Mejorar la imagen un tanto devaluada que tienen los policías, acentuar la calidad por sobre la cantidad de este personal, reflotar la autoridad de los comisarios y demás jefes de la fuerza e involucrarlos en la formación de sus subalternos, profesionalizar a los policías y maximizarles el sentido de pertenencia, reivindicar la honorabilidad de ser un efectivo al servicio de la comunidad e ir  en busca de jóvenes que tengan vocación de vestir un uniforme son algunos de los ejes de un programa de tutoría que se comenzó a implementar hace tres meses en el Ministerio de Seguridad de  la Provincia.

Hasta ahora, en este programa se están desempeñando 23 jefes policiales, quienes se han sumado de forma voluntaria, y se han inscripto algo más de 300 aspirantes para ingresar en el Instituto  Universitario de Seguridad Pública (IUSP), los que de todas formas deberán superar los exámenes psicofísicos que son obligatorios cumplimentar en esta institución.

El modelo que se ha imitado, en parte para desarrollar esta nueva modalidad formativa, es un programa canadiense que se denomina de mentorías.

La confirmación de las tareas que han comenzado a realizarse fue hecha por el ministro de Seguridad, Carlos Aranda, y por la directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de esta cartera, Mirta Díaz.

Algunos de los diagnósticos que llevaron a que desde el Gobierno se comenzara a implementar este programa son las reiteradas quejas, por parte de los jefes policiales, sobre las nuevas camadas  de uniformados que salen a la calle, para lo cual las autoridades del Ministerio de Seguridad revirtieron estos cuestionamientos, pidiendo a los más experimentados de la fuerza que pasaran a ser  guías de parte de las nuevas camadas.

También, una de las visiones que está comenzando a tratar de modificarse es que no fueron los aspirantes quienes llegaran por sí solos a la puerta del IUSP para inscribirse, sino que sean los  propios miembros de la fuerza quienes tomen contacto con diferentes entidades como pueden ser escuelas, clubes barriales, las uniones vecinales u otras organizaciones de la sociedad, en las que  pueden descubrir a muchachos y muchachas que tengan ganas de ser policías.

La diferencia cualitativa que tendrán estos futuros uniformados tutorados es que desde ante de formarse en las filas del personal del Ministerio de Seguridad podrán elegir en qué rama de la fuerza quieren desempeñarse, además de compenetrarse con el rol desde antes de iniciarse en el proceso de formación en el IUSP.

Además, desde el inicio de la elaboración de este programa, las autoridades de Seguridad mantuvieron reuniones con intendentes y demás dirigentes territoriales, para involucrarlos en la nueva  modalidad, y que pasasen a ser, de alguna manera, parte de las estructuras desde las que pueden surgir uniformados.

Los máximos responsables de la cartera que se ubica en calle Salta, de Godoy Cruz, proyectan que en un corto plazo podrán medir los primeros resultados de la implementación de este programa.

Quienes ingresen al IUSP a principio del año próximo serán la primera tanda en la que se analizarán indicadores luego de finalizar los diez meses de preparación, y estos datos servirán para ratificar  y/o modificar el rumbo emprendido en esta nueva modalidad de formación.

En el Ministerio de Seguridad destacan que no quieren que este programa de tutoría se transforme en una especie encubierta de padrinazgo para que los guiados por tutores obtengan algún tipo de beneficio, ya que el espíritu que se persigue es generar una mutua relación de compromiso hacia la seguridad pública, tanto por parte de las jerarquías superiores como de los escalafones inferiores.

En la actualidad en la fuerza provincial revisten unos 9.700 efectivos, y, por año, alrededor de 1.300 jóvenes se presentan en el IUSP para comenzar la carrera policial, de los cuales cerca de unos  800 quedan, finalmente, dentro de la fuerza.

También, en el programa de tutorías implementado está planteada una sinergia que está comenzando a gestarse junto con el trabajo que hacen los docentes del IUSP, ya que los responsables de  Seguridad no quieren que haya descoordinación entre las tareas de los tutores y las de los profesores y los instructores.

Preparación extra, especialización temprana y política de cercanía

Mirta Díaz, la directora de Comunicación y Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad de la Provincia,
indicó que todas las dependencias de la cartera están incluidas en el programa de tutoría.

La funcionaria explicó que la diferencia entre un policía que tiene un tutor y uno que no cuenta con esta especie de guía es que, en el primero de los casos, el uniformado tendrá un entrenamiento extra.

Esto sucederá ya que desde que el tutor se hace cargo del aspirante que está estudiando en el Instituto Universitario de
Seguridad Pública, empezará a interiorizarse sobre las actividades que se realizan en donde cumple funciones el guía profesional.

Es decir, como es el caso de un jefe policial que cumple tareas en Cuerpos Especiales y que ya tiene a unos 150 jóvenes de Lavalle bajo su tutela, cuando estos estén cursando en el IUSP, de forma paralela irán haciendo visitas a esta dependencia.

Díaz comentó que de esta manera se hará más efectiva la especialización, además de que, desde el principio de la carrera policial, un efectivo podrá decidir en que área desea desempeñarse.

La funcionaria añadió, además, que el programa de tutoría ha sido presentado en toda la provincia, por lo que jóvenes de diferentes puntos podrán acceder a la nueva formación.

Díaz también indicó que el tutor tendrá un rol importante durante la etapa de instrucción, ya que, ante la posibilidad de que un estudiante tenga problemas con alguna materia, será ayudado por esta persona para hacer más ágil y didáctica la manera de sortear esta dificultad.

De igual manera, Díaz agregó que no todos los policías estarán habilitados para ser tutores, ya que se hace un evaluación detallada de las condiciones necesarias que deben reunirse para desempeñar esta tarea.

Otra cosa que fue subrayada por la funcionaria, fue que en las primeras experiencias que están teniendo, ha habido una
demostración de que los tutores, al compenetrarse más con una comunidad, están detectando necesidades concretas para
resolver ante las diversas formas en las que se manifiesta la inseguridad o para mejorar las medidas preventivas.

También recalcó que los encuentros entre el tutor y las diferentes organizaciones, como pueden ser una iglesia, un club o
una entidad intermedia, ayudan a reforzar el concepto de policía de proximidad, un concepto que se viene encarando de diferentes formas desde hace años.