Los Andes - Martes 2 de julio de 2013
Los especialistas indican que los valores se consideran por encima de la formación profesional que es un requisito de base. Jornadas de capacitación para la búsqueda de empleo.
Es sabido que para los jóvenes no es tarea fácil insertarse laboralmente. Luego de haber dedicado años a la universidad y con el título debajo del brazo pareciera que se cuenta con todas las herramientas; sin embargo, las empresas ponen en la balanza otros aspectos.
Aunque la formación profesional es un requisito de base, al momento de la selección se da relevancia a ciertos valores positivos, características personales que se transforman en valor agregado y de los que no dota el ámbito académico.
Cuando se trata de emplear a jóvenes "lo prioritario es la actitud", señala Carlos Castells de Master Consulting, ya que aunque la formación es necesaria para acceder puede adquirirse con el tiempo mientras que las actitudes se consideran como condición humana. En este sentido, ser positivo, flexible, proactivo (tener iniciativa) y tener una formación generalista y más versátil serán puntos a favor. Para Caselles, es una cuestión determinada en gran parte por la educación recibida en el hogar y la "universidad de la calle".
La misma opinión tiene Mariana Lahún, coordinadora regional de Selección de la consultora Manpower: "Actualmente, existe una tendencia general, que lleva a los empleadores a priorizar más las habilidades blandas, que las técnicas. Esto se debe a una cuestión contextual que va de la mano con una evolución cultural". Explicó que una gran herramienta hoy para poder conseguir el talento que se espera es valorar estas capacidades y saber detectar la potencialidad del candidato a futuro, analizar lo que puede desarrollar en vez de esperar que el candidato traiga de antemano todas las herramientas.
Capacitación
La Universidad Nacional de Cuyo, atenta a esta situación, viene trabajando en fortalecer este aspecto entre los estudiantes próximos a egresar o recién egresados para favorecer su inserción. Parte de esto son las jornadas de capacitación para la búsqueda de empleo que se dictaron ayer y continúan hoy en la Facultad de Filosofía y Letras, que abordarán cómo insertarse en el cambiante mundo del trabajo y visualizar las oportunidades existentes.
Los nuevos requisitos son herramientas que no suele proveer la universidad, es por eso que desde la institución estatal se apunta a crear esta especie de puente, ocupados en mejorar la adaptación. Es el segundo año que se realiza esta actividad que se suma a otras que apuntan en este sentido mientras que el objetivo es poder integrar estos contenidos a la currícula.
La magister en Administración y Gerencia María Eugenia Salinas es directora de Relaciones Institucionales de la UNCuyo y una de las disertantes en la capacitación.
Explicó que lo que generalmente buscan los empleadores es compromiso; menos horas de dedicación, pero mayor concentración en aquellas que se trabaja y labor colaborativa en red: "que permita despertar la creatividad, muchas inteligencias trabajando para un mismo proyecto". Esto implica tener la capacidad de trabajar en situaciones de heterogeneidad, de adaptarse y una mente abierta para desempeñarse codo a codo con los compañeros respetando las individualidades.
Son los mismos profesionales noveles los que apuntan en el mismo sentido. "El mercado laboral ha cambiado. Allí, los jóvenes no buscan sólo desarrollar sus capacidades intelectuales, sino también sus valores, hacer lo que les apasiona, buscan expandirse como personas en todo sentido", explica Salinas. Esto deja fuera a aquellos condicionados por las necesidades económicas que les restan libertad en la elección.
Proyecto personal
Es necesario tener un proyecto personal previo para que no sea el medio el que determine las condiciones individuales. "Lo importante es ser protagonistas de la vida", subraya Salinas.
Asimismo, lo ideal es conocer el abanico de opciones para desempeñarse que cada carrera tiene para descubrir aquellos ámbitos menos explotados y con mayores potencialidades. Generalmente, se siguen caminos ya trazados. La profesional destacó al respecto que en muchos jóvenes "hay poca apertura a lo creativo para generar proyectos propios en nichos de mercado poco explotados". Lograrla les permitiría trazar un horizonte para saber en qué especializarse, ser atractivo para el empleador y saber ofrecerse al conocer qué se tiene para dar.
Un aspecto que suele jugar en contra para los nuevos profesionales es la poca capacidad para lidiar con la frustración, algo propio de la época y que está vinculado a la forma en que docentes y padres han educado, facilitando alcanzar objetivos en el corto plazo. Así, en muchos casos se pretende llegar lejos -o alto- en el corto plazo y como eso es algo generalmente difícil, se desalientan y abandonan. Deben aprender a ser consecuentes con un objetivo en el largo plazo, "somos constructores, tenemos que generar peldaños que nos lleven seguros al sitio donde queremos estar", explica.
Agregó que los alumnos de las carreras humanistas son los que tienen menos claro dónde volcarse, tienen menos determinismo académico (a deferencia de los médicos o ingenieros) y por eso son la mayoría de los concurrentes a las jornadas propuestas por la institución.
La necesaria y difícil experiencia previa
Uno de los requisitos que el mercado laboral valora en los jóvenes es la experiencia previa, algo difícil en la práctica si se tiene en cuenta que no suele abrirle las puertas y en particular cuando se trata de personas que han estado transitando los claustros universitarios por años.
Caselles explicó que "los jóvenes no tienen experiencia laboral, pero eso facilita mucho la inserción, seguramente los chicos que estudian y trabajan tendrán más oportunidades".
Aunque aclaró que esa experiencia previa no necesariamente debe estar relacionada con la profesión estudiada. "El que sale a trabajar solo luego de haber estudiado deberá pagar derecho de piso".
La sociedad es consciente de esta situación. Un informe de Randstad -la segunda consultora de recursos humanos más importante a nivel internacional- dio a conocer los resultados de una encuesta que concluyó que 75% de los trabajadores argentinos considera que la experiencia tiene más peso que la educación para encontrar el empleo adecuado. Además, 70% de los trabajadores cree que los jóvenes menores de 25 años tienen dificultades para conseguirlo.
Sociabilidad diferente
Las nuevas generaciones están habituadas a la comunicación virtual, usan teléfonos y redes sociales y eso condiciona y determina una particular forma de socialización. Sin embargo, lo que en algunos casos puede volverse un obstáculo en otros puede ser aprovechado si es que se genera el escenario adecuado.
"La forma de expresarse de manera llana y directa puede transformarse en un aspecto positivo, siempre con la mediación del respeto y la disciplina", dice Salinas.
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