"Vas andando por el Corredor del Oeste a 80 kilómetros por hora, ¿cuánto demora el recorrido? Si lo hacés a 120 kilómetros, ¿cuánto tiempo ahorrás?, ¿cuáles son los riesgos?". Ejercicios con preguntas de este estilo forman parte del curso de Seguridad Vial para Jóvenes que se desarrolló por cuarto año consecutivo a través del Campus Virtual de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). La idea principal es poner a los alumnos ante situaciones reales que los lleve a repensar sus propias conductas viales, tanto al mando de un auto, una bicicleta, una moto o como peatones.

En el acto de entrega de los diplomas a los participantes de 2013, la doctora Gladys Fernández de Magistocchi -una de sus principales impulsoras- destacó la importancia de que esta capacitación voluntaria, que se repite anualmente, se extienda masivamente entre los jóvenes.

"El mayor riesgo a morir en un accidente de tránsito está entre los 18 y los 25 años, por lo que es fundamental que los chicos conozcan cómo evitar las conductas peligrosas", expuso la profesora de la cátedra de Medicina Preventiva.

Una de las grandes ventajas de este curso es que al desarrollarse en conjunto entre la Facultad de Ciencias Médicas y la oficina de Educación a Distancia e Innovación Educativa, los inscriptos pueden realizarlo en modalidad "no presencial".

"Al ser por internet cada estudiante emplea sus propios horarios, lo que lo hace muy flexible", remarcó Magistocchi, y explicó que se suben a la plataforma dos actividades por semana y ellos tienen que resolverlas antes del lunes siguiente.

"Son ejercicios prácticos, como por ejemplo sacar cuántos metros recorren en una situación de frenado si van a diferentes velocidades, qué hacen si van en bicicleta y se les caen las hojas, qué actitudes toman frente a un semáforo, entre otras", detalló la profesional. También se realizan distintos foros en los que se proponen temas de discusión y los alumnos tienen que opinar.

Cabe destacar que los tutores del curso son los mismos que anteriormente fueron participantes, lo que ayuda a que reafirmen el conocimiento aprendido.

Edición 2013

Este año se inscribieron 200 personas, pero finalmente participaron 110, no sólo de Mendoza sino de distintos puntos de Argentina y otros países.

"Como el único requisito es tener internet y saber utilizar mínimamente la computadora, tuvimos inscriptos de todas partes", comentó la médica.

En esta oportunidad se difundió también a través de la red social más popular: "Fuimos contactando a los jóvenes a través de Facebook, por lo que tuvimos una gran cantidad de inscriptos", relató Mariel Rütler, de Educación a Distancia de la UN Cuyo, a la vez que señaló que la idea es que los mismos chicos se lo recomienden a sus amigos.

"Participé del curso por invitación de una profesora", contó Natalia (22). Para ella, lo más impactante fueron los videos que se mostraron: "Me abrieron la cabeza sobre ciertas cosas que hacemos sin tener en cuenta cómo podemos afectar a los demás".

Similar fue la opinión de Leonardo (26): "Lo que aprendés te genera un grado de culpa tal que influye en tus conductas a la hora de manejar", recalcó el joven.

A ambos estudiantes de la tecnicatura en Promoción de la Salud les gustaría promocionar lo que aprendieron entre sus amigos y sobre todo en los jóvenes que están en el secundario. "Sería una buena idea hacerlo obligatorio en la escuela secundaria", sugirió el chico.

Para comprobar la efectividad que tienen los conceptos dictados, se les realiza a todos los participantes de la capacitación una encuesta previa y otra posterior.

"Por ejemplo, en la camada de 2011 les preguntamos a todos los chicos si habían tenido algún accidente de tránsito de cualquier índole el año anterior y el resultado dio un 10%. Luego, cuando les preguntamos en 2012 a los mismos estudiantes, la respuesta bajo a un 3,5%", indicó satisfecha Magistocchi.