Un informe realizado por un equipo de ingenieros y técnicos asegura que el teatro Mendoza “no tiene peligro cierto de derrumbe ni fallas en su estructura soportante”, y que es “completamente viable la reparación, modificación y consolidación” de su estructura. Se trata del emblemático teatro provincial cuya intención de venta fue manifestada a finales de 2008 por el intendente capitalino Víctor Fayad, anuncio que inmediatamente despertó la reacción de músicos, actores y referentes del arte en Mendoza.

El informe, que se realizó durante aproximadamente cuatro meses por un equipo de profesionales de Lincura SA, fue encargado a esta empresa por la Comisión en Defensa del Teatro Mendoza, integrada por el Movimiento Independiente de Músicos Mendocinos (MIMM), la Asociación Argentina de Actores delegación Mendoza, la Facultad de Artes de la UNCuyo, el Instituto Nacional del Teatro y artistas independientes. El costo del mismo fue de unos $20.000, que se pagó con, entre otros fondos, el dinero recaudado en un recital que se realizó en octubre de 2011.

De los resultados de este trabajo se desprende también el dato de que refuncionalizar el teatro Mendoza costaría 25% de lo que costaría la construcción de un nuevo espacio para el arte.

“El edificio del teatro Mendoza está hecho a fines de la década del ’40 o en los ’50, con una estructura de hormigón armado completa en la sala, en las plateas altas y en la galería superior, y estructuralmente todo esto no tiene ningún problema de seguridad”, detalló el ingeniero a cargo del trabajo, Daniel García Gei, representante técnico de Lincura SA y titular de la cátedra de Construcciones Metálicas y de Madera en la UTN.

Según García Gei, el edificio, ubicado en calle San Juan, por ser una estructura de hormigón y mampostería, admite reparación y refuerzo. “Reparación, porque está dañado, y refuerzo, porque el daño proviene de una debilidad”, explicó. Esta debilidad radica en el asentamiento del suelo. “Las fisuras y grietas que posee el teatro se deben a las diferencia de carga que hay entre la zona de platea alta hacia el acceso al teatro, y la zona de platea baja, que es la gran nave y el escenario”, agregó el profesional.

Además, García Gei aclaró que el edificio del teatro “no está fisurado por temblores, sino por la diferencia de asentamientos en el suelo”. “No tiene ningún problema por terremoto, desde el ’50 hasta ahora han pasado unos cuantos por Mendoza y ninguno lo ha dañado. Las grietas que muestra el teatro no se pueden explicar desde el movimiento sísmico”, dijo.

El informe sostiene también que “el edificio tiene suficiente capacidad y sanidad estructural” y que, conforme al índice de resistencia del Código de Construcciones Sismorresistentes de la Municipalidad de Capital, la resistencia del edificio es del cien por ciento.

Y reza: “La reparación de daños en la masa muraria es común a cualquier solución que se plantee. Tal reparación consiste en devolver a los muros su integridad, reforzándolos para mejorar su comportamiento a futuro. La reparación consiste en rellenar grietas con pasta aglomerante, coserlas atravesando armaduras cada 40 a 50 centímetros y el refuerzo se puede lograr ejecutando un revoque armado vinculado entre ambos paramentos del muro”.

Repararlo es más barato

Para García Gei, que ha trabajado en la reparación de la Iglesia de Luján de Cuyo, entre otros proyectos, la recuperación del teatro Mendoza “es algo absolutamente posible”. “La decisión pasa más por la importancia que se le de culturalmente al teatro que por el valor económico de la reparación”, sostuvo. “Hacer un edificio igual hoy puede costar $60 millones, la reparación para ponerlo a nuevo con arquitectura y todo no va a llegar al 25% de eso”.

“Estructuralmente la reparación sería el 10% del costo de hacer un nuevo teatro, el 15% restante incluye la arquitectura, cambiar butacas, arreglar accesos y salidas de emergencias, dejarlo a nuevo”, consideró el ingeniero.