El monto de la Asignación Universal por Hijo aumentará en casi un 26 por ciento a partir de este mes, anunció ayer la presidenta Cristina Kirchner en un acto en el que también dio noticia de un nuevo régimen en el sistema de asignaciones familiares y firmó el decreto que autoriza la creación de cuatro nuevas universidades privadas. El beneficio a las familias de trabajadores desocupados, en negro y empleadas domésticas subirá así de 270 a 340 pesos mensuales: “Esto significa poner en el mercado y en las familias 5200 millones de pesos más” respecto de los fondos que se destinaban hasta ahora, ponderó la mandataria, que destacó que con este aumento el gasto social del Estado, “hablando únicamente de Asignación Universal por Hijo, del régimen de asignaciones familiares por embarazo y de las no contributivas por discapacidad”, asciende a casi dos puntos del Producto Bruto Interno.

Durante la ceremonia, que se transmitió por cadena nacional, CFK defendió ese instrumento para “que todos los argentinos conozcan sus derechos y puedan tener acceso a la información”. De buen humor, la mandataria se permitió varias bromas, les dedicó unas líneas, sin nombrarlos, al gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, y al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, mientras que destacó que la Argentina es un país con “mucha libertad, libertad de enseñanza, libertad de culto, libertad de expresión, libertad pero para todos” al contrario de lo que denuncian algunos medios y sectores de la oposición. “La historia hay que contarla completa, en serio, toda, y que nos dejen hacer a nosotros, a cada uno de los argentinos, nuestra propia evaluación”, pidió.

“En momentos en donde todo el mundo habla de desempleo, de rebaja de sueldos, de jubilaciones, de reducción de beneficios sociales, estamos nosotros incrementándolos en forma muy importante”, celebró Fernández de Kirchner, quien destacó que “si el Estado hace un esfuerzo en momentos de crisis global, de caída de la actividad económica, lo hace, precisamente, para sostener a los sectores de mayor vulnerabilidad”. Esta preferencia no es (solamente) “porque lo necesitan”, destacó la mandataria, sino también por razones económicas: cada peso que el Estado vierte en el primer decil, el 10 por ciento más pobre de la población, se multiplica en la economía nacional 3,68 veces. El mismo ratio medido en el sector de mayores ingresos sólo “rebota” 2,38 veces.

Esto se debe, explicó, a que los sectores de altos ingresos tienen mayor capacidad de ahorro, no lo vuelcan al consumo o lo hacen afuera del país, mientras que “los sectores más vulnerables, que más lo necesitan, consumen, fundamentalmente, lo que es alimentos, bebida, ropa, calzados, útiles escolares”, lo que mantiene en movimiento la rueda del mercado interno. Otro punto sobre el que CFK llamó la atención es que, si bien la distribución del ingreso está acercándose lentamente al fifty/fifty, “el problema es cuando analizamos la mitad de los trabajadores, cómo se distribuye dentro de ese fifty/fifty el ciento por ciento de ese fifty/fifty”.

En ese marco fue que hizo el anuncio de un “nuevo paradigma” a la hora de calcular las deducciones por hijo al Impuesto a las Ganancias y las asignaciones familiares de forma tal de dejar de beneficiar a grupos familiares que no lo necesitan y concentrarse en los menos favorecidos. Así, además de recalcular los aumentos para las categorías existentes, una franja de trabajadores con ingresos de 5200 a 7000 pesos, que hasta ahora no recibían ningún tipo de transferencia del Estado, ahora será beneficiaria de esta remuneración. Al mismo tiempo se cruzarán los datos de las parejas para evitar que en una familia en la que uno de los cónyuges tenga ingresos muy altos (más de 50 mil pesos) por los que realiza las deducciones correspondientes por hijo al pago de Impuesto a las Ganancias, el segundo, sin trabajo o con un trabajo de baja remuneración, se vea beneficiado por las asignaciones.

El anuncio se realizó desde el Salón de las Mujeres, una de las locaciones favoritas de la Presidenta para este tipo de noticias. Las butacas estaban ocupadas por sindicalistas y dirigentes políticos cercanos al Gobierno, como Hugo Yasky, Edgardo Depetri y Martín Sabbatella, funcionarios de la Anses, miembros de La Cámpora (Andrés Larroque y Juan Cabandié), la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y otras figuras del Gobierno, mientras que en la mesa junto a CFK tenían un lugar el gobernador misionero, Maurice Closs; el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el ministro de Educación, Alberto Sileoni, y el titular de Anses, Diego Bossio. La concurrencia se completaba con militantes que celebraron con cantos y aplausos la noticia.

Durante su mensaje, Cristina Kirchner apuntó a quienes cada vez que se da un aumento de la AUH comienzan con “un movimiento de precios en rubros tales como alimentos, bebida, calzado y ropa, fundamentalmente, que son los cuatro sectores de mayor consumo de los sectores más vulnerables”, por lo que les pidió “a todos los formadores de precios” que “habida cuenta de que han cerrado todos los convenios colectivos de trabajo no traten de hacer lo que siempre pasa”, es decir un aumento indiscriminado de precios. En ese pasaje del discurso, recordando lo que sucedía durante la gobernación de Néstor Kirchner en Santa Cruz, aprovechó para mandarle un mensaje al actual mandatario, Daniel Peralta, quien se encuentra con problemas financieros de los que culpa al Estado nacional: “Durante 12 años en Santa Cruz se cobraron los sueldos el 1 al 5 de cada mes”, dejó caer.

Mauricio Macri también tuvo su momento, aunque tampoco fue nombrado: al recordar un pasaje del libro Sarmiento, periodista en el que se narra cómo el ex presidente durante su mandato mandó a cerrar dos diarios, La Nación y La Prensa, CFK le recomendó la lectura al jefe de Gobierno porteño: “Hay un dirigente político que dice que, cuando entramos en cadena nacional, él lee un libro. Bueno, éste es bueno, no sé si llegará. Por eso lo puse en amarillito (agregó, señalando los separadores que marcaban el libro). No, no, es cortito, tiene 300 páginas. Yo creo que lo termina más o menos rápido”.

También mencionó que había leído que a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, la querían procesar por el uso de la cadena nacional. “Es con las mujeres el tema me parece, estoy convencida y después de algunas cosas que vi este fin de semana, me doy cuenta de que es con nosotras el tema”, añadió, en alusión a la tapa del último número de la revista Noticias.