Los Andes - Viernes 6 de julio de 2012
El maltrato entre alumnos, conocido como 'bullying', se repite en muchas escuelas. La DGE prepara un protocolo para docentes.
Los especialistas aseguran que el acoso escolar es una problemática que ha existido desde siempre, sin embargo se ha hecho más visible últimamente y ha adquirido rasgos más violentos. Ante esta situación, tanto los padres como la escuela deben tener un rol más activo para lo cual necesitan informarse y hacerse de ciertas herramientas que les permitan reconocer esta situación y saber cómo lidiar con ella.
En un informe de la organización no gubernamental Plan International y de Unicef se estima que entre 50% y 70% de los niños de primaria y secundaria han sido testigos o víctimas de 'bullying' (como se llama a este fenómeno) en América Latina. Sin embargo, las víctimas suelen no expresarlo verbalmente por pudor, por lo cual hay que estar atento a otras manifestaciones de la conducta. Es que es algo que se sufre en silencio.
La "capacitación de padres y docentes es la clave para superar los problemas que vienen cuando la violencia llega a las escuelas, un fenómeno que cada vez preocupa más y parece no detenerse" fue una de las conclusiones del Segundo Congreso Internacional sobre Conflictos y Violencia en las Escuelas, que se desarrolló hace unos días en Buenos Aires, según informó la asociación Periodismo Social.
La licenciada en Niñez, Adolescencia y Familia Fabiana Calabró señaló que "se trata de un tema complejo en el que intervienen diferentes factores. Se trabaja sobre la víctima y el victimario y en todo esto es fundamental la participación de los padres".
El ámbito donde generalmente surgen estos vínculos problemáticos es la escuela ya que en la educación no formal los roles están asignados y los profesores tienen una mirada más integradora.
Calabró explicó que lo fundamental es la información acerca de la temática, para poder detectar señales de alarma que pueden ser: la negativa de ir a la escuela acompañada de malestar físico; que el chico no se vincule con el grupo; o apatía, entre otros.
Generalmente estas señales aparecen en la adolescencia y preadolescencia, aunque debido a que esta etapa se vive cada vez a menor edad surgen manifestaciones también en la escuela primaria.
Por otra parte, la importancia que los pares (los compañeros de curso) tienen en esta etapa hacen que la situación sea más traumática y dolorosa.
Calabró explicó que "si no hay resolución de esa situación de conflicto, las conductas de la adolescencia pueden replicarse en los primeros años de la universidad".
Un caso testigo
Analía (42) tiene un hijo de 10 años que desde hace tiempo venía tolerando el acoso por parte de un compañero: "Es muy difícil porque el primer diagnóstico es que necesita fortalecer la autoestima y eso a ningún papá le gusta escucharlo", confiesa la mujer. Aunque logró resolver la situación cambiándolo de colegio, durante algunos años intentó hablar sobre el tema con los directivos y las docentes, pero siente que nunca tuvo una respuesta de parte suya.
Por otra parte recuerda con angustia que "esto empezó en sala de 5, cuando lo encerraron a oscuras en el baño y siguió el resto de los años. Al comienzo me contaba pero al final, como veía que nada cambiaba, me dijo que no me quería cansar y dejó de hablar del asunto, hasta que ya no quiso ir al colegio ni rendir exámenes".
Los especialistas recomiendan mantener una comunicación fluida en la que el chico no se sienta cuestionado y sienta que le creen, además de mantener un rol activo dentro del ámbito escolar. Puede ser de mucha utilidad incluirlo en actividades extraescolares para que se de cuenta de que no todos tienen la misma forma de actuar.
Fenómeno urbano
En muchos colegios se está interviniendo sobre el tema a través de los gabinetes psicopedagógicos así como también algunos han incorporado su tratamiento en el aula.
El fenómeno se presenta en todos los estratos sociales, aunque se dan más casos en establecimientos educativos urbanos y urbano-marginales con muy poca incidencia en los rurales.
No todos los docentes, preceptores y directivos cuentan con la formación necesaria para detectar y abordar los casos de bullying, algo que reconoce la directora de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las Trayectorias Escolares de la DGE, María Rosa Sfeir. "Hay una dispar especialización de los docentes pero en todos los secundarios hay gabinetes psicopedagógicos", asegura.
La psicóloga y psicopedagoga Susana Ferreira es coordinadora del área de Orientación del Departamento de Aplicación Docente de la UNCuyo y explica que se observa una naturalización del tema. Si bien puede ser víctima cualquiera, la mayoría son chicos con sobrepeso o con anteojos, y, específicamente en ese colegio secundario de alto rendimiento académico, sufren el bullying aquellos que no obtienen las mejores notas.
Ferreira observa que el victimario es alguien que busca llamar la atención y ejercer el poder, mientras que la víctima se percibe como más débil -aunque no lo sea- y no reconoce sus fortalezas, ante lo cual toma una postura pasiva, no reacciona y se aísla.
Sfeir explica por su parte que "no hay todavía un protocolo de cómo se debe actuar ante estos casos, pero ha habido antes iniciativas en este sentido". Tampoco hay datos estadísticos, sobre los cuales se está trabajando para tenerlos terminados a fin de año.
Para remediar esta situación, en agosto la DGE hará llegar a las escuelas de la provincia el "Protocolo de orientación ante situaciones emergentes". En él se incluye cómo detectar el acoso escolar y cuál es el procedimiento que debe seguirse, del cual lo más sobresaliente es propiciar una buena comunicación con el alumno en un ámbito en el que se sienta en confianza, a partir de lo cual debe iniciarse una investigación y convocar a los padres.
Link permanente:
http://www.politicaspublicas.uncu.edu.ar/novedades/index/rol-de-los-padres-y-del-colegio-es-clave-para-frenar-el-acoso-escolar
Advertencia legal:
La información y opiniones vertidas en las noticias expresan la postura de los respectivos medios de comunicación citados como fuente y no necesariamente coinciden con la postura de la Universidad Nacional de Cuyo. La institución declina toda responsabilidad por las consecuencias que pudieran derivarse de la lectura y/o interpretación del contenido de las noticias publicadas.
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 2.5 Argentina .
Compartir