Los nuevos médicos residentes han comenzado a sugerir a sus pacientes que se realicen la prueba del VIH independientemente del sexo o la edad, del mismo modo que solicitan el chequeo rutinario de hemograma, eritro, glucemia y uremia (aunque con el consentimiento del particular). Además, desde el Ministerio de Salud de la Nación proponen trabajar con otros profesionales -enfermeros, parteras, psicólogos- para que el pedido del testeo no se circunscriba a los médicos infectólogos o inmunólogos, y así favorecer la llegada a un mayor número de personas.

El viernes se conmemoró el Día de la Promoción de la Prueba del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), una fecha que designó la CDC, una entidad norteamericana que agrupa a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. De esta manera, en Estados Unidos se sumó un nuevo momento en el año, además del Día Internacional de la Lucha contra el Sida, que es el 1 de diciembre, para concientizar sobre la importancia del testeo.

El titular del Programa Provincial de Sida, Víctor Bittar, explicó que en Mendoza se realiza una fuerte campaña durante una semana a principios de diciembre, la fecha que promueven Onusida y la OMS. Pero comentó que se trabaja durante todo el año en cuatro ejes y que, precisamente, en el que se ha puesto mayor énfasis últimamente es en facilitar el acceso al diagnóstico.

Esto, por diversas razones. Una de ellas es que se estima que sólo 60% de las personas infectadas lo sabe. Pero además, porque si alguien se testea y el resultado es negativo, constituye una oportunidad para asesorarla sobre cómo puede cuidarse en el futuro. Y si es positivo, se puede iniciar el tratamiento a partir de un diagnóstico temprano -antes de que aparezca una de las 26 enfermedades marcadoras del síndrome de inmunodeficiencia adquirida-, lo que asegura una muy buena sobrevida con calidad de vida.

Bittar destacó que varios trabajos han demostrado que hay personas que, con el tratamiento, logran cargas no detectables de virus en sangre. En la provincia, 63% de la población VIH positivo ha alcanzado esta situación, con lo que se empieza a bajar la transmisión.

El especialista comentó que desde hace un tiempo se está trabajando con los equipos de salud para que, ante cualquier tipo de consulta, se pida la prueba de VIH.

En este sentido destacó que, aunque se tenga una pareja estable, únicamente es necesario que una de las partes tenga conductas de riesgo. Además se ha comenzado a insistir en la importancia de que durante el embarazo no sólo se testee a la mujer en el primer y tercer trimestre, sino a su pareja, ya que se han detectado varios casos en que el primer examen da negativo pero el segundo positivo porque el varón ha tenido relaciones con otras personas sin usar preservativo. 

No sólo infectólogos

“Lo ideal sería que cualquier médico le sugiera hacerse el test a un paciente si sospecha que puede ser portador del virus”, planteó el infectólogo José Morales. El profesional subrayó que el análisis no se puede pedir sin la autorización de la persona, en la que explicite que se le explicó la necesidad del mismo.Y agregó que el único caso en el que el médico está obligado a solicitar el chequeo es cuando se trata de una embarazada, pero nunca para un acto médico como una cirugía.

En su consultorio privado, explica Morales, una amplia mayoría de quienes piden el testeo son varones (la cantidad de mujeres es considerablemente menor) y predominan los homosexuales, aunque destacó que el número de heterosexuales ha ido creciendo con el tiempo. Las edades oscilan entre los 30 y los 55 años. En general, llegan a la consulta luego de haber tenido una relación sexual sin protección con un desconocido o cuando se rompió el profiláctico.

En esta situación, explica el médico infectólogo, se le solicita un examen de inmediato, para ver si no había contraído el sida con anterioridad a la conducta que identificó como de riesgo, y se repite a los tres meses, que es cuando termina el período ventana. Esto es,   el tiempo que transcurre desde que el virus ingresa al organismo y el cuerpo desarrolla los anticuerpos que se detectan con el análisis de sangre.

No sólo en hospitales

Víctor Bittar señaló que además de capacitar al personal de los equipos de salud, también quieren comprometer a organizaciones de la sociedad civil y municipios. La Asociación Redes Nueva Frontera tiene dos centros de testeo en Guaymallén, donde llegan a una población que normalmente no hace la prueba: hombres de 25 a 35 años que van a sacar la libreta sanitaria. Y se les ofrece conserjería pre y post examen para brindar herramientas de cómo cuidarse del VIH.

Gustavo Granela, titular de la entidad, señaló que es necesario ofrecer más espacios, con amplitud de horarios, y que a la mayoría de los médicos no se les ocurre pedir un análisis de VIH cuando va un paciente al consultorio con una enfermedad. Esto hace que recién se detecte cuando el sida ha avanzado.

Testeo confidencial y gratuito

El titular del Programa Provincial de Sida, Víctor Bittar, comentó que existen cuatro Cepat (Centro de Prevención, Asesoramiento y Testeo de VIH). En estos sitios, las personas pueden acudir sin turno, recibir asesoramiento, acceder al laboratorio para que le saquen sangre y, en ciertas circunstancias, recibir el resultado ese mismo día. También se entrega folletería y se distribuyen preservativos.

Los Cepat funcionan en el Centro de Medicina Preventiva Doctor Emilio Coni (Ciudad), donde se puede acudir de 8 a 13 para consultar, y antes de las 10 para el laboratorio. También en el Hospital Central, los martes y jueves de 14.30 a 17; en el Hospital José Néstor Lencinas (Godoy Cruz); en el Centro de Salud Nº 76 de Palmira (San Martín), y en el Hospital Scaravelli (Tunuyán). El objetivo es ampliar este modelo de atención a otros espacios.

Además, se puede concurrir, aunque no con esta modalidad rápida, a los hospitales Lagomaggiore (Ciudad), Notti (Guaymallén), Paroissien (Maipú), Perrupato (San Martín), Saporiti (Rivadavia), Schestakow (San Rafael), Del Carmen (de OSEP), Carrillo (Las Heras), Enfermeros Argentinos (General Alvear), Arturo Illia (La Paz); o al Área Departamental de Salud de Junín.

Terminar con la discriminación

Para Laura Chazarreta, de la ONG Mujeres Cotidianas, un paso importante para controlar la epidemia es terminar con la discriminación y entender que el virus está circulando y todos estamos expuestos. Es que hace 30 años, cuando se identificó la enfermedad que provoca el virus, afectaba a hombres que tenían relaciones con otros hombres.

Y pese a que las estadísticas muestran que esto ya no es así y que un porcentaje importante de las nuevas infecciones se da en la población heterosexual, hay hombres que temen plantearle a sus parejas que tienen VIH por miedo a ser discriminados.

Como para ilustrar de qué manera afectan los prejuicios, Chazarreta indicó que 50% de las mujeres que tienen el virus lo han contraído en una relación estable. Ya sea porque el hombre es infiel, no quiere cuidarse con preservativo -y el femenino es difícil de conseguir- o, en un contexto de violencia, infecta intencionalmente a su pareja.

Por otra parte, señaló que es fundamental que la gente tenga acceso a información sobre la enfermedad. Esto, porque comentó que han realizado talleres de salud sexual y reproductiva en escuelas secundarias y los adolescentes preguntan si el VIH se contagia por la saliva -pese a que se ha insistido en que no es así-, pero cuando tienen relaciones sexuales no usan preservativo.