A 35 años del último golpe de Estado en Argentina, aniversario que se cumplirá el 24 de marzo, el Instituto Nacional del Teatro Representación Mendoza, conjuntamente con El Enko Compañía Teatral, organismos de derechos humanos, la Secretaría de Cultura y la colaboración de diversos municipios, ha organizado el VI Encuentro Provincial de Teatro por la Memoria y los Derechos Humanos. Múltiples y atractivas propuestas se desplegarán en contexto de esta iniciativa, que parte del concepto del arte como aliado de la memoria y constructor de identidad, pues, sin memoria, ningún pueblo puede afianzar su futuro.

Prestigiosos actores y elencos locales suman su talento y compromiso a esta cruzada, demostrando, como ha sido constante en el teatro argentino, que nuestras tablas no sólo son espacio para albergar un arte de excelencia en cuanto a la calidad, sino también de profundidad crítica y de reflexión sobre la historia, en este caso, la memoria de los nefastos hechos sucedidos en la última dictadura. El encuentro se desarrollará del 23 al 27 de marzo en el teatro Cajamarca (España 1767), la sala Lita Tancredi (Motecaseros 1177), el teatro Quintanilla (plaza Independencia), la Enko Sala (Almirante Brown 755, Godoy Cruz) y el teatro Independencia (Chile y Espejo), con una entrada común a todas las puestas de $10, de modo que sea accesible a todos los bolsillos.

De teatro abierto a teatro por la memoria y los derechos humanos. El principal movimiento de resistencia cultural de la última dictadura fue Teatro Abierto, en 1981, cuando más de 200 artistas se unieron para inaugurar un 18 de julio en el teatro Picadero un ciclo teatral contra la censura. La iniciativa fue heredera de otra, que sentó las bases inconformistas y activas del teatro independiente: el Teatro del Pueblo, fundado en 1930 por Leónidas Barletta en respuesta al golpe de Uriburu.

En los 80, dramaturgos como Roberto Cossa, Griselda Gambaro, Mauricio Kartun y Osvaldo Dragún; actores como Pepe Soriano, Luis Brandoni y Ulises Dumont, y músicos como Rodolfo Mederos y Lito Vitale, entre muchos otros, se sumaron a la empresa de Teatro Abierto. El precio de la entrada equivalía a la mitad del costo de una localidad de cine, al alcance de todos. La gente respondió con entusiasmo. Pero, una semana después, un comando militar incendió la sala. Entonces, casi veinte dueños de salas se ofrecieron. Más de cien pintores donaron cuadros.

Los hombres más importantes de la cultura (Borges, Sábato y Pérez Esquivel) expresaron su adhesión. Teatro Abierto siguió en el Tabarís, el más comercial de calle Corrientes y con el doble de capacidad que el Picadero. El ciclo se desarrolló a teatro lleno. Teatro x la Identidad y Teatro x la Memoria son movimientos que persisten en la resistencia a partir de mantener viva la memoria del pasado. Los guía la convicción de que, como expresa Tito Cossa, sirve recordar y recuperar la historia, "no sólo para que los hechos no vuelvan a suceder, sino para exaltar el valor de aquel gesto de resistencia. Si todos nos unimos, se puede".

Este encuentro provincial afianza los valores del debate, contra el miedo y el silencio, que fueron y siguen siendo los motores del teatro independiente en el país. 

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