El Programa de Jugadores Responsables del Instituto de Juegos y Casinos de Mendoza trabaja desde el 2006 para ayudar a los adictos al juego o ludópatas, pero tiene serios problemas para cumplir su objetivo por falta de recursos económicos y humanos.

Por eso, el nuevo proyecto es trabajar en conjunto con los casinos privados de la provincia para que estos ofrezcan ayuda económica para ampliar los servicios en el interior de la provincia, a cambio de que el Estado provincial ofrezca su plan de ayuda a los ludópatas en el sector privado.

El senador radical Armando Camerucci aseguró que tal proyecto, "es ridículo e inviable". "¿Cómo se les ocurre que un casino privado, cuyo único fin es recaudar, va a llamar al programa de ayuda al jugador compulsivo y va a decir: 'Muchachos, ayuden a este hombre que está gastando toda su fortuna en mi negocio?'. Es una locura pensar que eso es posible", criticó el senador.

La directora de Jugadores Responsables, Gabriela Álvarez, aseguró ayer a este El Sol que el proyecto de sumar a los privados comenzó a gestarse hace varios años y que el año pasado tomó forma definitiva para realizar un convenio marco con el sector dedicado a juegos de azar. Sin embargo, los problemas administrativos y el reciente cambio de conducción en el instituto provincial trabaron una vez más el intento oficial. Este año, según Álvarez, volverá a activarse la iniciativa para que el programa tenga resultados más efectivos que los actuales.

El programa depende del Ministerio de Hacienda, que sólo destina una pequeña partida para el pago de sueldos de dos psicólogos, un psiquiatra y una trabajadora social. También coordina algunas actividades con el Programa Provincial de Adicciones, que depende de la cartera de Salud. El staff de profesionales no se ha modificado en los últimos años, pese a que, del 2009 al 2012, la cantidad de demanda subió 30% (hubo 100 personas atendidas en el 2009 y 130 el año pasado).

Estadísticas poco claras. Las estadísticas provinciales en cuanto a la cantidad de adictos al juego son poco sustentables. Por un lado, el programa provincial destinado a ludópatas asegura que atendió la consulta de unas 300 personas del 2006 al 2008, que llamaron a la línea de ayuda gratuita (0800-2222481) y que desde ese año hasta la fecha se atendieron unas 400 telefónicamente o con entrevista personal. El dato se cae cuando el propio programa admite que no hay registros antes del 2008.

Otra estadística elaborada durante el 2012 y realizada a 27 personas arroja que la mayoría de los que tienen problemas con el juego no han terminado ni el secundario ni el terciario, que tienen entre 31 y 60 años y que, de ese total, 20 son hombres y el resto mujeres. Según la propia Álvarez, aún falta realizar una estadística de género y que corrobore informes que reflejen el total real de la población que tiene problemas con el juego de azar. "Por ahora, no todos los datos que tenemos revelan la realidad de toda la provincia".

De hecho, en la actualidad sólo están bajo tratamiento 16 adictos, por lo cual no se entiende qué ocurrió con las 400 consultas realizadas en los últimos tres años vía telefónica o por consulta personal. Camerucci arrojó munición gruesa contra la institución provincial, cuyas prácticas lo llevaron a presentar varios proyectos de ley para regular la actividad. "El programa para ludópatas no sirve porque no hace lo que tiene que hacer que es ir al lugar donde está el ludópata. Las estadísticas no existen porque trabajan a demanda y eso claramente habla de una voluntad recaudatoria y no de ayuda a la víctima del propio sistema de juegos de azar", criticó Camerucci.

Intentos fallidos por regular. El legislador aseguró que fueron varios los intentos fallidos de él y otros pares de quitar los cajeros automáticos de las salas de juego, de acotar el horario de atención al público (abrir en la tarde y no desde la mañana como ahora) y que se pague una entrada, cuya recaudación vaya destinada a las salitas de 4 años de la provincia. Este último tema se aprobó y es ley, pero actualmente esto se encuentra en conflicto legal y todavía no se cobra entrada. Lo único que se cumplió de los pedidos locales fue la prohibición de fumar y esto se hizo posible gracias a una ley nacional. "El programa tiene la posibilidad de buscar a los adictos. No es como un adicto a las drogas, que se esconde o se aisla. Aquí tenés un lugar acotado, donde podría haber ayuda in situ y no se hace", agregó Camerucci.

Consultada por este diario, Álvarez explicó a El Sol que "estuvo la idea" de repartir folletos y de poner profesionales de la salud mental dentro de los casinos para asistir al compulsivo, pero luego aclaró que "no hay tanta estructura para este trabajo y además se está violando el derecho de la persona a jugar hasta cuando quiera. Ya no está más el paradigma prohibitivo en materia de adicciones, sino el del derecho individual. Un adulto debe hacerse cargo de su adicción y pedir ayuda. Si el adicto quiere tratarse, viene y se lo atendemos", agregó la titular del programa provincial. Sin embargo, se hace difícil pensar que un mendocino oriundo del interior de la provincia, y donde se encuentran anexos del casino provincial o algún privado, podrá hacerse el tiempo de tratar su problema como corresponde.

En este sentido, el programa para ludópatas tampoco cuenta con la estructura necesaria ni los recursos para trabajar en territorio pese al incremento de casinos instalados en toda la provincia.

La sala provincial, en la mira

Armando Camerucci, senador provincial por la UCR visitó a fines de marzo la institución oficial, ahora a cargo de Carlos Bianchinelli. Se trató de un encuentro extenso sobre cuatro temas puntuales: el actual estado de la institución, el contrato por el control de las máquinas tragamonedas en manos de una empresa vinculada al grupo Vila-Manzano, los detalles del funcionamiento y los ingresos de la Tómbola Combinada y el criterio de selección utilizado para conceder auspicios a diversas instituciones.

Fue el control de los tragamonedas y el funcionamiento de la Tómbola Combinada lo que más atrajo la atención de los legisladores, quienes esperan volver al Casino en los próximos meses.