La difícil temporada hídrica 2010-2011 pone a prueba, por primera vez desde su inauguración (fue en 2001), al dique Potrerillos.
El pronóstico elaborado por el Departamento General de Irrigación (DGI) es claro: el río Mendoza tendrá un régimen hidrológico “seco” de acá a setiembre del año que viene. Se considera la peor marca de los últimos diez años (ver infografía). “Desde su existencia, el embalse nunca fue tan necesario como en este momento”, reconocieron en la división Evaluación de Recursos Hídricos del DGI.
El río Tunuyán tiene el mismo pronóstico: “seco”. Los ríos Diamante, Atuel, Malargüe y Grande no están mucho mejor. Los estudios del DGI le anticipan un caudal “pobre” para el ciclo que recién comienza. Este panorama fue el que llevó al Gobierno provincial a decretar la emergencia hídrica, que afecta principalmente el agua de riego en toda la provincia.
El líquido destinado al consumo humano está garantizado por la Ley de Aguas y remarcado como prioridad en el decreto de emergencia hidrológica firmado por el gobernador Celso Jaque el lunes pasado.
Potrerillos regula el caudal del río Mendoza, cuyo escurrimiento está 60% por debajo de la media histórica, que es de 1.460hm3. El derrame anual 2010-2011 alcanza apenas los 850hm3 y está muy cerca de la mínima histórica, que es de 736hm3, según el informe del DGI (ver infografía).
El bajísimo caudal que este río tendrá los próximos 11 meses se debe a que no nevó lo suficiente durante el invierno. “Es difícil medir el impacto que la situación tendrá para los regantes del río Mendoza, porque no se puede determinar cuál será el escurrimiento de la poca nieve que hay en alta montaña durante los próximos dos meses, cuando mayor demanda existe”, resumió Rubén Villodas, jefe de la división Evaluación de Recursos Hídricos del DGI.
“Lo que sí podemos decir es que Potrerillos se está usando como nunca. Desde que entró en funcionamiento es la primera vez que el embalse enfrenta un pronóstico seco. Para dimensionarlo mejor le doy un dato: al dique entran 20m3 de agua por segundo y salen 35m3 por segundo. Los 15m3 de diferencia se obtienen de las reservas. Si no existiera Potrerillos, la situación sería muy crítica” añadió Villodas.
El año “seco” que le espera a Mendoza se va a sentir en muchos aspectos.
Irrigación tendrá que optimizar aún más el manejo de erogación de caudales de Potrerillos y los demás embalses (Carrizal, Agua del Toro, Los Reyunos, Nihuil y Valle Grande). La primera consecuencia ya se siente: este año no habrá riego tendido (permanente) y regirá toda la temporada el sistema de turnos.
Además se endurecerán las restricciones para los regantes que no estén al día, habrá que impermeabilizar más canales y deberá acudirse al agua subterránea (de pozo) para complementar la falta en superficie.
El agua para consumo humano está garantizada. Sin embargo, Aguas y Saneamiento Mendoza (AYSAM, ex Obras Sanitarias) también deberá reforzar medidas para colaborar con la situación de emergencia. Además deberá apurar obras de modo tal que la potabilización también quede asegurada. Sobre todo en Godoy Cruz, Guaymallén, Las Heras y Ciudad, algunos de los departamentos que más sufrieron durante la última temporada de verano.
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2010/10/10/nota255468.html
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