modificación del sistema de evaluación en el Nivel Medio, planteada en 2012, tuvieron en el rendimiento escolar.

Promocionó sin llevarse materias el 5% más de estudiantes que en 2011 y por otro lado, aumentó la retención de chicos de secundaria (97% a 98%).

Eso produjo que el abandono escolar se ajustara al 1%, lo que para la DGE, se traduce en sólo 1.000 alumnos fuera de la escuela.

“Los chicos no se bajaron de este paradigma de escuela obligatoria”, opinó Abrile de Vollmer, quien añadió que estos indicadores fueron producto también del aumento de los profesores de apoyo, la aparición de los tutores, el programa Conectar Igualdad y las jornadas docentes.

“No es nivelar para abajo”

Livia Sández, subsecretaria de Calidad Educativa, explicó que ese 1% de abandono escolar al que se llegó, se calculó en base a quienes se inscribieron efectivamente a inicios de 2012 en la escuela, en comparación con el registro de 2011.

“Si se contemplan los cambios de escuela producidos a mitad de año, el porcentaje puede variar en algún punto, aunque no será notorio. Eso lo sabremos cuando la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa, órgano estadístico nacional, tenga listo su informe”, sumó.

Respecto del incremento en la promoción de los alumnos de secundaria –sin detallar lo que pasa en cada año de ese nivel–, la subsecretaria de Educación, Mónica Soto, aclaró que mientras en 2011 aprobó sin llevarse materias el 43% de los alumnos, en 2012 ese porcentaje creció a 48%, como consecuencia de los cambios en las evaluaciones y también porque se intensificó el apoyo escolar en el último mes del último trimestre.

“Creció de 55% a 61,5% la cantidad de chicos que en diciembre aprobaron las materias que se llevaron. Otro dato es que después de modificar las fechas de las mesas de exámenes (planteadas en marzo/julio y octubre), el 70% de los estudiantes aprobó sus materias previas. Los alumnos no tenían buenos resultados tras los recesos y era mejor que rindieran estando en actividad escolar”, dijo Soto.

“La masividad no es nivelar para abajo”, volvió a reforzar Vollmer y habló del impacto que en algunos sectores tiene la obsesión oficial por lograr este binomio tan pretendido de inclusión/calidad.

“Existe un prejuicio de que una escuela selectiva era mejor porque iban los que tenían capacidades y que al ingresar quienes estaban afuera se empobreció”, deslizó la directora de Escuelas y luego reiteró el camino que siguen en materia educativa: “Nuestra preocupación es contener la problemática que encierra la masividad, resolver cómo hacer para que en ella haya calidad”.