Comer verduras orgánicas, sin pesticidas ni conservantes y con bajo costo de producción, es el objetivo del proyecto Huertas Urbanas, implementado por la Municipalidad de Godoy Cruz.

La puesta en marcha de este plan, que apunta a la economía familiar y sobre todo, a la seguridad alimentaria, se realizó ayer en las instalaciones de la Iglesia Cristiana Evangélica Bautista, del barrio Covimet, sobre calle Formosa, distrito Las Tortugas, donde concurrieron funcionarios municipales y de organismos que sustentan la actividad, tal el caso del INTA y el Instituto Superior de Estudios Económicos de Cuyo (Isteec), dependiente de la Dirección General de Escuelas (DGE).

El sistema concibe la realización de pequeñas huertas de productos de estación en jardines, patios y hasta en macetas y canteros, recurso este último al que podrán apelar personas que vivan en departamentos de propiedad horizontal.

Para armar las huertas se contará con el asesoramiento del Isteec, cuyos alumnos, pertenecientes a la Tecnicatura Superior Agronómica y Orientación Apícola, enseñarán qué conviene plantar en cada época del año, cómo hacerlo y luego ayudarán con el seguimiento de los cultivos. Estos estudiantes se unirán a la iniciativa bajo el formato de pasantías.

El regente de esa institución educativa, Carlos Guajardo, explicó que además de la docencia sobre cómo plantar y qué elegir, los cursantes asesorarán también en otros proyectos que convergen o se vinculan con la huerta.

En un sector verde del templo evangélico, en el Covimet, se sembraron semillas de verduras de invierno, como remolacha y zapallito del tronco.

El pastor del lugar, Ramón Valenzuela, comentó que la huerta preparada en ese ambiente servirá de muestra para que los vecinos tengan una referencia de cómo proceder.

Otro morador de la zona, Víctor Sandoval (65, jubilado), que habita en los departamentos existentes en el lugar, próximo al carril Sarmiento, se conforma con hacer el ensayo en un cantero que tiene en un pequeño patio de su hogar, al carecer de espacio. "En nuestro caso nos interesa saber qué comemos, decidiéndonos por productos naturales y sin insecticidas".

La idea es juntar a varios vecinos y poder disponer de un terreno más grande para desarrollar el cultivo correspondiente. "Hay unas señoras que poseen un predio de buenas dimensiones, que no usan, y vamos a pedirles una porción de esa superficie e intentar allí una huerta urbana", añadió Víctor. Una vecina contó que realizar una tarea de este tipo es terapéutico, por el contacto con la naturaleza, aunque sea en pequeña escala. "Me produce una gran satisfacción ver los primeros frutos de la plantación", fue su razonamiento.

"El objetivo general del programa -razonó Diego Costarelli, director de Medio Ambiente del municipio de Godoy Cruz- es mejorar la seguridad alimentaria de la población, incrementando la posibilidad, accesibilidad y variedad de alimentos, mediante su autoproducción, con un enfoque agroecológico". Aclaró que lo que se obtenga de la tierra no es para vender sino para beneficio de la población de los barrios y de las distintas entidades sociales y comunitarias participantes.

Estos cultivos ecológicos y programados no solo son para las casas de familia o entidades, sino que pueden alcanzar a otros escenarios, como huertas escolares en instituciones educativas del departamento. "En este caso -dijo Costarelli- se trabajará en conjunto con el Proyecto de Educación Ambiental "Sembrando el cambio", en aquellos establecimientos donde se disponga de un espacio apto. También hay una variante denominada huerta socioeconómica, y los productos obtenidos podrán ser repartidos entre los participantes de las tareas.

Los municipales esperan ver en julio/agosto los primeros resultados del proyecto puesto en movimiento.

El programa cuenta también con el asesoramiento profesional de personal del INTA, que brinda un curso inicial en el que se explica detalladamente cómo comenzar el trabajo. La misma repartición entrega semillas con el correspondiente calendario de siembra. Para la jefa de la Agencia de Extensión Rural Luján de Cuyo, Clara Contardi, lo que se está encarando "es importante porque rescata los alimentos tradicionales, contribuyendo a una dieta equilibrada, a la protección de la biodiversidad agrícola y al uso sostenible de los recursos naturales".

Las próximas huertas urbanas que se encararán en el departamento corresponden al jardín maternal Jarillitas (barrio Los Barrancos I), centro de jubilados Sonrisas Otoñales y la unión vecinal Villa del Parque.

Semillas

La ingeniera agrónoma Contardi explica que la colección de semillas para la temporada otoño-invierno es muy generosa, pudiendo incorporarse acelga, arveja, cebolla, espinaca, zanahoria y remolacha. En el caso del jardín Jarillitas, en el oeste del departamento, si la huerta encuentra un aceptable desarrollo, su producción ayudará a potenciar el comedor escolar.