Las mujeres que cumplen funciones de apoyo académico en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y que hayan sufrido situaciones de violencia de género, podrán acceder a una licencia especial a raíz de esa circunstancia.

Según el acuerdo paritario, las trabajadoras que sean víctimas de violencia de género tendrán derecho “a la reducción de la jornada laboral, a la reordenación del tiempo de trabajo o del lugar de prestación del servicio, a la justificación de inasistencias o faltas de puntualidad o al otorgamiento de una licencia remunerada”, llegado el caso.

Los paritarios se basaron en la Ley nacional 26.485 para marcar los beneficios de estas licencias, norma sancionada en 2009 que busca prevenir, sancionar y erradicar cualquier tipo de violencia contra las mujeres.

Lo hicieron atendiendo a “situaciones existentes” en la UNCuyo, pero también ante “la falta de una norma para encuadrar” estos hechos. 

También se creó la Consejería de Género y se estableció un protocolo de atención para mujeres que hayan sufrido algún tipo de violencia. 

Además, en 2016 la UNCuyo firmó el acta compromiso #NiUnaMenos con el Estado provincial, para llevar una agenda conjunta de acciones en políticas públicas con perspectivas de género y diversidad. 

Asimismo desde 2017 ha establecido espacios de formación y capacitación, destacándose en 2018 la campaña #NoEsNo, “por una Universidad libre de acoso y sexismo”. 

La nueva medida sobre las licencias especiales por causa de violencia de género se hará efectiva una vez que se emita la resolución correspondiente de esa reunión paritaria, lo que se espera que suceda en el corto plazo.