"A fin de año", "el próximo verano", "faltan tres meses de obra". Si bien una cierta demora es bastante habitual cuando de obras públicas se trata, la zona de Potrerillos ha ido acumulando un sucesión de nuevos plazos.

En particular, en lo que se refiere a tres proyectos, que aún no se concretan: la construcción de una ruta que vuelva a conectar Cacheuta con esta localidad cordillerana; el ofrecimiento de ciertos servicios en la ribera del embalse para que puedan disfrutar los visitantes; y la reapertura del tradicional hotel.

La ruta interminable

Apenas empezó 1999, la antigua ruta a Chile, que pasaba por el sinuoso camino de Cacheuta, se cerró para iniciar las obras de construcción del dique. Desde entonces, quienes van a alta montaña o pretenden cruzar al vecino país evitan las localidades al norte del puente colgante. Los pobladores de estos sitios han oído reiteradas promesas de pronta terminación de la ruta 82, que volvería a conectar Cacheuta con Potrerillos a través de un recorrido turístico.

"Este es el cuarto gobernador que asume con el camino cortado. Y sigue siempre igual, con poco movimiento", plantea Lucía Brenn, de la Colonia Suiza. Es que al dejar de ser el paso obligado a la alta montaña, los comerciantes y emprendedores turísticos sufrieron una merma importante de viajeros de paso. En abril de este año, los habitantes de Cacheuta hicieron un corte simbólico de la ruta 7 para reclamar que se termine la obra y así poder acceder a servicios de salud, educación y turismo que se ofrecen en Potrerillos.

La extensión total de esta nueva vía de conexión ronda los 17 kilómetros e inicialmente se había previsto completarla en tres tramos. El primero, que se habilitó en julio de 2007, va desde el túnel 1, sobre la ruta 82, hasta los caracoles que conducen al coronamiento del dique. Al principio se permitió el acceso vehicular a este punto, donde se aprecia una vista privilegiada del embalse, pero después se cerró el paso más allá de una casilla a la altura del puente colgante.

El tercer tramo se conoce como el camino del perilago y es un paseo con miradores, contiguo a la ribera sur del espejo de agua. Une la futura conexión entre la ruta 82 y la ruta 7 con la rotonda del Hotel de Potrerillos y se inauguró en diciembre de 2007.

Sin embargo, el segundo tramo -el que conecta toda la ruta- sufrió una serie de complicaciones y todavía no se completa. Es que el proyecto original contemplaba que los vehículos pasaran por sobre el paredón y a través de un túnel por el cerro Cacheuta, para descender al nivel del río del mismo nombre. Pero expertos desaconsejaron esta opción porque el tránsito podía dañar unos sensores sísmicos dentro de la presa. Para entonces, ya se había avanzado en las voladuras del túnel y de la ladera de un cerro, con lo que se dañó el acueducto que lleva agua a Potrerillos.

A partir de esto, se decidió dividir el tramo 2 en dos etapas. Una va prácticamente hasta la boca del futuro túnel y el asfalto se terminó ayer, aunque quedan pendientes algunas terminaciones, como los miradores. Mariano Pombo, asesor de la Gobernación, detalló que han solicitado a especialistas de la UTN La Plata que analicen un par de alternativas para la segunda etapa. Es que se podría aprovechar el túnel parcialmente creado -aunque la roca en este sector no es tan firme como se esperaba- o elegir otro lugar para dinamitar el cerro, con lo que además se acortaría un poco el camino.

Pombo aseguró que el financiamiento para esta obra está asegurado y que aprovecharán la temporada invernal, cuando no se puede utilizar asfalto, para terminar de definir la traza. De todos modos, será necesario un nuevo llamado a licitación para concretar la obra.

La playa que no llega

En cuanto el embalse tuvo un buen nivel de agua, la gente empezó a meterse para refrescarse. Es que el espejo se puede utilizar para practicar deportes náuticos con embarcaciones sin motor -ya que el líquido almacenado es el que se potabiliza para la población del Gran Mendoza- pero está prohibido nadar por el riesgo que implica el terreno sumergido.

En diciembre de 2006 se anunció que se iba a permitir que los turistas se bañaran en dos sectores donde el agua cubre tramos de la ruta, pero se volvió a la prohibición. Y en noviembre de 2010 se anunció que se iba a habilitar una playa de uso público para la siguiente temporada estival, basada en un anteproyecto que resultó ganador en un concurso arquitectónico que lanzaron en conjunto la Secretaría de Ambiente y el Colegio de Arquitectos de Mendoza.

Sin embargo, pasaron los últimos dos veranos y quienes visitaron Potrerillos -se estima que los fines de semana van hasta 30 mil personas- no sólo no pudieron meterse al agua, sino que tampoco encontraron en el perilago servicios mínimos, como sanitarios.

Pablo Portuso, asesor de la secretaría de Ambiente, detalló que el equipo ganador del concurso nacional está trabajando en el diseño arquitectónico de toda la propuesta, que incluye unos 400 metros de playa, áreas verdes, estacionamiento, miradores, servicios, churrasqueras, un edificio de control náutico, un embarcadero, un centro de entrenamiento y la remodelación del casco histórico.

El funcionario estimó que en unos 90 días se podría avanzar en la manifestación de impacto ambiental y que a fin de año se llamaría a licitación para una primera etapa de obras (playa, churrasqueras, estacionamiento, servicios). En tanto, para las otras dos, que incluyen el centro de alto rendimiento y la remodelación del casco histórico, se deberá conseguir financiamiento.

Rodolfo Navío, presidente de la Asociación Turística del Valle de Potrerillos, indicó que los visitantes les comentan que es una pena que no haya un balneario, por lo que consideró que al menos habilitar la playa pública, tanto para mendocinos como para foráneos, sería fundamental.