Las medidas e iniciativas para intentar contrarrestar el consumo de alcohol entre los jóvenes que van a boliches en Mendoza han sido innumerables.
 
Desde incentivos por parte de los locales y el Gobierno a quienes decidan no tomar una gota de alcohol (entiéndase: entradas liberadas para otros días y precintos que los identifiquen como "libres de alcohol") hasta campañas de concientización, con crudas imágenes y situaciones duras.

Sin embargo, entre tantos intentos y medidas, hace dos semanas se presentó una nueva en la Legislatura, aunque con un giro innovador: apunta a detectar a jóvenes alcoholizados antes de ingresar a los boliches para, en caso de tener más alcohol que el permitido en la sangre, directamente no se le permite entrar al local.

"Apunta a solucionar el problema de las previas, que terminan siendo previas de desastres anunciados. Muchos chicos llegan ya alcoholizados y entran así al boliche porque no quieren comprar los tragos adentro ya que es más caro. Es en el momento de antes de entrar donde tenemos que actuar", destacó el senador Armando Camerucci, autor de la iniciativa.

Entre los jóvenes consultados por Los Andes se dividen las opiniones, aunque la mayoría coincide en que no creen que sea del todo efectiva la medida en caso de que se transforme en ley.

Por su parte, desde la Dirección de Juventud anunciaron que están trabajando en una reforma integral de toda la ley de (ver aparte).

En detalle

Para el autor del proyecto, muchas de las medidas que ya se han ido incorporando para dar una solución a la problemática de conductores alcoholizados (una de las principales causas de accidentes durante los fines de semana) han quedado "desvanecidas en el tiempo".

"Las previas son un invento para ya ir alcoholizados a bailar. Sería bueno que los chicos salieran en un horario prudente, sin haber tomado alcohol y que dentro de los locales se diviertan, tomen un trago y luego regresen al hogar sabiendo quiénes son y qué están haciendo", continuó Camerucci.

El objetivo es agregar dos incisos al articulado de la denominada ley de Prevención nocturna de los Jóvenes. Estos serían los N y Ñ y solicitaría a los propietarios de los boliches realizar tests de alcoholemia aleatorios o por muestreo en las entradas de los locales.
 
"No sería obligatoria para todas las personas, sino que debería hacérceles a un grupo que represente una décima parte de la capacidad total del boliche. Esto sería como para arrancar y vemos si así podemos controlar las previas", continuó el senador.

Los tests se realizarían antes de ingresar al local y, en caso de que el joven supere el nivel mínimo de alcohol en sangre permitido (0,5 mg/l), no se le permitiría entrar. "Si supera el mínimo, desde el boliche podrían ampararse en el derecho de admisión para impedir que ingrese", continuó Camerucci, quien aclaró que esto no le da vía libre a los dueños de boliche para discriminar por otros aspectos y ocultar la negación en esta ley. "Siempre tiene que demostrarse que había consumido alcohol en exceso", repitió.

Para Camerucci falta una política que siga esta problemática desde cerca. "Tenemos como un subibaja con estos temas. Cuando hay accidentes con muertos en las puertas de los boliches o con la gente que vuelve, ahí salen todos: policías, padres preventores, operativos. Todo se reactiva. Pero después, cuando pasa, la atención se desvía. Falta una actitud sostenida en el tiempo", sentenció el senador de la UCR.

A pesar de los intentos, resultó imposible comunicarse con representantes de los propietarios de las discotecas de la provincia.

Un grupo de jóvenes consultados destacó que la iniciativa no es del todo mala y que podría sumar a todo lo que ya se hace (o intenta hacer) para la prevención y concientización. Sin embargo se mostraron escépticos frente a la efectividad.

"Yo he ido a previas, todos hemos ido a previas y la verdad es esa: uno toma en las juntadas para después no tener que gastar mucha plata en el boliche. Pero no sé si la solución es no dejar entrar a quienes llegan habiendo bebido de más. ¿Qué pasa con los que van en taxi, o con quiénes no manejan". Me parece discriminatorio", se explayó Martina (24), de Godoy Cruz.

Alejandro (20) celebró la inciativa. "Espero que se transforme en ley cuanto antes y sirva de algo. Lo que no me convence es que no se les vaya a hacer a todos, sino a solo una muestra de la gente que va. En ese caso sería que cuando se elijan esas personas se tenga en cuenta a aquellas que se nota mucho que vienen con unos vasos de más", destacó el joven.

"No quiero ser mala onda, pero para mí son puros anuncios, más de lo mismo. Después cuando se apruebe la ley estoy segura de que nadie lo va a hacer y con tal de llenar los boliches y recaudar más, van a dejar entrar a cualquiera", indicó Gabriela (22), con un fuerte escepticismo.

Reverán el cierre de taquilla a las 2:30

César Maturano, director de Juventud de la Provincia, sostuvo que aún desde ese órgano no tienen una opinión formada sobre el proyecto que está en la Legislatura, puesto que no les ha sido remitido y no han podido analizarlo.

No obstante, destacó que está a favor de "todas las medidas que apunten a regular la previa, ya que atacan al principal problema" en alusión a las juntadas de antes de entrar al boliche.

Maturano fue más allá y adelantó que está evaluando una reforma integral de toda la ley de Diversión nocturna y es por esto que ya han conformado una mesa con todos los protagonistas para realizar foros en todos los departamentos.

"Una de las cosas que estamos discutiendo es el horario de cierre de taquilla a las 2:30, porque no ha dado grandes resultados. Lo único que hemos conseguido es que a determinadas horas el tránsito haya colapsado y no cambia mucho. No sabemos si vamos a quitarlo, prorrogarlo, porque de esas decisiones también tienen que participar los dueños de boliches", contó el director de juventud.

Para la reforma, la idea es unificar los criterios de todos los departamentos de la provincia.