La economía argentina habrá crecido 4,5 por ciento al cierre de 2013, pero desacelerará su expansión al 2,6 por ciento en 2014. Latinoamérica habría avanzado este año un 3,7 por ciento, mientras que el que viene lo hará 3,2 por ciento. Así lo estimó la Cepal, en su informe “Balance preliminar de las economías de América latina y el Caribe”. El documento analizó factores de crecimiento de la actividad local durante este año y planteó que las tensiones del frente externo obedecen a la falta de liquidez de dólares y no de solvencia estructural, lo cual es un diagnóstico que comparte el nuevo equipo económico del Gobierno. A su vez, la entidad hizo un estudio de amenazas y desafíos para la región.

El crecimiento económico de Argentina pasó del 8,9 al 1,9 por ciento entre 2011 y 2012, mientras que este año avanzará hasta 4,5. “La aceleración del crecimiento durante 2013 se atribuye al efecto combinado de una política fiscal expansiva y al sostenimiento de la absorción interna (consumo) asociada a la evolución de los salarios reales y la mejora de los ingresos provenientes del sistema de protección social, como Asignación Universal por Hijo y monto de jubilaciones”, apuntó el informe de la Cepal.

El diagnóstico adquiere relevancia si se tiene en cuenta que a principio de año consultores del mercado afirmaban que el viento de cola (alto precio de la soja con mejor cosecha y recuperación de Brasil) iba a ser la causa de una mejor performance en materia de crecimiento, al tiempo que aseguraban que la intervención estatal limitaría esa expansión.

Además del ritmo de la economía, el documento de la entidad dependiente de Naciones Unidas evaluó el desempeño de la inflación. “La dinámica de aumento de precios se mantuvo relativamente estable (respecto de las tasas del 2012), a pesar de factores que podrían haber tenido un impacto acelerador sobre la inflación: el incremento del ritmo de devaluación del tipo de cambio nominal, un fuerte aumento del precio interno de los combustibles, entre 20 y 25 por ciento, y la actualización de los salarios nominales”, indicó.

En cuanto a las tensiones de Argentina en el frente externo, la Cepal hizo un análisis detallado de la situación. Apuntó que se observan problemas en las cuentas externas desde mediados de 2011 por la pérdida del superávit comercial energético, la tendencia a la apreciación del tipo de cambio real, la fuerte demanda de activos externos (fuga de capitales) y el incremento del déficit en el sector de turismo. Sin embargo, destacó que en junio de 2013 la deuda externa (pública y privada) representó 27,5 por ciento del Producto, al retroceder 3,6 por ciento respecto del mismo período del 2012 y ubicarse en el nivel más bajo de los últimos 18 años. “Este reducido nivel de endeudamiento externo implica que las tensiones evidenciadas en la economía en los últimos dos años en relación con la balanza de pagos obedecen más a problemas de liquidez que de solvencia externa. La manera en que el Gobierno restablezca la liquidez de divisas será uno de los factores que defina la dinámica macroeconómica de 2014”, subrayó. Para el próximo año la entidad proyectó un crecimiento de la actividad del 2,6 por ciento.

En lo que refiere al comportamiento de las economías más pujantes de América latina, la Cepal estimó que Brasil creció 2,4 por ciento en 2013 y avanzará 2,6 por ciento el año próximo; Perú se expandió 5,2 por ciento y subirá a 5,5 por ciento en 2014; Chile, 4,2 por ciento y ascenderá a 4 por ciento; México, 1,3 y 3,5 por ciento; Venezuela, 1,2 y 1; Ecuador, 3,8 y 4,5. La volatilidad y el mayor costo del financiamiento externo, el menor aporte del consumo para la expansión de la demanda agregada y el deterioro de la cuenta corriente son algunas amenazas que viene enfrentando la región. Entre las oportunidades, la entidad señaló cierta recomposición del comercio mundial, la posibilidad de avanzar en una integración económica regional y la capacidad para reducir brechas estructurales, al diversificar producción y exportación de bienes.