Impulsado por la diputada por Mendoza Mariana Juri, el Congreso Nacional convirtió en ley una iniciativa que busca garantizar el derecho de no videntes y personas que sufren disminución visual a transitar libremente junto a perros de compañía.
 
La norma apunta a que las personas que utilizan esta herramienta puedan manejarse y permanecer en espacios públicos sin ser expulsados por la presencia del can. Los espacios hoy permitidos son cines, teatros, salas de conferencia, hoteles que no aceptan mascotas, colectivos de larga distancia e inclusive aviones, sin tener que despachar al animal en la bodega con el resto del equipaje.

Una ley similar rige en Mendoza desde 2008 y nació de un proyecto de la entonces legisladora Mirta Díaz, que define como "perro guía" a los utilizados por personas no videntes o disminuidas visuales, "adiestrados especialmente para el acompañamiento, la conducción y la ayuda de estas personas".

En el momento de su sanción, se anunció que el Cuerpo de Canes de la Jefatura de Unidad de Cuerpos Especiales del Ministerio de Seguridad sería el organismo responsable del control sanitario de los canes guía, teniendo a su cargo la entrega de un distintivo identificatorio.

A nivel nacional, convertido en ley y en derecho para los no videntes, el proyecto de Juri apunta a asegurar otros dos aspectos: que el ingreso de una persona no vidente a cualquier espacio esté integrado a la presencia constante del perro de asistencia y a la gratuidad de este acompañamiento, siempre y cuando el perro no requiera la prestación de un servicio específico económicamente evaluable.

"Con este proyecto buscamos salvar el vacío legal debido a la falta de una ley nacional que permita a todos los usuarios de estos canes ingresar a un lugar de acceso público como lo hace cualquier otro ciudadano", afirmó la diputada nacional, quien recibió el apoyo de sus colegas Ivana Bianchi y Silvia Majdalani y del senador Horacio Lores a la hora de aprobar la ley.
 
"Esto, a su vez, nos va a dar la posibilidad para poder promover la utilización de los animales de asistencia y, quizá en un futuro, contar con un centro de adiestramiento en Argentina", agregó Juri.

El proyecto, que fue presentado a principios de año, contó con el apoyo de asociaciones y entidades vinculadas a la problemática de la discapacidad de todo el país y pretende poner fin al trato desigual que reciben los no videntes que utilizan perros guías en el transporte público o en el ingreso a lugares privados con acceso público, como restaurantes, cafés y comercios en general.

Sin centros de adiestramiento

Como ya se dijo, en Mendoza la ley rige desde 2008 y a pesar de que son muy pocas las personas no videntes que utilizan perros guías, el titular de la recién creada Defensoría de Personas con Discapacidad, Juan Carlos González, aseguró que la norma se cumple. "Conozco el caso de gente que ha llegado desde el exterior con sus perros guías y no han tenido ningún problema en lo que a turismo se refiere", confió el funcionario.

González, que es no vidente, afirmó que las causas por las cuales no haya o que haya pocos perros guías en nuestra provincia es por la ausencia de centros de adiestramiento. "No contamos con un lugar en el que se haga un trabajo profesional en cuanto a la selección y el entrenamiento de perros. Además, el usuario tiene hasta que convivir con el animal durante un tiempo. Son procesos muy largos y costosos desde el aspecto económico", agregó.

Mientras tanto, con respecto a la la sanción de la ley nacional, el mendocino se mostró satisfecho y esperanzado. "Es importantísimo que la legislación abra las puertas a que esto comience a proliferar. Hay leyes que van detrás de la realidad, esta una norma que abre caminos para nuevas realidades, que hace pensar que pueden comenzar a crearse centros de adiestramiento profesionalizados", finalizó González, quien además colaboró en el proyecto de la ley provincial.