Un día después de que Capital decidiera prohibir el funcionamiento de locales donde se pueda ejercer la prostitución (cabarets, whiskerías, residenciales, departamentos o saunas), esa Comuna informó que son sólo tres los reductos de clase “A” habilitados, tipo cabarets, por lo que más allá de que no se puedan abrir nuevos espacios, ahora es preciso ir contra la red ilegal que se esconde detrás del escenario visible.

El concejal radical Rodolfo Suárez había hablado el martes de que “en la Segunda, Tercera y Cuarta Sección de Ciudad hay como mínimo una veintena de residenciales que funcionan como alojamiento pero en realidad ofrecen estos servicios” y recalcó que, a diferencia de los cabarets, no están autorizadas a prestar esos servicios como tampoco los saunas ni departamentos privados.

Funcionarios e intendentes coinciden en que la medida de Capital es positiva en cuanto a que actualiza el debate sobre la lucha contra la explotación sexual y la trata de personas, íntimamente ligadas a esa actividad, pero entienden que la solución debe ir más allá. El director de Protección de Derechos contra la Trata de Personas de la Provincia, Rubén Cuello, opinó que la política será efectiva siempre y cuando se aborde de manera integral: “De lo contrario, puede generar circuitos paralelos”.

Se refiere a la posibilidad de que tanto los dueños de los reductos como las mujeres implicadas en el servicio en Ciudad se trasladen a departamentos cercanos.

En sus Comunas no hay casos

A Guaymallén se fueron quienes ejercían la prostitución en la zona de la Cuarta Sección y el intendente Alejandro Abraham contó que esa situación “nos causó un inconveniente”. Después explicó que “hubo vecinos que se quejaron por el escenario que se les presentaba en la puerta de su casa, aunque también generó que hubiera más policías custodiando”.

Tras recordar el caso de las trabajadoras sexuales hoy en la periferia del zanjón Cacique Guaymallén, el intendente Abraham añadió: “No tenemos ordenanzas específicas, porque nuestra situación no es la de Capital ni en Guaymallén proliferó la actividad como allí. De todas maneras, nos guiamos por las leyes que ya existen al respecto” y luego deslizó estar de acuerdo con la política de Capital “porque si bien los prostíbulos ya están prohibidos, pone sobre el tapete nuevamente la problemática que debe abordarse desde otros aspectos, por ejemplo, indagando sobre las causas económicas y socioculturales de quienes están involucradas”.

En Maipú tampoco tienen rastros de la actividad. Así lo manifestaron desde el Municipio, en representación del cual el director de Fiscalización, Enrique Vitale, explicó: “Ni se habilitan cabarets ni hemos recibido denuncias por situaciones ilegales. La ordenanza 4485 regula los locales bailables y establece las condiciones en las que pueden funcionar. En el caso de los hoteles alojamientos, para que sea habilitado debe aprobarlo el Concejo Deliberante”.

Contra el delito, no las víctimas

“El 90% de los casos de trata es por explotación sexual, de acuerdo a los datos de la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas de la Nación”, indicó Vanina Abraham, directora de Promoción de Derechos contra la Trata de Personas. “Las normas generan cultura, ponen el tema sobre el tapete y hacen que los medios aborden la temática”. agregó.

La funcionaria recalcó que hay que evitar confusiones: “Capital prohibió la habilitación de locales donde pueda ejercerse la prostitución y, sobre todo, aquellos que puedan ser un escenario donde se desarrolle la trata de personas con fines de explotación sexual. Digo esto porque los prostíbulos ya estaban prohibidos (Ley 12.331, artículo 17). Por otro lado, para nuestro sistema jurídico no es ilegal ejercer la prostitución, sí lucrar con la prostitución de otros”.

Y avanzó: “Aunque cayó en desuso, el Código de Faltas sanciona la exhibición y la obscenidad en la vía pública: el error es que es una norma muy vieja que criminaliza a la mujer y no, por ejemplo, al cliente”.

Sin clientes no hay trata

Rubén Cuello remarcó que el “prostituyente”, es decir quien consume los servicios en esta red ilegal, es responsable y debe tomar conciencia de todo lo que se genera con esa actividad. Es este aspecto el objetivo de la campaña de concientización del Gobierno ya que “sin clientes no hay trata”.

“Muchas veces pensás que consumís prostitución y estás consumiendo trata, porque la víctima de trata no es la que está encerrada, maniatada y secuestrada. Es también esa a la que alguien obliga a intercambiar su cuerpo por dinero”, señaló Abraham, quien motorizó la promoción que en distintos soportes está vigente hoy en la Provincia.