A dos meses de que Mendoza dejara de tener su propio índice de inflación, una iniciativa de la organización Movimiento Barrios de Pie, con el asesoramiento del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) de Mendoza, el Cippes (Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales), y el aval de la UNCuyo, promete reflotar la medición en la provincia desde este mes. Pero con algunas particularidades, ya que serán los propios vecinos los que relevarán los 50 productos que considera el desacreditado Indec en 120 comercios del Gran Mendoza y San Martín.

La idea es elaborar el IBP (Índice Barrial de Precios), tal como empezó a hacerlo en 2011 el Cippes en Córdoba, y al que en los últimos meses fueron sumándose Buenos Aires, Tucumán y Chaco. En la primera quincena de agosto está previsto dar a conocer los primeros datos de la Canasta Básica Alimentaria (presupuesto mínimo para no ser indigente) y Total (pobre), y en setiembre la primera variación.

Unos 35 vecinos ya fueron capacitados durante el fin de semana último. Para quienes impulsan el operativo coordinado por la carrera de Sociología de la UNCuyo, su participación es el modo de asegurar transparencia.

"Es lo que está garantizado a cada paso del proceso, porque ellos son los que viven la realidad de los precios y la cuantifican. El primer paso es la selección aleatoria de comercios, y luego se avanza en el relevamiento de precios", explicó Karina Ferraris, del Isepci.

Presentado como "el único índice de precios no oficial ni privado", en definitiva el IBP asoma como "un índice social" que mide el valor de las Canastas y sus variaciones en los sectores más humildes de Mendoza.

Almacenes, supermercados, carnicerías y verdulerías integran los 120 comercios seleccionados de Capital, Godoy Cruz, Las Heras, Guaymallén y San Martín para la medición. En cada caso se toman precio mínimo, medio y máximo de los mismos 50 productos tomados por Indec, que sólo considera a supermercados.

Precisamente, una referencia de la brecha entre el valor "oficial" y el barrial lo dio el dato de mayo en Córdoba. Mientras para Indec una familia tipo (padres y dos hijos) necesita $ 1.491,45 para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, vestimenta, transporte y servicios, el costo surgido del relevamiento en las zonas residenciales más populosas arroja $ 3.341,39, es decir, un 124% más. Una brecha similar se da con el costo de los alimentos (indigencia) que según el organismo nacional no superó los $ 1.511, contra unos $ 600 oficiales, esto es, más de un 40%.

De acuerdo a Pablo Gallo, de Cippes, "lo medimos en 13 barrios de Córdoba y 126 barrios de provincia de Buenos Aires y las características son las mismas: medir la misma canasta del Indec, con las mismas proporciones, por lo que es totalmente comparable".