Continuar con la lactancia materna exclusiva luego de la reincorporación laboral de la mujer se torna generalmente algo complicado dado que las empresas no tienen una política que lo favorezca.
 
Se trata no solamente del cumplimiento de la hora de lactancia previsto por la normativa legal, sino además de propiciar un tiempo y un espacio adecuados para la extracción de leche que deberá dejarse al bebé durante las horas de ausencia para evitar suplirla con una preparación de fórmula. Es justamente este último punto el que no es atendido por los empleadores y que no está previsto en ninguna instancia legal.

Para Lucía Quintana, responsable del área de Lactancia Materna de la dirección de Maternidad e Infancia, "las empresas no hacen nada en favor de esto, al menos no conozco ninguna que lo haga". Según la funcionaria, esto tiene que ver conque "no hay un compromiso general con el tema, se toma como algo natural, que la mujer tiene que resolver por sí sola, la sociedad no se hace cargo".

Esto se ve reflejado en una encuesta nacional realizada por la consultora Opinaia que concluyó que sólo 5 por ciento de las madres continúa con la lactancia materna luego de la licencia. Además, 1 de cada 4 mujeres en Argentina tiene dificultades para combinar la lactancia con el trabajo.

La coordinadora del programa "Lo tomamos a pecho" de OSEP, Marcela Godoy aseguró que "existe un vacío legal en cuanto a garantizar espacios adecuados para la extracción de leche".

Este es justamente uno de los aspectos en los que busca hacer hincapié la Semana Mundial de la Lactancia Materna que se realizará desde hoy y hasta el 7 de agosto en más de 170 países.

La realidad muestra que es muy habitual que en el ámbito laboral ni siquiera se contemple un tiempo para la extracción a tal punto que muchas mujeres deben hacerlo a escondidas y en lugares inadecuados. "Muchas no lo hacen por pudor o no querer incomodar, pero eso es contraproducente porque en definitiva no tienen un buen rendimiento, por estar con sus pechos cargados con inflamación y dolor; cuando pueden hacerlo están más tranquilas", explica Godoy.
Aseguró que hay que trabajar para que se instalen estos espacios con heladera, bacha para higienizarse y una silla, donde se debe concurrir al menos cinco o diez minutos. Por otra parte, "debería aprobarse una ley para que la licencia por maternidad sea de 180 días para que coincida con el comienzo del destete".

Una semana

La semana de la lactancia una iniciativa que impulsan cada año Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Está destinada a fomentar la lactancia materna y a mejorar la salud de los bebés de todo el mundo. En esta oportunidad tiene entre sus objetivos evaluar las políticas y programas de lactancia materna y alimentación de lactante y niño pequeño.

En Mendoza, habrá diversas actividades organizadas en varios hospitales públicos, como talleres para madres. OSEP ha organizado para el jueves 2 de agosto a las 11 un taller sobre "Lactancia y trabajo" en Chile 768 de Ciudad, mientras que realizará una caminata saludable el sábado 4 a partir de las 16 desde el Rosedal del Parque General San Martín.

Contexto

Mendoza se encuentra en una situación destacada en cuanto a la cantidad de mujeres que amamantan hasta los seis meses de edad del bebé, que es lo mínimo que recomienda la OMS.

Según datos de 2010 -los últimos disponibles- alrededor de 80 por ciento de los menores de 6 meses se alimentan exclusivamente con leche materna, muy lejos del 57 por ciento de la media nacional.

Son muchos no sólo en lo inmediato, sino que repercuten a lo largo de la vida; los niños que han sido amamantados son más seguros, alegres y sociables.

En el caso de la madre, a corto plazo, disminuye el sangrado posparto, aumenta la contracción uterina, mejora la anemia. A mediano plazo, favorece la recuperación de la silueta y el peso y se previenen otros embarazos si se amamanta de 9 a 13 veces por día. Además se disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama o de útero.

En el bebé, favorece el desarrollo físico, psíquico, motor e intelectual. Ayuda y previene las diarreas, enfermedades respiratorias y alérgicas e infecciones urinarias. También previene determinados tipos de cáncer durante la adultez, la desnutrición infantil, la muerte súbita del lactante, protege de diabetes y obesidad e infecciones en el oído medio en la primera infancia. Por otra parte, otorga mejor respuesta a las vacunas, mayor capacidad de recuperación de enfermedades, y disminuye el maltrato infantil por los lazos afectivos que se crean en el binomio madre-hijo.