Página 12 - Martes 5 de febrero de 2013
El acuerdo entre la Secretaría de Comercio y las principales cadenas comerciales busca dar una señal antes de arrancar las paritarias. Compromete a mantener los mismos precios del 1º de febrero hasta el 1º de abril.
Las principales cadenas de supermercados de todo el país congelarán por dos meses a pedido del Gobierno los precios de todos los productos que ofrecen. La medida impulsada por la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Guillermo Moreno, no tiene un carácter escrito sino que es sólo de palabra, aunque esa dependencia promete aplicar sanciones si las firmas violan lo convenido. Coto, Carrefour, Jumbo, Disco, Walmart, Hipermercado Libertad, Vea, La Anónima y La Cooperativa Obrera de Bahía Blanca son las empresas que adhirieron. Además podrían sumarse los supermercados chinos y las cadenas de venta de electrodomésticos, entre otros. La medida busca dar una señal en el comienzo de las negociaciones paritarias, aunque según los actores de la cadena no tendría impacto en la reducción de la inflación anual. En la medida en que impulse las ventas de las grandes cadenas, puede aumentar la concentración del mercado.
Moreno convocó ayer a la mañana a los supermercadistas con la propuesta de congelamiento de precios de todos los productos, desde alimentos y bebidas, artículos de limpieza e indumentaria hasta electrónicos y bazar. “Se saca una foto de los valores de venta del viernes 1º de febrero de todos los artículos, incluidas las promociones, que ofrecen los supermercados, hasta el 1º de abril”, confirmó a Página/12 Juan Vasco Martínez, de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).
El esquema acordado no es una modalidad en general practicada por Moreno, quien aplica la lógica de los aumentos diferenciados, autorizados según tipo de producto. También desplegó varias propuestas de ofertas de alimentos, como el caso de carne, milanesas, cerdo o leche “para todos”. Sin embargo, en muchos casos, los productos en promoción no tienen oferta suficiente. El congelamiento de precios difícilmente tenga efecto sobre la inflación anual. Según el Indec, la variación del IPC en 2011 fue de 10,8 por ciento. Esa cifra es significativamente menor que otros indicadores utilizados por los economistas. Por ejemplo, la recaudación por el impuesto al cheque creció en el mismo período 21,4 por ciento, aunque sólo alrededor de 2 puntos se relacionan a la mejora en la actividad económica.
En su discurso del 25 de enero, la presidenta Cristina Fernández abordó el problema de la inflación y llamó a hacerles un “vacío” a los formadores de precios. Sin embargo, esa tarea es compleja cuando la concentración del mercado es tan alta en rubros clave. El 80 por ciento de los alimentos, bebidas y artículos de limpieza que se venden en las góndolas son producidos por tan sólo 28 empresas. En esa ocasión, paradójicamente, la mandataria afirmó que “está demostrado por el paso de la historia que obligar, acordar, esas cosas no sirven, es el propio usuario y consumidor el que tiene que hacer valer sus derechos”. Para controlar que se cumpla el congelamiento de precios en los supermercados, la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila “Pimpi” Colombo, convocará a las asociaciones de consumidores. “Es importante que las personas guarden sus tickets de compra. Si encuentran alguna discrepancia, nosotros le pasaremos la información al secretario”, indicó a este diario.
La expectativa oficial es que, por efecto de la competencia, supermercados chinos, almacenes y empresas de comercialización de rubros como electrónica, vestimenta y artículos para el hogar también frenen los aumentos de precios. Miguel Angel Calvete, director ejecutivo de la asociación que nuclea a los supermercados chinos, adelantó a este diario que “nos sentaremos a charlar, pero el cuadro ideal para que sea sustentable sería un acuerdo marco con toda la cadena de comercialización: distribuidores, mayoristas y también con la industria”. También podría llegarse en estos días a un acuerdo con Garbarino y Frávega.
Desde los grandes supermercados especulan que en estos dos meses Moreno no le va a autorizar a la industria aumentos de precios, de modo que no perderán margen de ganancia, que igualmente es alto. En la última reunión del sector cárnico, el viernes pasado, Moreno adelantó a los frigoríficos que los precios se inmovilizarían. Los supermercados adquieren prácticamente toda la mercadería que venden directamente de la industria, a diferencia de los comercios chinos o almacenes, por ejemplo, que compran la mayor parte a distribuidores y mayoristas, los cuales en algunos casos también pertenecen a los supermercados. Eso otorga a las grandes cadenas una mejor posición en la formación de los precios.
El congelamiento de precios, en este contexto, puede impulsar las ventas en los supermercados. “Si es que se pierde algo por margen, se puede ganar en volumen”, advierte un empresario del sector. Si sucede eso, el incremento en las ventas se podría llegar a realizar a costa de los pequeños y medianos comercios. Moreno realiza, por practicidad, acuerdos con las grandes empresas, esquema que estimula la concentración del mercado. Un puñado de supermercados explica un tercio de las ventas minoristas del país, aunque su peso es mucho mayor en sectores medios urbanos. “La economía está tan concentrada que es difícil lograr modificación estructural. Este congelamiento puede no ser ideal, pero es lo único posible tal vez. Las asociaciones de consumidores debemos tener un rol muy activo”, indicó a este diario Pedro Bussetti, de Deuco.
Según información a la que accedió este diario sobre autorizaciones de precios recibidas por los supermercados, desde comienzos de año, Moreno aprobó incrementos para Motomel, Honda, Productos de Fuerza Honda, Zanella, Radio Victoria (electrónicos) y jugos Tang, desde 3,5 hasta 9 por ciento, según productos “masivos”, “selectivos” o “premium”. También subieron hasta 6 por ciento precios de bodegas Nieto Senetiner, Norton y Bianchi. Moreno aprueba 2 o 3 aumentos por año. De todos modos, fuentes del Mercado Central y de almacenes chinos coincidieron en que los aumentos que efectivamente se aplicaron fueron generalizados y que les permiten tener a los supermercados un colchón para los próximos dos meses.
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