Es uno de los campos volcánicos más extensos y jóvenes del planeta pero, además, cuenta con especies de flora y fauna que la hacen única. Por eso, la Reserva Natural “El Payén” es, desde 1982, uno de los sitios más importantes de Mendoza en cuanto a su biodiversidad. A partir de ahora, con la aprobación de la ley que autoriza su ampliación, esta zona de Malargüe se transformará en el terreno protegido más grande de la provincia.

Luego de dos años de debates y correcciones, finalmente la Legislatura dio sanción definitiva a la Ley que permitirá extender el área a más del doble de sus dimensiones actuales. A partir de ahora el territorio que se incluirá en la cartografía oficial pasará de 192 mil hectáreas a unas 450 mil hectáreas cubiertas.

De acuerdo al texto de la normativa, se incluye en este lugar al “Monumento Natural” así como el “Santuario de Flora y Fauna”. Vale decir que el primero está comprendido por el sector conformado por Pampas Negras, los volcanes de Payún Liso, Payún Matrú, Morado y Santa María, el Escorial de la Medialuna y todas las coladas asociadas a los volcanes.

Claro que entre los objetivos que quedaron enumerados dentro de la Ley no sólo aparece el de proteger las especies que en esta reserva habitan. Es que, además de su valor paisajístico, la Payunia conserva al menos 700 conos volcánicos (que perduran intactos) que, al ser puestos bajo la lupa de científicos de todo el mundo, podrían aportar nuevos descubrimientos.

Desde el punto de vista de Eduardo Sosa, titular de Oikos, Red Ambiental, la ley significa un avance en materia ambiental, aunque consideró que desde ahora, el desafío es lograr una alta calidad en el plan de manejo destinado al área. “Sumar guardaparques y contar con más equipamiento es un paso que el Gobierno debe dar. De nada sirve tener más territorio protegido como reserva si no se aplican las políticas correspondientes”, deslizó.

Mientras el proyecto era debatido en Diputados, luego de algunas correcciones que habían sido efectuadas en el Senado, hubo dos temas cuestionados: cómo quedaría la situación de los puesteros de la zona y hacia dónde se “correrían” los límites para excluir del área protegida a los emprendimientos petroleros que se desarrollan en sitios cercanos.

En este sentido, el secretario de Medio Ambiente, Guillermo Carmona, aseguró que de ningún modo se desalojará o trasladará a los lugareños. De hecho, la Ley que establece el manejo de las reservas naturales no hace incompatible la protección ambiental con la existencia de privados, siempre y cuando ellos no desarrollen actividades nocivas para el ecosistema.

En este caso, se estima que hay al menos 45 familias que viven dentro de la zona de protección, que subsisten del pastoreo de ovinos y la crianza de chivos. “A lo que ya tenemos hay que mejorarlo para ayudarlos a realizar su actividad de un modo más sustentable y así mejorar su calidad de vida”, dijo Carmona.


Justamente, un decreto reglamentario agregado a la ley, prevé un relevamiento de los asentamientos humanos en un plazo que no supere los dos meses. El plan de manejo -propone este último documento- deberá ser aplicado por el Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (Iadiza).

Otro aspecto destacado consiste en que dentro de las 450 mil hectáreas de Payunia no hay extracción de crudo pero sí en sus cercanías. En su artículo cinco, la normativa detalla que “las actividades extractivas a desarrollarse en la zona contigua al área natural protegida deberán ser controladas y monitoreadas por la autoridad de aplicación, es decir, el Estado”

http://www.losandes.com.ar/notas/2010/11/12/puede-ampliar-area-protegida-reserva-payunia-526751.asp