Por Sebastian Abrevaya

Sin presencia de la oposición en el debate, el kirchnerismo logró avanzar ayer con dos de los seis proyectos de reforma del Poder Judicial. El oficialismo firmó el dictamen de mayoría en el Senado sobre las iniciativas de reforma del Consejo de la Magistratura y de creación de tres tribunales de Casación, que se tratarán en el recinto el próximo miércoles. El Frente para la Victoria convocó al ministro de Justicia, Julio Alak, y al secretario de Justicia, Julián Alvarez, quienes defendieron las iniciativas, mientras que la oposición prefirió realizar una conferencia de prensa y no participar del plenario de comisiones por considerar que se trató de un tratamiento “express” y sin aceptar modificaciones. “Nadie les pide que estén de acuerdo o que no estén de acuerdo, pero que discutan, vayan y debatan. No ir a debatir es una política que no sirve”, sostuvo ayer el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, durante un acto.

La amplia batería de medidas anunciada el lunes por la presidenta Cristina Fernández ya dio sus primeros pasos en el Congreso, donde el oficialismo apuró todavía más su tratamiento luego de la ausencia opositora. Las reformas del Consejo de la Magistratura y la creación de las Cámaras de Casación iban a ser analizadas y debatidas entre ayer y hoy, con la presencia de los funcionarios nacionales y de otros especialistas que fueran convocados. Sin embargo, el kirchnerismo acortó los tiempos y firmó el dictamen ayer mismo, cuando la UCR, el FAP y el peronismo disidente no participaron de la comisión. El tercer proyecto que ingresó al Senado, de limitación de las medidas cautelares, será analizado hoy en comisión, para lo que volverán a exponer los funcionarios nacionales. De conseguir dictamen, el proyecto que fija un plazo de seis meses para las medidas cautelares contra el Estado podría sancionarse el próximo jueves.

“Hemos decidido no participar de esta especie de democracia de los consensos de los hechos consumados a los cuales el oficialismo nos convoca”, aseguró el jefe del bloque radical José Cano, durante la conferencia de prensa. El socialista Rubén Giustiniani también cuestionó la metodología planteada por el oficialismo y consideró que se trata de “un grave error para impedir un debate democrático participativo y la imposibilidad de que las propuestas de la oposición puedan plasmarse”. El cordobés Luis Juez le pidió públicamente al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, que se pronuncie sobre las iniciativas.

Los únicos dos senadores no oficialistas que asistieron al plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto fueron Samuel Cabanchik (Probafe) y Sonia Escudero (Peronismo disidente), quienes de todas maneras no firmaron el dictamen.

“El Senado tiene reglas de funcionamiento. Hay un tratamiento en comisión y por supuesto allí tienen que participar los senadores que la integran. Lamentablemente, la ausencia les ha impedido hacer aportes. Queda el espacio del recinto y, si sugieren algo razonable, podemos analizarlo en ámbito del debate”, aseguró el jefe del bloque oficialista, Miguel Piche-tto, desestimando las críticas opositoras. Y aunque no anuló la posibilidad de introducir algún cambio en el recinto, ratificó que la bancada oficialista acompaña siempre “con mucha convicción” las propuestas del Ejecutivo.

El ministro Alak y el secretario Alvarez subrayaron la necesidad de implementar las reformas propuestas por la Presidenta y rechazaron la actitud opositora. “El Poder Judicial es del pueblo, no de los jueces ni de los académicos. Es el pueblo el que debe decidir con su voluntad quiénes integran el Consejo de la Magistratura”, señaló Alak, en defensa de la elección popular de los consejeros, una de las principales reformas al organismo, que pasará de 13 miembros a 19, ampliando la cantidad de académicos y científicos. La iniciativa “no pretende menguar la cantidad de representantes, pretende que provengan de diversas profesiones”, explicó Alak.

Además, ante la parálisis política en la que se encuentra actualmente el Consejo, se modifican las mayorías necesarias para tomar algunas decisiones, como la selección de los nuevos magistrados. “¿Cómo se pueden oponer a que los miembros del Consejo de la Magistratura sean elegidos por todos los argentinos mediante el voto popular?”, se preguntó Alvarez, quien aclaró que no se trata de la elección de los jueces por el voto popular, ya que éstos “deben ser independientes”, sino de los jueces que formarán parte de un “órgano político” como el Consejo. Por otro lado, Alvarez agregó que estas leyes “no sólo significan un cambio sustancial en el sistema operativo”, sino que “van acompañadas de la transformación de normas de fondo como son el digesto jurídico y el Código Civil y Penal”.

El segundo proyecto con dictamen de comisión establece la creación de tres Cámaras de Casación en los fueros Contencioso Administrativo, Laboral y de la Seguridad Social y Civil y Comercial. “No se trata de crear más burocracia”, aseguró Alak en respuesta a los cuestionamientos, y señaló que el objetivo es permitir que la Corte Suprema “pueda dedicarse a lo que debe dedicarse”, ya que “es imposible que puedan analizar tamaña cantidad de causas con celeridad”.

Enfrentados y sin verse las caras, la oposición y el oficialismo tendrán el próximo miércoles la oportunidad para discutir en el recinto, mientras en Diputados arrancarán a estudiar las otras tres medidas el próximo martes.