Una unidad de alojamiento productivo, para enseñar oficios a los internos de Almafuerte con buena conducta sin que tengan que trasladarse de pabellón, fue inaugurada hoy en el penal de Cacheuta. El edificio, que posee capacidad para 32 internos, fue puesto en funcionamiento por el gobernador Francisco Pérez y el director de servicio Penitenciario, Sebastián Sarmiento.

La Unidad de Alojamiento Productivo tiene una superficie cubierta de 400 m2, lo que demandó una inversión 2.850.000 pesos. Posee espacios cubiertos y otros cerrados, entre ellos, cuatro amplias habitaciones con buena luminosidad y ventilación con cuatro cuchetas destinadas a dormitorios de 8 trabajadores, ya que se prevé un alojamiento total de 32 internos.

El edificio posee 10 máquinas de coser con las que los internos aprenderán y producirán artículos textiles.

En tanto, el Salón de Cultos, que también fue puesto en funcionamiento esta mañana, tiene una superficie cubierta de 271m2 cuya inversión fue de 1.111.000 pesos.

“Se trata de una unidad productiva vinculada a tres industrias, también gracias al aporte y apoyo de empresarios mendocinos en materia textil, en aserradero y en materiales de construcción. Se arman talleres en el lugar de alojamiento para los internos con buen comportamiento en la fase de confianza”, explicó Pérez tras el acto inaugural.

Y añadió que el objetivo es “capacitarlos en un trabajo formal que nunca tuvieron y darles la posibilidad de que, en situación de encierro, interactúen con otras actividades”.

El mandatario provincial estuvo acompañado por el ministro de Trabajo, Justicia y Gobierno, Félix González; la subsecretaria de Justicia, Romina Ronda, y el director general del Servicio Penitenciario, Sebastián Sarmiento.

El Gobernador destacó que se trata de “un nuevo concepto en el Servicio Penitenciario, el cual es característico en Mendoza, porque muy pocas penitenciarías en el país lo tienen”.

El flamante espacio responde a un sistema innovador en materia de tratamiento, seguridad e infraestructura y representa un avance cualitativo en lo referido a las condiciones de detención, modernización del espacio y cumplimiento de la pena de los presos, mantenidos bajo custodia pero reafirmando la igualdad e inclusión.

El proyecto se basa en principios constitucionales y tratados internacionales de derechos humanos adheridos por la Nación.

“Si la situación de encierro no se trabaja desde otro concepto, como éste, difícilmente se van a reinsertar en la sociedad. Si no, cuando salen, se da el fenómeno de la reincidencia. Estamos dando un puntapié inicial; los resultados no se ven en el corto plazo, pero estamos convencidos de que ésta es la única solución, con mayor educación, más trabajo y con mayor articulación de todos los actores de la sociedad”, argumentó Pérez.

En cuanto a la cárcel federal con capacidad para 500 internos, que se está construyendo en el predio cercano a Almafuerte, el Gobernador adelantó que la obra “está muy avanzada”. “Quizás a fines del año que viene podremos estar terminándola y también estamos diseñando un proyecto para traer el instituto del ex Cose para alojarlo en el pabellón de máxima seguridad. Además, estamos con un proyecto de una iniciativa privada de otra penitenciaria”, concluyó el mandatario.