El seguimiento que hace el Programa de Sanidad Escolar de la provincia mostró una vez más que los malos hábitos alimentarios están haciendo mella en los niños de 6 y 11 años, al menos entre los 4.857 que fueron evaluados durante el ciclo lectivo 2013. Los resultados presentados ayer reflejaron que el 30% de los chicos participantes del control pesan más de lo que deben con relación a su talla y el 57% presenta caries. Lo llamativo de los datos es que continúan siendo muy similares a los registrados en el 2009, cuando se puso en marcha el plan para evaluar la salud infantil. Ese año, los porcentajes de obesidad y sobrepeso sumaron entre los dos 38%, mientras que las caries superaron el 50% de los chicos estudiados.

Con este escenario vale preguntarse qué influencia tiene en territorio el diagnóstico que producen desde el Prosane, año tras años, como también el papel que están cumpliendo varios programas preventivos que tiene en funcionamiento el Ministerio de Salud, como el Programa de Educación y Comunicación para la Salud, el Programa Provincial de Odontología y el Departamento de Nutrición y Alimentación, sólo por tomar algunos al azar.

Al trabajo que aporta el Prosane hay que sumarle la tarea que realiza la Dirección General de Escuelas, el Ministerio de Desarrollo Social y la propia cartera dirigida por Juan Manzur a nivel nacional que promueve la misma estrategia en todo el país. De hecho ayer realizó el lanzamiento en Mendoza de la campaña 2014.

Como suele ocurrir a la hora de medir la efectividad de una política sanitaria pública, la estabilidad de los porcentajes o cuando aparecen aumentos en los mismos son explicados por la mejora en la búsqueda y ampliación de la información.

“Se encuentra más porque se busca más”, dijo la titular del Prosane, Ana Houdek, y defendió la utilidad de los datos que produce por su calidad estadística. Pero en cuanto a los efectos prácticos sobre la mejora de la salud infantil indicó que “el programa busca los datos, luego hay todo un sistema de derivación de los chicos para que sean atendidos en los centros de salud más cercanos y vemos que los chicos presentan mejorías”, sin poder precisar cuántos de los niños obesos o con caries cambiaron sustancialmente sus hábitos de alimentación y mejoraron su higiene bucal.

El informe 2012 consignaba que de todos los chicos derivados a diversas especialidades sólo el 20% había asistido a los controles recomendados desde el Prosane.

En este sentido, Houdek invitó a los padres a comprometerse con el cuidado de salud de sus hijos ya que luego son la base de otras enfermedades, como la hipertensión arterial, cuadro que también está comenzando a encontrarse entre los chicos, o la pérdida de piezas dentales permanentes a muy temprana edad.

De igual modo reconoció que aún falta trabajar más para que los datos que muestra el seguimiento del Prosane puedan reflejar una mejoría importante.

“Cuando vemos otra vez a los chicos que hemos derivado porque tienen obesidad, por ejemplo, lo que vemos es que hemos movilizado al equipo de salud, estamos trabajando para crear conciencia sobre la alimentación saludable, sobre el ejercicio para combatir el sedentarismo, sobre la salud bucal, para que los papás los lleven al control médico cuando son derivados, hay que seguir trabajando para bajar más los porcentajes”, agregó la especialista.

La variación de los chicos incluidos en la muestra es otro tema analizable. La información oficial indica que 2009 fueron evaluados 10.560 alumnos en 6 departamentos; en 2010 se examinaron 15.687 de 8 departamentos; en 2011 controlaron a 8.744 escolares de 12 departamentos y durante el 2012 participaron en la campaña 9.740 chicos de 12 municipios en 165 escuelas, donde también se incluyeron establecimientos en condiciones de alta vulnerabilidad social, económica, de salud con dificultades para el acceso al sistema sanitario.

En tanto en 2013 se evaluaron 4.857 alumnos de 68 escuelas en 7 departamentos. Esta reducción con relación a años anteriores, indica el informe, “se debe a la demora en el envió de fondos de la Nación que generó el inicio del programa a fines de setiembre”.

Es decir, cuatro años después del inicio del Prosane fueron revisada menos de la mitad de los niños, casi los mismos resultados.

En resumen

►Cada año. Se controlan parámetros que sirven para determinar el estado de salud de niños de escuelas primarias, estatales y privadas.

►Más datos. Además de obesidad y caries, se observó que el 63% de los chicos tenía piojos y que sólo el 54% tenía completo el calendario de vacunación.

►20 por ciento de los chicos derivados fueron al especialista. Uno de los puntos débiles de la campaña de control de la salud infantil es que los papás no suelen seguir la recomendación realizada para corregir el sobrepeso de sus hijos, o la falta de visión o cualquiera de los otros cuadros señalados por los profesionales.