Los centros comerciales y las calles de la ciudad volvieron a la normalidad, después de un fin de semana agitado. El feriado en Chile –como ya es habitual– hizo que un aluvión de turistas arribaran a la provincia para disfrutar de los atractivos geográficos, colmar los sitios de comidas y consumir la mayor cantidad de productos posible, aprovechando la diferencia cambiaria.

Cientos de automóviles particulares y transportes de pasajeros, desde la madrugada y hasta el anochecer, abandonaron lentamente ayer Mendoza rumbo al vecino país. El paso Cristo Redentor estuvo habilitado y atendió durante 24 horas seguidas sin restricciones, pero esto no fue suficiente para evitar las demoras que se producen cada vez que aumenta el flujo vehicular en esa zona.

Cerca de 4.500 personas volvieron el sábado hacia Chile y ese número se acrecentó ayer, tal como informó Gendarmería Nacional desde el Complejo Fronterizo Los Libertadores, sin poder ofrecer datos más precisos que corroboren esa sensación. Lo que sí afirmaron fue que la espera se redujo considerablemente, si se la compara con las horas de demora para ingresar a Mendoza el viernes o incluso para los que llegaron el sábado.

Para la cartera de Turismo, si bien aún faltan afilar más las estadísticas, llegaron y se fueron de Mendoza, en los últimos cuatro días, unos 35 mil turistas, de los cuales 20 mil fueron chilenos y el resto procedía del interior del país u otros continentes. Esa cifra duplica el número de visitantes en igual fecha del año pasado, cuando arribaron cerca de diez mil.

Específicamente, el análisis aportado por María Cecilia Gatta, titular de la Dirección de Planificación de Turismo, arroja que el 54% de los visitantes provinieron de Chile, que el 38% llegó desde otras provincias de Argentina y que el 8% arribó desde resto de los países del mundo.

“La llegada de turistas chilenos para esta época del año superó todas nuestras expectativas”, dijo Javier Espina, ministro de Turismo, como balance del fin de semana. El funcionario declaró que una posible explicación de este “fenomenal número” es que, en el 2012, los chilenos sólo tuvieron tres días libres y que este año se sumó uno más a su calendario de feriados, impactando así en los números locales.

Otro aspecto que destacó como una posible explicación del boom de paseantes es el importante esfuerzo que su gestión ha desarrollado en la promoción turística de la provincia.

“A lo largo del año hemos llevado adelante varias campañas y un fuerte compromiso de comunicación y promoción para atraer visitantes hasta acá. Creo que los resultados están a la vista”, afirmó.

Consultado sobre los problemas que afectan reiteradamente el Paso Internacional, Espina señaló que se trata de un inconveniente histórico que atenta directamente contra el turismo y el desarrollo no sólo de Mendoza, sino también de Chile.

“Los organismos no están a la altura de las circunstancias y el gobernador está poniendo todo su esfuerzo por erradicar este mal funcionamiento”, dijo.

Sin embargo, el ministro apuntó que en esta ocasión se sumaron al intenso movimiento de vehículos los problemas que ocasionaron las condiciones climáticas.

“Hay que destacar que, si bien hubo colas, en ningún caso se esperó más de cuatro horas, nos dijeron desde Gendarmería”, manifestó el funcionario, para quien la situación atenta contra el crecimiento si no se soluciona pronto.

En detalle

La mayoría de los viajeros concentraron su estadía en el Gran Mendoza. La ocupación hotelera calculada en base a reservas fue en términos generales del 80%. Ciudad y los departamentos limítrofes acumularon el 92% con algunas categorías repletas. La zona de montaña tuvo el 85%, con Cacheuta completa. El Valle de Uco tuvo el 75% de las camas de hoteles alquiladas.

El gasto promedio diario estimado fue de $530, durante una estadía promedio de cuatro días. Esto representará un ingreso de aproximadamente $75 millones para la provincia.

De las actividades que realizaron los chilenos en Mendoza, más de un 60% consistió en la visita a atractivos culturales, un 37% realizó compras y visitó atractivos naturales, como Cacheuta, la alta montaña y Potrerillos, y un 25% concurrió a las termas y recorrió circuitos por bodegas y viñedos degustando vinos.